La costa valenciana es una de las mejores opciones para refrescarse en verano, donde es posible relajarse bajo el sol o realizar cualquier tipo de deporte acuático. Pero no siempre hay que ir a la playa para disfrutar de la temporada estival, ya que, a menos de una hora de la capital, entre sierras y ríos, se encuentran paraísos ideales para hacer una buena escapada al interior de València.
La mayoría de estos lugares cuentan con grandes cascadas, que embellecen el paisaje e invitan a bañarse bajo el agua fresca que emanan. Aunque ya son suficientemente bonitas, poseen un valor añadido y es que forman piscinas naturales en las que poder nadar con mayor tranquilidad. Otra de las actividades favoritas es acceder al interior de las cascadas, pudiendo encontrar diferentes rutas para practicar senderismo.
Algunos de los enclaves naturales más conocidos, como la Cueva del Turche en Buñol o la Cueva de las Palomas en Yátova, han sido declarados itinerarios de interés turístico y forman parte de las paradas obligatorias cuando se visita València. A pesar de ello, no se tratan de espacios excesivamente masificados, por lo que continúan siendo una gran opción cuando se quiere huir de la aglomeración de gente en la ciudad. Además, el acceso es totalmente gratuito y sin aforo limitado.
Un paraíso natural con cascada de 20 metros
En la localidad valenciana de Yátova, se esconde un paisaje de enorme belleza y valor natural. Conocida como la Cueva de las Palomas, este enclave se caracteriza por los diferentes saltos de agua y pozas que emergen en cada rincón. Pero su principal atractivo reside en una cascada de aproximadamente 20 metros de altura que dejará sin aliento a los visitantes.
En concreto, la Cueva de las Palomas se encuentra sobre el río Juanes y, en períodos de lluvia, se originan diferentes cascadas gracias al aumento del nivel del agua. La acción de la naturaleza también ha provocado que bajo la imponente cascada principal se forme una piscina natural, donde poder nadar tranquilamente en sus aguas limpias y transparentes.
Más allá de bañarse en su piscina natural, la zona cuenta con otros atractivos turísticos como rutas de senderismo. De hecho, Yátova es un municipio que alberga un recorrido circular de aproximadamente ocho kilómetros y fácil de realizar. Se trata de un paseo agradable que transcurre en paralelo del río Juanes, pudiendo contemplar la huella del paso del agua en la zona.
El impresionante Monstruo de Millares
La desconocida Millares, en València, alberga paisajes naturales que nada tienen que envidiar a los países de Indonesia. Entre sus principales reclamos, destaca un rincón digno de visitar: un salto vertical de 60 metros de altura conocido como El Monstruo. Así bautizaron a la segunda cascada más grande de la Comunitat Valenciana, ya que desde el pueblo, se puede escuchar el sonido del agua como si fuesen unos rugidos, sobre todo durante períodos lluviosos.
En el año 2019, se habilitó su acceso a pie para poder bañarse en el El Monstruo o Tollo Jorge y, aunque la bajada a la cascada entraña algo de peligro, la vista que se tiene de ella merece la pena. Para llegar a este lugar, se debe tomar la senda de la Ruta del Nacimiento y, desde ese punto, descender al lecho del barranco para seguir el curso del río en el sentido izquierdo.
Aguas cristalinas, rodeadas de naturaleza y en un entorno idílico para disfrutar de un baño refrescante. Además, Millares ofrece un sinfín de tesoros patrimoniales como la muralla de su castillo o una pequeña colección museo gráfica dedicada a la paleontología y la arqueología.
Las cascadas incesantes de Otonel
Muy cerca de la aldea de Otonel, perteneciente al municipio de Cortes de Pallás, se ocultan los Chorradores de Otonel. Se trata de un conjunto de continuas cascadas que desembocan en el río Júcar y una de ellas alcanza hasta los 50 metros de altura, siendo la tercera más grande de la Comunitat Valenciana.
Aunque presenta formaciones tobas y cuenta con una poza al pie de la cascada, el acceso a los Chorradores es sólo aptos para expertos. El motivo principal de ello es porque el lugar es una zona perfecta para practicar uno de los deportes de riesgo más populares: el barranquismo acuático.
La cascada se sitúa sobre el barranco de Otonel, junto al puente de la Cávera, y se considera uno de los descensos más peligrosos de la provincia valenciana, con rápeles de hasta 50 metros. Por tanto, es un plan perfecto para aquellos que cuenten con experiencia en este tipo de deportes y quieran descubrir uno de los rincones más mágicos de la Comunitat Valenciana.
Una réplica de Tailandia en Buñol
Nunca antes había sido tan fácil viajar a Tailandia. Buñol, municipio de la provincia de València, contiene uno de los billetes directos hacia el paisaje de este país asiático: la Cueva del Turche. Se trata de un gran anfiteatro natural de roca y vegetación, con una cascada de 60 metros de altura y una gran piscina natural donde poder refrescarse.
El camino hasta esta cueva es de lo más pintoresco. A través de una pista forestal, que atraviesan los ríos Juanes y Buñol, se encuentra esta zona de baño tan popular en la Comunitat Valenciana. A escasos metros de la piscina natural, existe una presa que retiene las aguas de los ríos, formando una pequeña cascada y un lago donde poder bañarse.
Durante gran parte del año esta cascada permanece seca, ya que posee un caudal variable y depende, principalmente, de las lluvias estacionales. Aunque el acceso es gratuito y no está controlado, la zona tiene un aparcamiento en la entrada a la Cueva del Turche, por el que se deben abonar 5 euros. Sus aguas de azul turquesa, la abundante vegetación y el ambiente tranquilo que se respira lo han convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la provincia de València.