El Ayuntamiento de Albalat dels Sorells ha conseguido reducir de manera significativa su deuda pública en los últimos diez años, según ha explicado el alcalde Nicolau Claramunt en una entrevista a València Extra. Este proceso, que ha supuesto un gran esfuerzo económico y de gestión, ha permitido al municipio mejorar su salud financiera y destinar más recursos a servicios para la ciudadanía.
Cuando el gobierno municipal actual asumió el cargo en 2015, la deuda viva —es decir, la deuda con las entidades bancarias— era de aproximadamente un millón de euros. Ahora, después de una década de esfuerzos continuos, esta cifra se ha reducido hasta los 250.000 euros.
"En 10 años, hemos conseguido bajar unos 800.000 euros la deuda", ha explicado el alcalde Nicolau Claramunt. "Teníamos dos créditos importantes: uno de unos 900.000 euros para la construcción de la escoleta, y otro de 450.000 euros destinado a pagar facturas." Esta deuda fue el resultado de etapas anteriores de gestión municipal que, según Claramunt, "habían dejado la institución con un nivel de endeudamiento elevado y que había que reducir para garantizar la sostenibilidad futura".
Medidas para reducir la deuda
El Ayuntamiento ha aplicado una política de reducción de la deuda basada principalmente en la amortización con superávits anuales. Esto significa que cuando el Ayuntamiento generaba un exceso de ingresos respecto a los gastos (superávit), destinaba una parte de este dinero a pagar créditos pendientes.
"Cada año destinábamos una parte del superávit a amortizar la deuda", ha detallado el alcalde. "Esto nos ha permitido, año tras año, reducir progresivamente la deuda viva y mejorar nuestra situación financiera."
Esta estrategia no solo ha implicado una disminución constante de la deuda, sino que también ha supuesto una mejora en la capacidad del Ayuntamiento para gestionar con más flexibilidad el presupuesto y las inversiones municipales.
Además de la deuda viva, el Ayuntamiento se encontró con otro reto importante relacionado con el Patrimonio Municipal del Suelo (PMS). Esta partida extrapresupuestaria tiene que destinarse exclusivamente a inversiones concretas, como por ejemplo la construcción o mejora de equipaciones públicas. Sin embargo, según Claramunt, en legislaturas anteriores se utilizaron estos fondos para cubrir gastos corrientes.
"Durante años, se usó el PMS para pagar facturas del día a día, cosa que no es correcto", ha afirmado. "Cuando entramos, ya nos habían indicado que había que hacer un plan para devolver este dinero." Este plan ha permitido devolver aproximadamente un millón de euros a la partida del PMS a razón de 100.000 euros anuales, lo que ha significado otro gran esfuerzo para las finanzas municipales.
"El esfuerzo ha sido doble: reducir la deuda bancaria y, a la vegada, restaurar el patrimonio municipal", ha remarcado Claramunt.
Principales retos
Según explica el alcalde, uno de los principales retos ha sido cuadrar los presupuestos, ya que una parte muy significativa de los ingresos se destinaba a pagar la deuda. "Sobre todo los primeros años, unos 250.000 euros del presupuesto anuales iban destinados exclusivamente a la reducción de la deuda, y esto condicionaba mucho el resto de los gastos y las inversiones", ha explicado.
Sin embargo, este sacrificio ha tenido un impacto positivo notable para el pueblo. "Ahora que hemos conseguido reducir la deuda, podemos destinar este dinero a otras áreas importantes, como los servicios sociales o la promoción cultural", ha asegurado. Este cambio permitirá mejorar la calidad de vida de los habitantes y ofrecer más y mejores servicios municipales.
Los próximos pasos en la gestión económica
Mirando hacia el futuro, el alcalde Nicolau Claramunt subraya la importancia de mantener la estabilidad financiera del Ayuntamiento para evitar recaer en situaciones de endeudamiento excesivo. "Nuestro objetivo principal es que cada año haya presupuesto y que los ingresos corrientes cubran los gastos corrientes, evitando así generar déficit", ha concluido.
Con esta política, el Ayuntamiento de Albalat dels Sorells busca garantizar una gestión económica responsable y sostenible, que permita continuar invirtiendo en infraestructuras, servicios y bienestar para sus vecinos.