El Consell ha puesto en marcha una nueva ayuda de 2.000 euros por hijo destinada a las familias de los municipios afectados por la DANA que ampliaron el núcleo familiar tras la catástrofe. La iniciativa forma parte del paquete de actuaciones sociales impulsadas tras el temporal y pretende ofrecer un apoyo complementario a los hogares que acreditaron daños y tengan hijos nacidos, adoptados o en situación de acogida con fines de adopción entre el 29 de octubre de 2024 y el 31 de diciembre de 2025.
Podrán beneficiarse de estas ayudas las personas progenitoras, adoptantes o en guarda que estuvieran empadronadas en los municipios afectados en la fecha del temporal y que, además, hayan sido beneficiarias de alguna de las ayudas de emergencia previamente aprobadas por la Generalitat, tanto para paliar la pérdida de bienes de primera necesidad como para reparar los daños derivados de vehículos siniestrados. Con esta medida, la Generalitat quiere garantizar que la situación provocada por la riada no comprometa el bienestar ni la estabilidad económica de quienes han afrontado un nacimiento o una adopción en este periodo.
La ayuda individual será de 2.000 euros por cada hijo o hija nacido, adoptado o en guarda con fines de adopción durante el periodo establecido. El decreto cuenta con un presupuesto total de 30 millones de euros, distribuidos en 10 millones para 2025 y 20 millones para 2026, con posibilidad de ampliación mediante acuerdo del Gobierno autonómico.
El plazo para solicitar esta ayuda se abrirá al día siguiente de la publicación del decreto en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) y se mantendrá vigente hasta el 31 de enero de 2026. Las familias podrán realizar el trámite tanto por vía telemática como de forma presencial, acudiendo a registros públicos, oficinas PROP, Correos y representaciones consulares españolas.
Una batería de medidas dentro del Plan Endavant
Estas ayudas a la natalidad forman parte de un paquete más amplio aprobado por el Consell dentro del Plan Endavant. Así, junto a la ayuda por nacimiento o adopción, el Gobierno valenciano ha dado luz verde a un programa destinado a la reparación o sustitución de ascensores inutilizados por la inundación, un problema que ha supuesto un obstáculo grave para residentes con movilidad reducida.
Según los cálculos del Consell, cerca de 300 ascensores quedaron fuera de servicio. Por ello, para atender estas actuaciones se han reservado inicialmente 10 millones de euros, ampliables en otros cinco. Además, se refuerza la línea dirigida a la demolición de viviendas completamente destruidas o muy dañadas, cuyo presupuesto aumenta hasta 1,2 millones de euros, con el fin de cubrir todas las solicitudes que cumplían los requisitos.
En la rueda de prensa tras el Pleno del Consell, la portavoz del Gobierno valenciano, Susana Camarero, ha informado de que “en muchos de los inmuebles afectados por las inundaciones, el ascensor quedó fuera de servicio, lo que ha supuesto una barrera arquitectónica insalvable para muchas personas que no pueden salir de sus hogares o que ven muy limitada su autonomía personal, y estas ayudas tienen como finalidad agilizar la reparación o sustitución y permitir que las personas puedan recuperar la normalidad en su vida cotidiana”.