Valencia vive un momento histórico con la firma del I Pacto del Agua de l’Albufera, un acuerdo sin precedentes que garantiza el suministro de caudales esenciales para la conservación de este emblemático humedal. El documento ha sido rubricado en el Palau de la Generalitat por el president Carlos Mazón, el conseller de Medio Ambiente, Vicente Martínez Mus, la alcaldesa María José Catalá y representantes de las comunidades de regantes del Júcar y del Túria.
Con este pacto, l’Albufera de Valencia se posiciona como símbolo de reconstrucción ecológica, tras los efectos devastadores de la DANA. El acuerdo refleja el compromiso colectivo por preservar uno de los espacios naturales más valiosos de España, declarado Parque Natural y candidato a Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Más agua, mejor calidad y gestión coordinada: las claves del acuerdo
El I Pacto del Agua contempla el envío garantizado de 24,3 hectómetros cúbicos (hm³) anuales de agua a l’Albufera durante los próximos tres años (2025-2027), una cifra muy superior a los 14,5 hm³ que recoge actualmente el Plan Hidrológico del Júcar. Los caudales procederán tanto del sistema del Júcar como del sistema del Túria, gracias a dos protocolos específicos firmados con las comunidades de regantes de ambos ríos.
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Desde el Júcar, la Acequia Real, la Acequia del Oro, la Acequia de Sueca y otras comunidades cederán un total de 11 hm³ entre el 15 de octubre y el 15 de mayo, periodo en el que no se utiliza el agua para el cultivo del arroz.
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Desde el Túria, el Sindicato de Riegos de Aldaia, Quart, Mislata, y las acequias de Muntanya y Favara aportarán 13,3 hm³ adicionales en el mismo periodo.
El reparto de los recursos se articulará en tres fases: una primera de transición en 2024-2025, una segunda de consolidación en 2025-2026 y una tercera de evaluación y continuidad en 2026-2027. El conseller de Medio Ambiente, Vicente Martínez Mus, ha sido claro: “La defensa de este espacio natural nos concierne a todos. Los valencianos sabemos unirnos cuando se trata de defender lo nuestro”.
Además, se incluirán medidas complementarias para garantizar la calidad del agua, especialmente durante los meses más críticos del invierno, cuando el lago necesita ser inundado para evitar la salinización, la eutrofización y la pérdida de biodiversidad. El pacto también contempla el aprovechamiento de aguas regeneradas de la EDAR de Pinedo para el riego agrícola, liberando así más caudales naturales para el ecosistema.
La voluntad de los regantes: generosidad y compromiso
Uno de los aspectos más significativos del pacto es la cesión voluntaria de recursos hídricos por parte de los regantes, que han demostrado un profundo compromiso con la sostenibilidad del entorno. “Este pacto es el ejemplo que debe seguirse en el proceso de reconstrucción”, ha señadado Antonio Costa, presidente de la Acequia Real del Júcar. “El agua que cedemos podría usarse para otros fines, pero hemos entendido que sin un ecosistema sano, no hay futuro para nadie”.
También José Fortea, presidente de la Comunidad de Regantes de Sueca, puso en valor la colaboración interterritorial: “El Júcar y el Túria comparten el reto de mantener vivo este humedal y nuestro compromiso con el territorio va mucho más allá del riego. L’Albufera es el tesoro natural que compartimos todos”.
Por su parte, José Alfonso Soria, presidente del Sindicato de Regulación de las Aguas del Túria, destacó la importancia de planificar a largo plazo: “Queremos que este compromiso se mantenga más allá de los tres años. L’Albufera necesita estabilidad, y eso solo se logra con consenso, no con enfrentamientos políticos”.
María José Catalá: “Es el momento de l’Albufera”
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha definido el acuerdo como “histórico” En su intervención, ha hecho una defensa emocional del lago: “L’Albufera es nuestra alma, es el punto de encuentro físico y emocional de València y del área golpeada por la DANA. Ahora es momento de protegerla”.
Catalá ha destacado que el Ayuntamiento ha invertido 8,7 millones de euros para una limpieza urgente de la laguna, y que ahora los esfuerzos se centran en mejorar la calidad del agua y garantizar un caudal suficiente. “Gracias a la Generalitat y a los regantes resolvemos hoy un problema que otros no han querido resolver”, ha sentenciado la alcaldesa tras señalar la ausencia de ayudas por parte del Gobierno Central y de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Mazón: “No nos quedamos de brazos cruzados”
El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha celebrado el pacto como “un ejemplo de unidad, responsabilidad y amor por nuestro territorio”. En su intervención ha recordado que la Generalitat Valenciana reutiliza más del 40% del agua reciclada en toda España, y que la región es líder en eficiencia hídrica. “Apreciamos cada gota porque sabemos lo que vale para nuestro futuro Por eso no podemos permitir que se pierda la oportunidad de proteger un espacio tan único como l’Albufera”, ha subrayado.
El líder del Consell también ha confirmado la retirada del contencioso administrativo interpuesto por la anterior administración contra la Confederación Hidrográfica del Júcar por incumplimiento de los caudales ecológicos. No obstante, el president ha recalcado que la Generalitat seguirá exigiendo los caudales necesarios para l’Albufera.
“Estamos reivindicando lo que nos corresponde, con exigencia, pero también con responsabilidad. Por eso, frente a la inacción del Gobierno, nosotros actuamos. No nos vamos a quedar de brazos cruzados esperando que los demás nos solucionen los problemas, porque nosotros damos pasos adelante para hacerlo”, ha asegurado.
Efectos ambientales y beneficios ecológicos
Se prevé la reutilización de aguas tratadas de la planta de Pinedo para riego, lo que liberará caudales del río Túria destinados a la inundación invernal del marjal norte de l’Albufera. Este sistema mejora la biodiversidad del lago, evita la salinización de los acuíferos y favorece el cultivo del arroz, clave en la economía local.
El aumento del caudal beneficiará directamente a la fauna y flora del parque natural, donde habitan más de 300 especies de aves y múltiples especies endémicas en peligro de extinción. Además, permitirá mejorar la conectividad hídrica con el mar, reducir la entrada de aguas salobres y aumentar la oxigenación del lago.
L’Albufera: un símbolo de reconstrucción tras la DANA
L’Albufera, duramente afectada por las inundaciones de octubre, se convierte en un emblema de resiliencia. La rápida respuesta de la Generalitat, que en apenas tres semanas logró restablecer el “vertido cero” al lago desde los colectores norte y sur, marcó un punto de inflexión.
Ahora, con este pacto, se consolida un modelo de gestión hídrica basado en la prevención, la anticipación y la cooperación institucional. “Hoy no solo firmamos un acuerdo. Hoy firmamos un cambio de paradigma. Porque solo desde la unidad y el respeto a la naturaleza se puede garantizar un futuro mejor”, concluye María José Catalá.