El Valencia viajaba al Benito Villamarín con varios objetivos en mente. Seguir el camino del éxito sumando una nueva victoria, demostrar que el juego que despliega es algo que ha logrado para tiempo, así como colocarse segundo en la tabla de clasificación y consolidarse en los puestos altos. La primera media hora de partido sirvió para medir fuerzas pero poco a poco la lata del feudo verdiblanco se fue abriendo a un recital de goles. El Valencia logró inaugurar el marcador en el 35 gracias a Kondogbia, a punto de encaminar los vestuarios lograba poner el 0-2 en el marcador con el gol de Guedes. Ya en la segunda parte, Rodrigo en el 64 y Santi Mina diez minutos después daban casi por sentenciado el partido. Pero el Betis no vendería fácilmente su derrota y en poco más de cuatro minutos (del 80 al 84) Campbell, Sanabria y Tello ponían el miedo en el cuerpo a los de Marcelino. El conjunto blanquinegro lograba sobreponerse para aumentar su renta en el 88 gracias a un Zaza que acabó lesionado y Pereira en el 92 remataba la fiesta poniendo el 3-6 en el marcador.
Tras la reanudación, el Betis salió con otro aire. Con ganas de conseguir el empate y seguir invicto en su feudo. Logró encontrar alguno huecos y mantener el dominio del balón en los primeros compases de estos 45 minutos.
Tras el fallo del penalti, el Betis se vio otra vez acorralado por el conjunto de Marcelino que buscaba sentenciar el partido y en el minuto 65 lo conseguía tras el saque de esquina que Rodrigo remataba de cabeza para poner el 0-3. El Valencia quería más y diez minutos más tarde Santi Mina driblaba a varios defensores para conectar desde dentro del área un disparo que dejaba clavado a Adán haciendo subir el 0-4 al marcador.
Parecía todo controlado y los tres puntos en el bolsillo. Pero el Betis despertó en el único momento que el Valencia decidió mirar las musarañas. Era el minuto 80 cuando un lanzado Betis que no tenía ya nada que perder lograba hacer el gol del honor gracias al disparo de Joel Campbell. Un minuto después el mismo jugador obraba su magia para poner el 2-4 y tan sólo cuatro minutos después, en el 84, Tello metía el miedo en el cuerpo al Valencia con el 3-4.
Con el miedo en el cuerpo, el visible cabreo de su entrenador, y los cambios hechos, al Valencia sólo le quedaba rezar y pedir la hora... ¿o no? El conjunto blanquinegro tomó la opción de seguir asediando la portería de Adán a ver si lograba, de nuevo, el gol de la tranquilidad. Y tanto fue el cántaro a la fuente que Zaza en el 88 lograba el quinto del partido pero no contentos con eso, ya en tiempo de descuento, Pereira ponía el 3-6 en el 92 justo antes de que el colegiado pitara el final de un encuentro en el que el Valencia logró abrir la lata del Benito Villamarín.