El Ciudad de València hizo mucho ruido en el estreno liguero en la Primera División. La afición tenía ganas de ver a su equipo, tanto como los granotas de comenzar con un triunfo su nueva andadura por lo que el Levante no defraudó. Los de Muñiz salieron a por todas desde el primer minuto y dieron mucho juego a lo largo de un partido en el que demostró que seguían siendo los chicos de siempre. El Levante supo sufrir pero la constancia tuvo premio en el minuto 88 cuando Morales de penalti sumaba el gol de la victoria. Los granotas dieron en el primer encuentro una excelente imagen en el terreno de juego con un equipo agresivo, con hambre de gol, bien puesto en el campo y con las ideas igual de claras que las acabó la temporada pasada tras haber batido casi todos los récords.
El Levante lo intentaba una y otra vez, en el minuto 19 Bardhi remataba, tras la asistencia de Campaña, un balón desde fuera del área que se iba alto. Un par de minutos después Toño hacía que el balón se paseara por el área de Andrés Fernández tras estar Bardhi en fuera de juego. Con el paso de los minutos, el conjunto de Fran Escribá fue encontrándose mejor y tras el parón en el minuto 24 que el colegiado Álvarez Izquierdo decretaba para hidratarse el Villarreal despertaba. Llegaban los mejores minutos del conjunto visitante. Sin embargo, los de Muñiz supieron mantenerse firme y a falta de poder crear juego se lanzaron a la contra por lo que las ocasiones granotas siguieron llegando. A pesar de las ganas que los granotas ponían, el Ciutat de València llegó al descanso con el 0-0 en el marcador.
Los minutos iban pasado y, a pesar de ese dominio, los de Muñiz no encontraron la forma de lograr sumar sus tres primeros puntos. El gol de partido lo tuvo Morales en sus botas cuando en el minuto 80 Andrés Fernéndez se encontraba el balón para despejarlo. El Levante recuperó el esférico y la siguiente jugada de Ivi se marchaba muy ajustada por el palo. Quien la sigue, la consigue y los granotas habían luchado mucho para lograr ese gol. Fue en el minuto 88 cuando un Morales, pletórico durante todo el partido, tras fabricarse la jugada era derribado en el área amarilla. El colegiado pitaba pena máxima y el mismo Comandante sumaba el primer tanto en el regreso a la Primera División. El Levante aguantó las últimas embestidas y consiguió sumar tres puntos que saben a gloria.