Entre banderas palestinas, cánticos y pancartas. Más de 10.000 personas, según cifras de la Delegación del Gobierno, recorrieron este sábado por la tarde el centro de València para exigir el “fin del genocidio en Palestina”, un embargo “integral” de armas y la ruptura total de relaciones con Israel. La manifestación, que partió desde la Plaza de Toros y concluyó en la Plaza América, se enmarca en una jornada de movilizaciones en 80 ciudades españolas.
Bajo el lema ‘Embargo de armas integral ya y fin de las relaciones con Israel’, la marcha estuvo encabezada por una pancarta que acusaba al Estado israelí de cometer “un genocidio”, mientras los manifestantes coreaban consignas como “Palestina libertad”, “Boicot a Israel” o “Netanyahu al tribunal, sionista criminal”. La movilización en València se sumó a las de Alicante, con unas 6.000 personas, y en Elche, con cerca de 3.500.
Muchos de los asistentes portaban banderas palestinas y camisetas con mensajes como “Free Palestine”o con el símbolo de la sandía, emblema de la resistencia palestina. Durante el recorrido, algunos participantes encendieron bengalas de colores y se detuvieron frente a un establecimiento de Starbucks para gritar “Boicot Starbucks”, mientras otros exhibían carteles con lemas como “Israel assassí del poble palestí” y “Nuestra mejor arma es la solidaridad”.
“No queremos ser cómplices de este genocidio”
El fundador de Voces x Palestina, Ahmed Hamdan, explicó que la protesta respondía a una exigencia “moral y legal” de la ciudadanía. “Nos manifestamos porque no queremos ser cómplices de este genocidio”, señaló. Hamdan insistió en que España debe “dejar de vender y comprar armas a Israel” y reclamó al Gobierno “el embargo ya”.
El activista subrayó que su colectivo insta a los partidos políticos a “votar sí al Real Decreto de Ley que se exige” y a “ir más allá de las declaraciones simbólicas”. “No basta con condenar; hay que cortar relaciones diplomáticas y comerciales con Israel”, añadió.
Hamdan también pidió la liberación de la Global Sumud Flotilla, una embarcación humanitaria que transporta ayuda hacia Gaza. “Han ido a una misión pacífica que deberían hacer los gobiernos. Es su obligación legal y moral”, recalcó.
Por su parte, Jorge Ramos Tolosa, miembro de BDS País Valencià, destacó que la de este sábado era “la protesta número 36 solo en la ciudad de València desde octubre de 2023”. Según explicó, estas movilizaciones “buscan exigir un embargo integral de armas, sanciones efectivas a Israel y la liberación de las personas secuestradas, tanto de la Flotilla de la Libertad como de las más de 11.000 palestinas encarceladas sin juicio ni cargos”.
Ramos Tolosa consideró que el movimiento de solidaridad con Palestina vive un momento de “efervescencia global extraordinaria”. “La causa palestina se está convirtiendo en una escuela de ciudadanía, en una escuela de militancia para personas jóvenes y no tan jóvenes”, manifestó. Añadió que “millones de personas nunca olvidarán esta causa” y que las protestas continuarán “hasta que Palestina sea libre”.
“Las medidas están lejos de ser suficientes”
En la lectura de los manifiestos, los portavoces de las organizaciones convocantes denunciaron que las acciones anunciadas por el Gobierno español están “muy lejos de ser suficientes”. Desde la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP), se reclamó “un embargo real de armas y la ruptura de las relaciones diplomáticas y comerciales con Israel”.
Los intervinientes subrayaron que “Israel está cada vez más solo” y que “la presión social es fundamental” para cambiar las políticas internacionales. “Ha quedado claro que a Palestina no la salvarán los dirigentes, sino el pueblo”, afirmaron, entre aplausos y gritos de “Mazón dimisión” desde el público.
Representantes de la comunidad palestina en València expresaron su “tristeza y dolor, pero también esperanza”, al comprobar “que muchas voces se levantan al unísono contra la tiranía y la injusticia”. “No puede haber causa más justa que la defensa de los derechos humanos”, afirmaron.
Los manifiestos también exigieron el retorno de las “casi 500 personas secuestradas” de la Flotilla y denunciaron la “colaboración cómplice” de algunas universidades, entre ellas la Universitat Politècnica de València.
La jornada concluyó con una muixeranga y música en directo, mientras los asistentes iluminaban la Plaza América con las linternas de sus teléfonos. Entre los cánticos finales se repitió una consigna: “Cada día debe ser jornada de lucha. La solidaridad es nuestra mejor arma”.