En una fuerte apuesta por reforzar el parque público de vivienda, el Ayuntamiento anunció el pasado viernes una serie de operaciones muy potentes: Valencia comprará 134 viviendas en el barrio de La Torre. La operación, aprobada por la Junta de Gobierno Local dentro de una modificación presupuestaria de 51,6 millones de euros, supone una inversión directa de 6,68 millones para ejercer el derecho de tanteo sobre el bloque y sumarlo a la oferta pública de alquiler.
La adquisición se suma a la realizada en 2023 en Safranar, donde el consistorio ya sumó a su parque público de vivienda otro edificio con 131 pisos, en una lucha por revertir el déficit habitacional estructural que sufre la ciudad. Juan Carlos Caballero, portavoz municipal, declaró durante el anuncio de las medidas que “tras la DANA y en un entorno como La Torre, había que hacer un esfuerzo”.
La Torre: 134 viviendas con alquileres asequibles
Los 134 inmuebles de La Torre pasarán a formar parte del parque público municipal y permitirán al Ayuntamiento ofrecer alquileres asequibles a familias inscritas en el Registro de Demandantes de Vivienda. Se trata de una intervención estratégica no solo por su volumen, sino también por su ubicación, ya que La Torre es una de las zonas donde más urgente resulta actuar para evitar la exclusión residencial.
La medida forma parte de una modificación presupuestaria mayor, con la que también se reducirá la deuda municipal en casi 25 millones de euros y se atenderán compromisos con proveedores, infraestructuras culturales y actuaciones sociales.
Malilla y Nou Moles, los próximos beneficiados
Los barrios de Malilla y Nou Moles serán los siguientes. Así lo confirmó también el consistorio que, además de la compra directa de las viviendas en La Torre también ha aprobado una operación urbanística para poder seguir ampliando el parque de vivienda pública de suelo, por la que cuatro solares municipales situados en los barrios mencionados serán intercambiados por edificios de obra nueva promovidos por constructoras privadas.
La operación quedará de la siguiente manera: esta serie de bloques de viviendas ya construidas pasará a disposición del Ayuntamiento, mientras que las promotoras que habían trabajado en los edificios de obra nueva seguirán construyendo en los solares de Malilla y Nou Moles. Además, el consistorio ha anunciado que estas nuevas viviendas que se construirán en los próximos meses también formarán parte del parque público del Ayuntamiento.
Por lo tanto, la moción impulsada por el área de Urbanismo tiene un doble objetivo: por un lado, adjudicar rápidamente viviendas en régimen de alquiler asequible a personas inscritas en el Registro de Demandantes; y por otro, movilizar suelo público para incrementar la oferta de vivienda protegida con la colaboración del sector privado.
“Con esta decisión, sumaremos las viviendas de los edificios que el Ayuntamiento reciba por la permuta, a las más de 250 viviendas que se podrán construir en los solares cedidos”, ha explicado Juan Carlos Caballero. La operación permitirá construir un total superior a las 360 viviendas de protección pública, reforzando la capacidad municipal para atender la demanda habitacional.
Alquiler en Valencia: precios disparados y oferta limitada
La compra de vivienda pública por parte del Ayuntamiento de València se produce en un momento en el que el mercado inmobiliario de la ciudad atraviesa una fase de fuerte tensión. Según los datos publicados por el portal Idealista el pasado mes de junio, el precio medio por metro cuadrado en la capital del Turia ha alcanzado en mayo de 2025 su máximo histórico: 3.017 €/m², lo que supone un aumento del 19,5 % respecto al año anterior.
Este incremento coloca a València entre las ciudades españolas con mayor crecimiento interanual, por encima de Barcelona, y evidencia un fenómeno impulsado por la escasez de obra nueva, especialmente en barrios céntricos, y por la fuerte inversión en viviendas destinadas al alquiler turístico. La presión sobre una oferta limitada ha generado una competencia intensa que está expulsando del mercado a buena parte de la población local.
Por distritos, L’Eixample (4.450 €/m²), Ciutat Vella (4.213 €/m²) y El Pla del Real (3.777 €/m²) encabezan el ranking de los barrios más caros. En el extremo opuesto se encuentran Rascanya (2.110 €/m²), L’Olivereta (2.172 €/m²) y Benicalap (2.454 €/m²), aunque todos ellos también han experimentado subidas significativas. Destacan especialmente los distritos de Jesús y Quatre Carreres, con aumentos de precios superiores al 30 %.
Pese a seguir por debajo de Madrid o Barcelona en términos absolutos, València se acerca rápidamente a esas capitales en ritmo de encarecimiento. Y aunque algunos expertos anticipan una posible moderación de los precios en 2025, la ciudad sigue consolidándose como uno de los focos más dinámicos —y preocupantes— del mercado inmobiliario español.