Cada verano se repiten los avisos: las altas temperaturas pueden ser letales para perros y gatos en cuestión de minutos, especialmente si se quedan dentro de un coche o salen a la calle en las horas de más calor. Mantener la vivienda fresca y ventilada, ofrecer siempre agua limpia y apetecible, reforzar la hidratación con alimento húmedo y estar atentos a los primeros signos de sobrecalentamiento son claves para evitar sustos que pueden acabar en un golpe de calor.
Hablamos con Sonia Sáez, veterinaria y responsable de Comunicación en Purina España, sobre cómo proteger a nuestras mascotas durante una ola de calor: horarios de paseo seguros, por qué nunca dejarles en el coche (ni con las ventanas entreabiertas), pautas de hidratación y alimentación mixta, razas más sensibles, primeros auxilios ante un golpe de calor y otros cuidados estivales como la desparasitación o la protección solar.
Durante una ola de calor, ¿qué aspectos debemos tener en cuenta si tenemos una mascota para reducir riesgos?
Es importante, lo primero, que evitemos los momentos de más calor para salir a la calle y, por supuesto, no dejarlos en los coches, aunque sea un momento, porque puede causar la muerte de los animales.
Hablando de casa, es importante que tengamos las zonas a una temperatura correcta y agradable y, si podemos tener ventilación y espacios donde no toque tanto el sol, mejor y sin duda una buena hidratación es indispensable en todo momento.
¿Por qué, aunque abramos las ventanas, sigue siendo peligroso dejar a una mascota dentro del coche?
Hablamos que la temperatura afuera es muy alta, pero dentro del coche mucho más y acaba siendo un efecto tipo horno. Por mucho que abramos un poco las ventanas, no es suficiente porque debemos tener en cuenta que los animales tienen una regulación de su temperatura corporal diferente a la nuestra. Nosotros podemos, llegado cierto momento, ponernos a sudar para poder regular nuestra temperatura, pero ellos no, solo lo pueden hacer mediante el jadeo y la transpiración en zonas muy pequeñas de su cuerpo como son las almohadillas plantares o el morro. Esto hace que la temperatura corporal de los animales pueda subir rápidamente si hay un entorno caluroso.
Parece como muy lógico, pero cada año siguen habiendo casos de muerte de animales porque los hemos dejado unos minutos en el coche. Pero es que en cuestión de muy pocos minutos los resultados pueden ser fatales y catastróficos.
En el tema de la hidratación y alimentación, ¿qué pautas habría que seguir?
A nivel de hidratación, es muy importante fomentarla. Por ejemplo, si hablamos de los gatos, de manera natural ellos no suelen ir muy frecuentemente al bebedero a hidratarse. Por eso, recomendamos siempre alimentación mixta, tanto seca como húmeda, pero especialmente en los días de más calor fomentar mucha alimentación húmeda.
A nivel del bebedero, que tenga agua fresca; deberíamos ir recambiándola constantemente durante el día varias veces, no solo para que esté limpia, sino también para mantener esa frescura. Si hace falta, tirar algún cubito de hielo para que sea más fresquita. Y luego, el tamaño y el material también importa. Hay algunos animales que rechazan los bebederos que son de plástico, porque el agua puede coger un poquito de gusto, así que recomendamos más los que son cerámicos o de porcelana o de acero inoxidable, para evitar también esta parte de rechazo por el material. Y luego, que sean grandes. Si hablamos de los gatos, si el bebedero es pequeño y le toca los bigotes, muchas veces les provocan unas cosquillas y para ellos es una sensación desagradable en el momento de llegar a beber.
Los perros sí que es verdad que tienen más tendencia a beber en cantidades más elevadas, si tienen esta sensación de sed. Pero es importante que esté siempre fresca, que tengan suficiente y evitar ubicar el bebedero en zonas donde le dé mucho el sol para evitar que se caliente. Además, el alimento húmedo para perros también es muy positivo, sabiendo que también lleva este aporte de hidratación adicional.
En algunos casos, hasta podemos ser más creativos y utilizar estos alimentos húmedos para ponerlos un poquito en la nevera o hasta en el congelador y que sea un poco más fresquitos para ellos, como su helado. Eso sí, debemos sacarlos con tiempo para que se tempere, ya que hay animales que no toleran bien la comida fría, pero sí que vale la pena probarlo y ver si les gusta.
¿Hay razas que sufren más las olas de calor?
Sí. Al final, hay razas que están más preparadas para ambientes fríos, o ambientes más nórdicos o de montaña, y, por tanto, son los que pasan peores el calor. Son animales que no solo pueden tener un manto de pelaje grueso, sino lo más importante es que suelen tener una capa grasa debajo de la piel que les protege normalmente del frío. Sí que es verdad que el pelo y la grasa corporal es una protección también del calor, pero no están tan adaptados razas tipo Husky siberiano, Mastín o San bernardo.
¿Es más habitual de lo que pensamos que se produzcan golpes de calor en los animales?
Lamentablemente sí, porque muchas veces las personas no somos capaces de detectar estos signos de calor. Lo primero que muestran es ese letargo, que están muy acalorados, con pocas ganas de moverse; también pueden estar jadeando y este es un primer signo o síntoma de que tienen calor. Como comentábamos al principio, los animales tienen esta capacidad bastante baja de regular su temperatura corporal así que enseguida esa situación de hipertermia puede convertirse en un golpe de calor. Por eso, tenemos que estar muy atentos para asegurar que el entorno esté fresco para poder detectar estos síntomas y poderlos revertir.
¿Qué es lo primero que tenemos que hacer?
Lo primero sería intentar atemperar al animal, si podemos. Es decir, que la temperatura del espacio baje para que esté fresco, pero además podemos refrescar zonas tipo ingles, zona axilar y patas, que son las extremidades, que nos ayudan más a regular el calor. Después, es importante que vayamos corriendo al veterinario.
Sí que es importante que este agua que utilicemos para refrescar estas zonas sea templada, no sea agua fría, porque lo que podríamos conseguir es un cambio muy brusco de temperatura y esto podría traducirse en un fallo multiorgánico. Por eso, es importante que si el animal está en ese estado de depresión, que vayamos directamente al veterinario, intentemos por el camino moderar la temperatura con el aire acondicionado en el coche y refrescando estas zonas más distales del animal.
Si el animal lo que tiene es mucho calor y sigue estando bastante consciente, sí que podemos hacer que beba agua fresca, pero poco a poco, no de golpe. Esta hidratación también sería importante.
Además del golpe de calor, ¿hay otros efectos de las altas temperaturas que pueden afectar directamente a nuestros animales?
El verano es momento de propagación de ciertos parásito, sobre todo si estamos cerca de ríos o pantanos, así que es importante reforzar la desparasitación, no solo interna sino también externa. Además, tenemos que intentar pasear a primera hora de la mañana y/o última de la noche para evitar que sufran quemaduras. A veces, no nos damos cuenta pero los animales también tienen zonas con menos pelo que son más vulnerables. Por eso, se recomienda el uso de cremas solares y protectores para evitar quemaduras y problemas dermatológicos.
Por último, si vamos al río o a la playa, es importante revisar muy bien las extremidades por si hay algún corte o herida que se haya podido producir.