Política

Borja Sanjuán: “ahora no se pueden hacer unas cuentas públicas de resistencia sino unas cuentas públicas de reconstrucción”.

Entrevistem el nou regidor d'Hisenda de l'Ajuntament de València, Borja Sanjuán, després de la defunció del seu predecessor, Ramón Vilar

9 minutos

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Borja Sanjuán (València, 1992) es graduado en Derecho, Ciencias Políticas y Economía por la Universitat de València. Militante de Joves Socialistes de València-ciutat desde 2009 y secretario de Organización desde 2012, actualmente ha dado el gran salto a la política, ya que con el fallecimiento de Ramón Vilar, Sanjuán es ahora el regidor de Hacienda en el Ayuntamiento de València, siendo así el concejal más joven de la corporación municipal y de todos los grupos municipales de la ciudad.

No obstante, su juventud ha ido de la mano de grandes oportunidades, y es que Sanjuán ha tocado todos los ámbitos políticos, desde un puesto como asesor territorial para la oficina del Parlamento Europeo hasta tocar el gabinete de asesores del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, en 2016, donde él mismo asegura que "me encargaba de la preparación de los discursos del presidente". En las últimas elecciones municipales Sanjuán dio el paso a la política municipal situándose en el octavo puesto de la lista encabezada por Sandra Gómez.

Jurista, economista, politólogo y recién estrenado como concejal de Hacienda en el Ayuntamiento de la capital Valenciana, Borja Sanjuán accede a una entrevista con València Extra sobre sus retos, objetivos y sus líneas estratégicas al frente de esta área municipal.

-¿Es un reto para ti estar al frente de la regidoría de Hacienda del Ayuntamiento de València?

Claro, evidentemente que es un reto. Ser concejal del Ayuntamiento de València en cualquiera de sus facetas, ya sea en oposición o en el Gobierno, es un reto, un privilegio y un honor para todo el mundo. Al final es una ciudad de 800.000 habitantes y hay 33 personas que tienen la capacidad, la obligación, el deber y honor de representarlos, y eso, es muy importante tanto si se está en el Gobierno como en la oposición. Si además tienes la capacidad de gobernar y de poder cambiar las cosas y trabajar por tus vecinos y vecinas al final eso se multiplica, y claro, entre estas áreas pues el área de Hacienda es la que permite que todas las demás funcionen, y en ese sentido, es un pilar sobre el que pivota todo el resto de áreas del Gobierno. Es evidente que es un reto importantísimo y es una responsabilidad, que además, hay que asumir con mucha humildad, muchas ganas de trabajar y, tengo la suerte, también, de asumirla después de una gestión brillante. Al final es un hecho que no tuvo la suerte, por ejemplo, mi predecesor Ramón, ya que en este caso, él no tuvo la suerte de heredar una gestión de Hacienda tan buena como la que él ha dejado, y eso también facilita muchas cosas a la persona que viene detrás.

-Ahora que estabas hablando de Ramón Vilar, ¿cómo te sientes al ser su predecesor?

Antes que nada, Ramón era un gran amigo, una persona muy querida por todos y muy especialmente por sus compañeros y yo le tenía un cariño muy especial, así como la vicealcaldesa, y mucha otra gente del equipo que trabajábamos al final en el día a día con él. Son muchos años de relación y amistad y, entonces, al final, esa pérdida es irreemplazable, al igual que también es irreemplazable una persona con el buen hacer y el saber que tenía sobre las competencias desarrolladas. Vilar había sido concejal en 1983, había asistido, también, como técnico y como trabajador de la casa, porque él tenía una plaza de funcionario y además, había contribuido a la constitución del ayuntamiento democrático. Al final, eso le daba un conocimiento que era muy valioso y una perspectiva que también era muy importante. En este sentido, Ramón es irreemplazable, y esto le añade un plus de responsabilidad y un plus de cariño al trabajo que tienes que hacer para estar a la altura de lo que ha sido una gestión brillante.

-¿Qué balance podrías hacer de la gestión de Vilar? ¿Seguirás en la misma línea?

