Con 20 tantos encajados en 34 jornadas, Raúl Fernández es uno de los porteros menos goleado de la Liga1|2|3. Este bilbaíno llegó el pasado verano procedente del Mirandés para dos temporadas. Cuando restan ocho jornadas para acabar la presente campaña, Raúl mantiene la tónica del resto del equipo, lo importante es cómo conseguir el ascenso y lo que menos cuándo se produzca pues si se sigue el camino trazado hasta el momento no tardarán en conseguirlo. El cancerbero granota está feliz en Valencia y contento por la temporada que están realizando tanto el equipo como el mismo.
Parece lógico no poder mantener el ritmo de victorias y empates a los que han acostumbrado al público...
Sí, es lógico. Hasta el momento creo que nos ha salido bastante bien pero será al final de la temporada cuando debemos valorarlo. Todavía nos quedan partidos para terminar la Liga pero podemos decir que el ritmo ha sido bueno. Hemos sumado muchos puntos y, sobre todo, hemos logrado mantener la mentalidad ganadora porque después de ganar un partido el equipo puede tender a relajarse. En nuestro caso nunca ha sido así y el equipo siempre quiere más y queremos acabar la temporada, por lo menos, mejorando la primera vuelta.
Creo que la única forma de lograr nuestro objetivo es preocuparnos en el cómo no el cuándo. Entendemos que el cómo debe ser como lo hemos hecho hasta ahora, hemos trabajado mucho los partidos, estamos mentalizados de lo que tenemos que hacer y al final eso es lo que va a lograr que lo consigamos. No hay que obsesionarse y queremos hacerlo como lo hemos hecho hasta ahora, siendo un equipo solidario, trabajando mucho... no debemos perder ese camino porque sino se puede complicar.
¿Qué balance hace de la temporada y de su trabajo en el equipo?
Todavía quedan partidos y el balance debemos hacerlo cuando acabe la temporada. Será entonces cuando veremos como ha salido todo el año. Lo cierto es que, hasta ahora, estoy contento, me siento muy a gusto, estoy trabajando bien... así que lo que son números y resultados lo valoraremos al final.
¿Qué diferencias encuentra entre el Levante y el resto de equipos en los que ha militado?
El año pasado era otro tipo de entrenador, el equipo y los objetivos eran también distintos. Era otra forma de trabajar. Este año de lo que se trata es que el equipo compita en Segunda con jugadores de Segunda División. No queremos hacer nada distinto de lo que se plantea en Segunda, simplemente hacerlo muy bien. Cuando toca atacar, lo hacemos todos, cuando toca defender también. Creo que esa es una de las claves de este equipo, que sabe amoldarse a la categoría muy bien y se ha adaptado a las circunstancias. Cuando ha hecho falta arremangarse lo hemos hecho todos y esa es la principal diferencia que ha marcado hasta ahora.
He crecido mucho con el paso de las temporadas. Al final, la experiencia de verte en situaciones complicadas, con lesiones, en momentos en los que no juegas, no dispones de los minutos necesarios... esa, tal vez, sea la principal diferencia de cuando empecé. El puesto de portero es muy psicológico, hay que tener la cabeza fría para no desesperarte en los momentos en los que no juegas, hay que trabajar duro para sentirte bien y es lo que estoy viviendo ahora. Tal vez todo lo que está pasando ahora sea el fruto del trabajo acumulado, de todo lo que he vivido hasta el momento. Ahora puedo dar lo mejor de mi y estoy muy feliz.