El anuncio del Ministerio de Sanidad sobre qué comunidades autónomas pasan a la Fase 1 de la desescalada ha dejado atrás a las grandes ciudades de la Comunitat Valenciana. Una decisión que ha caído como un jarro de agua fría ya no solo para el comercio y la hostelería, que habían dejado todo preparado para su reapertura, sino también para el gobierno valenciano. El president de la Generalitat, Ximo Puig, había afirmado, días antes, que "la Comunitat Valenciana estaba en condiciones de pasar a la Fase 1 a partir del 11 de mayo". Sin embargo, el pasado viernes tan solo algunas localidades valencianas continuaban con el proceso de desescalada.
La consellera de Sanidad, señalaba que "no he escuchado ninguna razón, ni objetiva ni técnica, y, sin embargo, sí que he visto como otras comunidades autónomas han podido pasar a la fase 1 sin reunir los criterios que reúne la Comunitat Valenciana". El mismo president de la Generalitat también compartía, a través de su cuenta de Twitter, su disconformidad con esta decisión porque, apuntaba, "hemos justificado con criterios técnicos las condiciones por las que toda la Comunitat Valenciana debía pasar a la fase 1".
Sin embargo, a este malestar generalizado se le ha sumado el comprobar que a otras comunidades autónomas con aparentes peores datos que la Comunitat Valenciana sí que se les ha permitido pasar a la fase 1. Este ha sido el caso del País Vasco. De hecho, como señaló la consellera de Sanidad, y por poner un ejemplo, uno de los datos que se pedían era la incidencia acumulada del virus durante los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes. En la Comunitat Valenciana esta cifra se situaba en el 13,59, mientras que en el País Vasco se situaba en un 40,63, en La Rioja en un 63,76 o en Navarra con un 64,96. Todas ellas han pasado, en su totalidad, a la fase 1.
El Gobierno de Pedro Sánchez justifica su decisión en que la Comunitat Valenciana contaba con "un número no desdeñable de casos sospechosos a los que todavía no se le había podido hacer un test de diagnóstico", cosa que no ocurría, por ejemplo, en el País Vasco donde a un 52% de personas con síntomas sí que se les realizó las pruebas por PCR.
No obstante, en este punto la polémica se centra en que la relación entre los casos sospechosos y la realización de los PCR no iba a tenerse en cuenta. Y es que como ha apuntado Puig "la Comunitat Valenciana no ha suspendido. Han cambiado las reglas a mitad partido". Por este motivo, desde el gobierno valenciano exigen que se revise cuanto antes el informe emitido por la Comunitat Valenciana para "que se revierta esta situación cuanto antes".