La gestión de Vilar se resume muy fácil en cifras que son muy importantes para la ciudad. Al final, en este Ayuntamiento llegó a haber 1000 millones de euros de deuda y con la última modificación de crédito que pactó Ramón Vilar, se dejará la deuda del Ayuntamiento en menos de 300 millones. La gestión es brillante y yo creo que eso es muy difícil de negar. Además, por ejemplo, ahora mismo se paga a los proveedores en 16 días, una cosa que, prácticamente, casi ningún ayuntamiento ha conseguido. Por tanto, la gestión del área de Hacienda, yo creo, que es incontestable y que todo el mundo, al final, tanto del Gobierno como de la oposición, ha reconocido que era una muy buena gestión. En ese sentido lo que funciona ni se debe tocar ni se debe tirar. La idea es apostar por la continuidad que, conforme vaya pasando el tiempo, habrá que ir, como también hacía él, matizando algunos aspectos, porque el área de Hacienda no es doctrinal, no es una cuestión de fe, el área de Hacienda se tiene que ir ajustando a las nuevas realidades. Por ejemplo, el presupuesto del año que viene tendrá que ser, a la fuerza, diferente del anterior, porque ha pasado una pandemia por el medio, y entonces, ¿en el área de Hacienda van a cambiar cosas? Sí, pero lo que no cambiará serán las líneas maestras que llevaba Ramón Vilar.

"En este ayuntamiento llegó a haber 1000 millones de euros de deuda y con última modificación de crédito que pactó Ramón Vilar, dejará la deuda del Ayuntamiento en menos de 300 millones"

-¿Qué retos podemos decir que coges al frente de esta regidoría?

El primer reto es aprobar los presupuestos, ya que vienen unos presupuestos que van a ser más complicados que los anteriores, porque los anteriores presupuestos estaban en un contexto de crecimiento, y ahora vamos a un contexto, al menos en los siguientes presupuestos, de decrecimiento, producido por un factor, que no es culpa de los valencianos y valencianas, ni es culpa de las empresas, ni de los contribuyentes ni del propio Ayuntamiento, y es que ha habido una pandemia que ha causado una recesión global que nos va a afectar y eso va a reducir los ingresos y hay que cuadrar esas cuentas. El primer reto que tenemos que plantear es intentar que esas cuentas de reconstrucción social y económica, como lo era el documento de la comisión de reconstrucción, fueran aprobadas, a poder ser, con el máximo consenso posible. Yo creo que quedaría un mensaje muy positivo de cara a las personas que votan a cualquier fuerza política en este ayuntamiento de que estamos trabajando y estamos centrados en lo que toca y que nadie está haciendo un regate corto de esta situación. No es momento para que nadie intente hacer oportunismo y sería una buena manera de demostrarlo reeditando el acuerdo de la comisión de reconstrucción en los presupuestos.

-Entonces, ¿se van a modificar los presupuestos de como estaban planteados, pero más que nada por el coronavirus? ¿O crees que antes de la pandemia le faltaba algo a los presupuestos?

Los presupuestos se modifican todos los años pero hay una parte importante para este ayuntamiento como son las nóminas del personal, que no cambia. Hay una parte de continuidad muy importante, y tiene que ser así, pero es verdad que cada año tiene sus particularidades. Este año tiene la triste particularidad de la pandemia, ya demás hemos aprobado unas líneas maestras en la comisión de reconstrucción que tienen que recogerse en los presupuestos. No es que a los presupuestos anteriores les faltara nada, ni mucho menos, pero incluso los presupuestos anteriores se han tenido que modificar a lo largo del año como pasa con todos los presupuestos. Por ejemplo, ha habido modificaciones de crédito para sacar las ayudas a pymes y autónomos durante la pandemia, y así, se ha aumentado en un 58% los gastos en ayudas sociales. Eso son situaciones sobrevenidas que a principio de año, en enero, nadie pensaba lo que iba a pasar unos meses después, nadie sabía la magnitud y nos hubiera parecido una distopía pensar que iríamos con mascarilla por la calle, y al final todo esto también tiene que tener un reflejo en la hacienda municipal y en los presupuestos. Lo que hay que entender, al final es que el presupuesto no es un dogma, pero se tiene que hacer es adaptarse a la realidad y hacérselo más fácil a la gente que vive en València. No podemos tener una imagen tan fría de los números porque al final hay que tener una visión más política de lo que se puede hacer con las cuentas municipales.

-¿Cuáles serán los cambios presupuestarios que aplicará Borja Sanjuán en los próximos presupuestos municipales de la ciudad?

