“Escuchar a mi abuela me ha permitido entender que recordar no es vivir en el pasado, sino dignificarlo. Muchas historias desaparecen porque nadie se detiene a escucharlas”. Con estas palabras, el alumno del IES Joan Fuster de Bellreguart, Miquel Català Morant, agradeció el primer premio de la sexta edición de ‘Memòria a l’Escola’, un reconocimiento concedido por su proyecto ‘Àngela Morant Femenía: memòries latents en veu de dona’, centrado en la recuperación del testimonio de su abuela.
El acto de entrega, celebrado en el Centre Cultural La Beneficència, contó con la presencia de la vicepresidenta primera y diputada de Memoria Democrática, Natalia Enguix, que estuvo acompañada por el diputado de Cultura, Paco Teruel; la diputada de Hacienda, Laura Sáez; el coordinador general de la FVMP, Toño Carratalá, así como el alcalde de Alaquàs, Toni Saura y la concejala de Bellreguard, Cristina Mateu, en una jornada que reunió también a alumnado, profesorado, familiares y representantes públicos. La emotividad marcó cada intervención, cada palabra y cada gesto que contribuyeron a subrayar la importancia de preservar la memoria democrática desde las aulas.
En la jornada, presentada por la periodista Maria Palau contó con la interpretación musical de la cantante valenciana Ana Zomeño, que acompañó distintos momentos del acto con canciones propias como “A las mías” o las versiones de “Las Olvidadas” de Pedro Pastor o “Al meu país, la pluja” de Raimon. En este contexto, Enguix subrayó la consolidación de un proyecto que tiene un alto valor pedagógico y social porque “sin memoria no hay democracia, y hoy hemos visto cómo las nuevas generaciones saben cuidarla”.
Durante su intervención, la vicepresidenta quiso detenerse en el lema de la edición, dedicada a las mujeres como primeras guardianas de la memoria democrática, señalando que esta propuesta “une dos esferas esenciales para la democracia: la memoria y las mujeres”, y recordando que, a lo largo de la historia, “la memoria ha sido un territorio profundamente femenino, un espacio de resistencia donde ellas mantuvieron encendida la llama del respeto y la dignidad”. Enguix destacó que muchas mujeres “sostuvieron el recuerdo incluso cuando les fue arrebatado todo, incluso cuando se intentó reprimir hasta su dolor”, y afirmó que esta edición y los trabajos del alumnado homenajean precisamente a “aquellas que, en silencio público, pero con un grito privado, guardaron lo que no se podía perder”.
En este sentido, Enguix agradeció asimismo la implicación de los centros educativos y del profesorado, porque “hacer memoria democrática es sinónimo de ciudadanía implicada en el futuro de nuestro modelo de convivencia y en la defensa de los derechos fundamentales”. Y destacó la importancia de formar a las nuevas generaciones en valores democráticos, recordando que “esta edición demuestra que los jóvenes saben mirar al pasado con rigor, sensibilidad y compromiso”.
Durante la ceremonia, también intervino Tina Guillem, hija de Carmen Cuesta -una de las 13 rosas-, quien recordó que “la educación en memoria democrática tiene todo que ver con el futuro que queremos construir, y no es posible construir ese futuro suprimiendo o tergiversando aquellas partes de la historia que resultan incómodas”.
La entrega de los galardones que ha reconocido siete proyectos y ha repartido 12.000 euros en premios entre los alumnos, alumnas y tutores contó con el acompañamiento musical de Ana Zomeño, que interpretó ‘Las olvidadas’, de Pedro Pastor, una pieza cuya letra —“las silenciadas, las que del miedo quedaron mudas, las que parieron y les privaron de la semilla, las invisibles; hoy las nombramos pa’ que su llama nunca se extinga”— reforzó el sentido de reconocimiento y homenaje que caracteriza a estos premios.
