El Valencia CF volvió a dar otro importante paso hacia adelante en la Liga tras imponerse al Celta por 3-2, en un espectacular encuentro lleno de emoción y plagado de goles en el que los de Voro certificaron su solidez en Mestalla con una victoria basada en su fe ciega y capacidad de reacción. Los visitantes se adelantaron, empataron y, cuando se veían con el empate, apareció la figura de un inconmensurable Carlos Soler para certificar tres valiosos puntos que le permiten escalar posiciones y mirar de otra forma este final de Liga.
Y es que por fin se rompió la mala racha. A la cuarta fue la vencida. El Celta estaba siendo el equipo maldito de la temporada, ya que en los tres enfrentamientos anteriores, dos de Copa del Rey y el de Liga en Balaídos, los de Mestalla habían perdido los tres encuentros. Pero esta noche el Valencia CF estuvo muy metido en todo momento, supo remontar, aguantar y apuntillar a su enemigo en el momento justo.
El Valencia CF salió como un torbellino y, en apenas seis minutos, ya había botado cinco saques de esquina. Apabulló al Celta que veía cómo los locales le entraban por la banda derecha, por la izquierda, aunque les faltaba concretar el último pase. Parejo tuvo el primero, pero una nube de piernas lo evitó. Sin embargo, el primer centro al área de los visitantes, tras un saque de falta de Wass, acabó en el 0-1 gracias al cabezazo de Cabral.
Ese tanto celeste afectó mucho al ánimo de los valencianistas que no esperaban tan duro golpe después de un arranque tan ilusionante. Diego Alves evitó lo peor con los pies tras una galopada de Iago Aspas. Poco después Zaza pudo sorprender al meta Sergio al estar listo en un rechace, pero no tuvo la suerte completa del gol.
Pero este Valencia CF ya era otro muy diferente. Había reaccionado, levantado la cabeza y estaba sacando todo su orgullo y casta. Así, una magnífica acción de Zaza, con taconazo incluido a Cancelo, acabó con el empate de Parejo merced a la gran asistencia del joven lateral que lo festejó con rabia demostrando su calidad y visión de juego. El ‘10’ volvía a ver puerta y sumaba su quinta diana de la temporada.
Antes del descanso otra vez el italiano rondó el gol, pero su potente remate salió alto cuando ya se cantaba el segundo de la noche. El final sólo tuvo un color, el blanquinegro, que fue como el inicio. Mestalla agradeció con aplausos el esfuerzo de los suyos cuando el colegiado pitó el final del primer tiempo.
En la segunda mitad, con un joven Carlos Soler majestuoso, el Valencia CF quiso marcar pronto y darle la vuelta al marcador. Un centro del ‘18’ fue cabeceado por Orellana a las manos de Sergio. Los de Voro rondaban el área céltica con mucha frecuencia a la espera del zarpazo definitivo. Cancelo estuvo inmenso en una jugada personal que acabó en el poste del Celta. Era un monólogo blanquinegro, eso sí, sin el premio final.
Pasada la hora de juego Voro metió al canterano Lato en el campo, otro producto de la Academia que apunta muy alto. En su primera aparición corrió la banda, se metió entre líneas y se la puso en bandeja a Munir para hacer el 2-1. No podía salir mejor la apuesta del técnico. Cancelo, de nuevo, quiso ser protagonista y Sergio le impidió serlo al máximo con una buena parada.
Munir tuvo el tercero, pero un increíble ‘piscinazo’ de Iago Aspas fue señalado por Fernández Borbalán como pena máxima, una decisión errónea del colegiado porque el delantero céltico se dejó caer ante Carlos Soler que le acompañaba en la acción. Y el ‘10’ visitante no falló ante Diego Alves y ante las fuertes protestas de los jugadores valencianistas y la afición de Mestalla.
Otra vez tocaba cambiar la dinámica y buscar la victoria en los compases finales. Y lo hizo como los grandes. Carlos Soler, como si estuviera diez años en Primera División, elevó el balón con gran maestría ante Sergio para poner el 3-2 definitivo ante el delirio de los aficionados que coreaban su nombre. Eso sí, el pase de Enzo Pérez al hueco fue estratosférico.
Al final, gran victoria del Valencia CF ante la que era su ‘bestia negra’ en un partido muy emocionante en el que supo remontar el gol inicial de Cabral, sobreponerse luego al empate y llevarse los tres puntos a base de buen juego, fe y mucha lucha.
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