Si Valencia se caracteriza por la alegría de sus calles, estos días esas calles están repletas de música, luz y color. Pasear por la ciudad y sus alrededores es encontrar fiesta y arte en cada esquina. Las fallas están en cada uno de los rincones de la ciudad. Muchos son los monumentos que ver y visitar. Grandes, pequeños, con grandes presupuestos o con números más modestos pero todos ellos con la misma ilusión y el mismo arte. Las fallas, ese arte efímero, que casi todos los valencianos aman y que a los visitantes enamora y maravilla cuenta entre sus comisiones con once comisiones 'especiales', las de la Sección Especial, las que mayor presupuesto dedican a sus monumentos.
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Pasear por las calles de Ruzafa es disfrutar de las mejores calles iluminadas además de colosales monumentos rodeados de otros más pequeños. Entre las que se encuentran en el barrio, y que este año ha ganado el premio de las Calles Iluminadas, es Cuba-Literato Azorín quien de la mano de Carlos Carsí viajan al mundo del Mago de Oz desde el que contemplar la actualidad política y social española.
Ya saliendo del corazón de la ciudad, Na Jorndana, Monestir de Poblet-Aparicio Albiñana (este año imperdible pues se ha alzado con el máximo galardón), Almirant Cadarso-Comte d’Altea, Na Jordana, Exposició-Misser Mascó, Regne de València-Duc de Calàbria, Malva-Rosa-Antoni Ponz-Cavite y Federico Mistral-Murta completan el recorrido por lo más especial de las fallas de 2017.