El primer planteamiento de los próximos presupuestos es que deben ayudar a la reconstrucción social y económica, y además, deben recoger las líneas de la comisión de reconstrucción y para eso, tiene que ser unos presupuestos, que, lejos de retirarse de la acción, intenten asumir su papel y su responsabilidad. Nosotros como ayuntamiento no tenemos la capacidad de solucionar todos los problemas, pero lo que no podemos hacer, es incomparecencia. Nosotros como ayuntamiento tenemos que seguir lo que además, todas las entidades internacionales, algunas tan poco sospechosas de ser de izquierdas como el Fondo Monetario Internacional (FMI) están reclamando a todos los gobiernos y es que a través de la acción publica, impulsen la economía y eviten que haya una fractura social. En este caso, por ejemplo, lo que no podríamos hacer, de repente, es parar las inversiones en la ciudad de València, sino todo lo contrario, ahora las inversiones del Ayuntamiento de València pasan a ser más importantes que el año pasado porque van a servir, por ejemplo, para que haya creación de empleo, que no va a poder producirse en algunos espacios del sector privado. Hay veces que hay inversiones que han sido criticadas como, por ejemplo ahora, la de la plaza del Ayuntamiento y su nuevo reasfaltado, pero la gente tiene que saber que las personas que están haciendo este trabajo y para que el pavimento rojizo sobre el cual, en pocas semanas se va a poder pasear, son personas que salen de un ERTE para trabajar en esto y, esa idea tiene que tiene que calar. La inversión pública tiene que reactivar la economía. Si alguien planteara en estos momentos que el Ayuntamiento no debería invertir, porque las cuentas públicas van a ingresar menos, lo que estaría haciendo es poner más palos sobre las ruedas de la recuperación.

"Ahora las inversiones del Ayuntamiento de València pasan a ser más importantes que el año pasado"

-¿Cómo podrías definir la gestión que vas a empezar ahora?

La gestión que voy a empezar ahora es difícil de definir pero al final, yo, lo primero que quiero es que lo afronto con muchísima humildad y muchísimo respeto al trabajo que se ha desarrollado con anterioridad. Creo que en este caso lo que nosotros tenemos que llevar adelante es una política fiscal de reconstrucción. Nuestra idea ahora no se pueden hacer unas cuentas públicas de resistencia sino unas cuentas públicas de reconstrucción, y eso tiene que quedar muy claro desde el primer presupuesto, porque probablemente, el presupuesto del 2021 y del 2022 sean los más importantes a los que se ha enfrentado este gobierno de coalición en estas dos legislaturas.

-¿Cómo veías desde fuera el Gobierno del Rialto?

Bueno, desde fuera, desde fuera tampoco sería sincero si dijera que lo veía como tercera persona o ajeno porque yo participé en las negociaciones del gobierno y en el día a día trabajaba ya en el ayuntamiento, entonces tampoco mi visión puede ser netamente desde fuera, pero yo creo que la fortaleza de un gobierno se demuestra con hechos y este gobierno ha aprobado todos sus presupuestos y siempre entre los primeros ayuntamientos, tiene algunos de los mejores datos económicos y sociales en los balances respecto a los últimos años, y eso hace que sea un gobierno fuerte. Es evidente que en un gobierno de coalición habrá momentos en que cada fuerza política, y tiene que ser así, ponga el acento en aspectos diferentes, pero este gobierno es fuerte y que además, está funcionando muy bien.

-Y ahora desde dentro, ¿cuál es tu perspectiva del Gobierno del Rialto?

Mi perspectiva sobre este Gobierno no ha cambiado más allá de las lógicas diferenciales de opinión, ya que es un Gobierno que está funcionando y yo creo que, por eso también, la virulencia de la oposición va en aumento para intentar sembrar discordia entre nosotros, porque al final la derecha siempre ha vendido una mentira que ha funcionado durante mucho tiempo y es que nosotros gestionábamos con alma y ellos gestionaban con eficacia, pero al final se ha demostrado que ni tenían alma ni eran eficaces, y nosotros somos capaces de gestionar, con otras prioridades, con alma y además, más eficaces, y como prueba, el balance de Ramón en el área de Hacienda.

-¿Cómo han sido las primeras impresiones y los primeros días como concejal de Hacienda en el Ayuntamiento de València?

Muy intensos en todos los aspectos, primero en lo personal sobre todo por la perdida de Ramón, que esta muy por delante de todo lo demás, y respecto al trabajo muy intensos también, ya que a pesar de que yo ya trabajaba con Ramón, con este nuevo papel con una área que tiene al final un equipo humano tan extenso y con unas responsabilidades tan transversales, pues simplemente los primeros días han sido de toma de contacto, pero al final es un trabajo que tiene que hacerse y me estoy encontrando una predisposición muy buena por parte de todos los equipos de la casa que, hay que decirlo, hay que agradecerles mucho por el trabajo que han hecho, sobre todo durante esta pandemia. Que este ayuntamiento pague las facturas a los autónomos o las pymes el doble de rápido que las pagaba antes de la pandemia es una noticia que se dice poco pero demuestra el esfuerzo del compromiso de todos los trabajadores de esta casa, a quienes también deberíamos haber aplaudido a las ocho de la tarde, porque también son esenciales. La predisposición que he encontrado con los trabajadores del consistorio, durante estos últimos días ha sido muy buena y si esto funciona y ha funcionado en los últimos años, en gran parte, es gracias a ellos.