Junto al primer premio de Miquel Català Morant, el jurado otorgó dos segundos premios: uno a Banina Mouloud Lehbiby y Sofía Monleón Vicente, del IES Francesc Ferrer i Guàrdia de València, por la obra de creación ‘El pes del silenci’; y otro a Emma Cervera Subirà y Adriana Picó Muñoz, del Colegio Pureza de María-Cid de València, por el proyecto audiovisual ‘Las mujeres: guardianas de lo olvidado’. Completaron el palmarés los terceros premios concedidos a Claudia Pires State, del IES Clara Campoamor de Alaquàs, por ‘Hijas del silencio, madres de la memoria’; a Ellia Clancy-Navarro y Kilian Clancy-Navarro, del IES Joan Fuster de Sueca, por ‘Las guardianas de la memoria histórica’; y a Gael Llago Moyano y Lluc Moncholí Jorge, de La Nostra Escola Comarcal de Picassent, por los trabajos ‘Dones, el camí de la memòria’ y ‘Veus de fil’, respectivamente.
Proyectos ganadores
Al detalle, los trabajos premiados en esta sexta edición han abordado la memoria democrática desde perspectivas diversas, pero con un denominador común: la reivindicación del papel fundamental de las mujeres en la transmisión de la memoria colectiva.
El proyecto de Miquel Català Morant, centrado en el testimonio de su abuela Àngela Morant Femenía, combina entrevistas, documentos familiares y fragmentos de voz que permiten reconstruir la experiencia de una mujer del ámbito rural en los años de la dictadura y la transición. Su obra enlaza la memoria íntima con la memoria histórica y convierte una historia familiar en un relato colectivo.
Ese papel femenino aparece también en la obra teatral presentada por Banina Mouloud Lehbib y Sofía Monleón Vicente, que traza un recorrido por la evolución de los derechos de las mujeres desde la Segunda República hasta la actualidad, y en el documental de Emma Cervera Subirà y Adriana Picó Muñoz, que sitúa el hogar como espacio de resistencia, de transmisión lingüística y de defensa de la educación igualitaria durante la represión franquista.
Otros proyectos, como el de Claudia Pires State, articulan la memoria de dos generaciones que vivieron bajo dictaduras distintas —la de Franco y la de Ceaușescu—, mostrando cómo la memoria femenina sostiene la historia familiar y aporta claves para comprender los grandes procesos históricos. La investigación de Ellia y Kilian Clancy-Navarro parte de entrevistas a mujeres de su entorno más próximo y se expande hacia figuras nacionales e internacionales vinculadas a la defensa de los derechos humanos, reafirmando la importancia de preservar la verdad frente al olvido.
La memoria infantil vinculada a la experiencia femenina aparece en el audiovisual de Gael Llago Moyano, construido a partir del testimonio de su bisabuela Gloria Reiz Macià y acompañado de fotografías y materiales de archivo que ayudan a reconstruir su infancia durante la Guerra Civil. Por su parte, la obra artística de Lluc Moncholí Jorge, un acrílico con textiles que recrea el interior de un hogar durante la dictadura, convierte elementos cotidianos —como las cortinas de ganchillo— en símbolos visuales de silencio, resistencia y memoria transmitida.
Cabe recordar que esta edición se abrió la convocatoria a la participación de alumnado de FP Básica, que se unía al resto de alumnas y alumnos de 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato habiendo recibido un total de 25 proyectos realizados por alumnos de centros educativos de municipios de la provincia como València, Alaquàs, Ontinyent, Buñol, Picassent, Catarroja, Sueca, Bellreguard o Burjassot; y de localidades del resto de la Comunitat como Alcoy, Novelda, Ondara, Monforte del Cid y la Vall d’Uixó.
Séptima edición
Durante la ceremonia, la vicepresidenta Natalia Enguix anunció que en las próximas semanas se abrirá la convocatoria de la séptima edición de ‘Memòria a l’Escola’, que estará dedicada a “les fonts de la memòria”. Esta nueva propuesta invitará al alumnado a trabajar directamente con materiales documentales, archivos y recursos disponibles en la Diputación de València y otras instituciones, con el objetivo de reforzar la investigación, el análisis crítico y el conocimiento directo de las fuentes históricas para “conectar a las nuevas generaciones con los materiales que custodian nuestra memoria democrática. Es esencial para comprenderla con rigor y consolidar una ciudadanía informada”, destacó Enguix.
Asimismo, la vicepresidenta recordó que la Diputación es “la única institución pública en todo el territorio valenciano que desarrolla un programa integral de memoria democrática, con herramientas como nuevas líneas de investigación, materiales didácticos y apoyo a familiares que siguen buscando a sus desaparecidos para darles un entierro digno”, concluyó.