Sociedad

Descubre los 5 servicios que protegen a la infancia más vulnerable en la Comunitat Valenciana

Más inversión y equipos especializados para proteger a los niños y niñas y garantizar el bienestar de la infancia en la Comunitat Valenciana

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Imagen de una víctima de violencia de género

La infancia debería ser un refugio. Un lugar de juego, de seguridad y de afecto. Sin embargo, hay niños y adolescentes que crecen rodeados de realidades que no deberían formar parte de su día a día: violencia, abandono, situaciones de vulnerabilidad que les roban parte de lo que significa ser niño. Para ellos, una llamada a tiempo puede cambiarlo todo.

Con esa premisa, la Generalitat Valenciana ha lanzado una nueva convocatoria de acción concertada que cubrirá el periodo 2025-2027. La idea es sencilla: reforzar la protección de la infancia sumando fuerzas entre la Administración pública y el tercer sector. La inversión crece en más de dos millones de euros respecto a la anterior edición y permitirá mejorar tanto los recursos humanos como los materiales. Más profesionales, más medios y más capacidad de reacción.

Pero este plan no se mide solo en cifras. Se mide en historias. En cada niño y niña que encuentra acompañamiento cuando más lo necesita. Son cinco los servicios especializados que forman la columna vertebral de esta convocatoria, cada uno con un papel diferente, pero con un mismo espíritu: garantizar que ningún menor de la Comunitat Valenciana se quede sin apoyo. ¿Quieres conocer cómo funcionan y por qué son tan importantes?

Atención inmediata para la infancia en riesgo

El primer recurso es directo, sencillo y vital. La atención telefónica y telemática a la infancia funciona a través del número 116111 y de un chat seguro, anónimo y confidencial. Está disponible todos los días del año, a cualquier hora. Un canal pensado para que los propios menores pidan ayuda, pero también para que un vecino, un profesor o un familiar actúe si detecta señales de maltrato o abandono. Basta una llamada para activar toda una red de protección.

El segundo gran servicio es el SAANNA, centrado en atender a niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual. Aquí no hay lugar para la improvisación. Equipos de psicólogos, trabajadores sociales y juristas trabajan de manera coordinada para dar una respuesta integral. Desde la primera exploración y diagnóstico hasta la terapia psicológica, pasando por el acompañamiento a las familias y, cuando es necesario, la representación jurídica en un juicio.

Estos dos servicios comparten un mismo reto: frenar el daño lo antes posible. Convertirse en la primera línea de defensa de los derechos de la infancia.

Atención psicológica en niños. Foto de GettyImages, crédito a Light Field Studios

Apoyo técnico en adopciones y acogimiento familiar

No todo son urgencias. También hay que mirar hacia la estabilidad a medio y largo plazo. El tercer servicio se centra en el apoyo técnico en procesos de adopción, tanto nacional como internacional. Adoptar no es solo una decisión de vida, también es un proceso complejo que necesita acompañamiento. Por eso, los equipos técnicos valoran la idoneidad de las familias, las guían durante la fase de acoplamiento y realizan un seguimiento continuado.

Ese trabajo incluye entrevistas, visitas domiciliarias y la elaboración de informes que sirven de guía. La meta es clara: que el proceso de adopción sea positivo y estable, y que cada niño o niña encuentre un hogar donde pueda crecer con seguridad y cariño.

En paralelo, se refuerzan las intervenciones en acogimiento familiar. En este caso, el acompañamiento es triple: con el menor, con su familia de origen y con la familia educadora. Se trata de un proceso delicado que requiere atención psicológica, educativa y social. Por eso, cada niño cuenta con un plan de intervención propio, con informes y evaluaciones que permiten medir su evolución.

El objetivo es que el acogimiento no sea solo un parche, sino un entorno estable que aporte calma y equilibrio en momentos de incertidumbre.

Puntos de encuentro familiar: vínculos seguros y protegidos

El quinto servicio tiene que ver con los puntos de encuentro familiar. Son espacios neutrales donde los menores tutelados pueden mantener el contacto con sus progenitores u otros familiares de forma segura. En muchos casos, estas visitas son esenciales para preservar los vínculos afectivos, pero también pueden ser complicadas. De ahí la necesidad de que existan lugares supervisados, con profesionales que velen por el bienestar del menor en cada encuentro.

Aquí se organizan visitas tuteladas, entregas y recogidas, todo ello bajo una vigilancia profesional y un seguimiento individualizado. Psicólogos, juristas y trabajadores sociales diseñan planes de intervención adaptados a cada situación. El objetivo es doble: que los niños y niñas mantengan el contacto con sus raíces familiares, pero siempre en un entorno que garantice su seguridad y estabilidad emocional.

Estos espacios se convierten en un punto de equilibrio. Un lugar donde los lazos familiares se mantienen, pero bajo la protección necesaria para que los menores no sufran nuevas heridas emocionales.

En conjunto, la acción concertada 2025-2027 no es solo un documento oficial publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana. Es mucho más. Representa un compromiso político y social con la protección integral de la infancia y la adolescencia en la Comunitat. Supone aumentar la inversión, mejorar las condiciones laborales de los profesionales que trabajan en el sector y apostar por un modelo de colaboración público-privada que se ha demostrado eficaz.

La infancia es, al final, un espejo del futuro. Y este tipo de iniciativas son una forma de decir, con hechos, que la sociedad valenciana no va a dejar a ningún niño o niña atrás.