Deportes

El dueño invisible del Valencia

Peter Lim és un dels tants empresaris estrangers que van veure la possibilitat d’invertir en reconeguts clubs europeus. És amo del Valencia des del 2014, però no està…

1 minuto

A estas alturas de la Liga, Peter Lim es un sustantivo complejo, un fantasma que está presente por ausencia. Cuando Mestalla sufre los minutos añadidos de cada partido las cámaras apuntan hacia Layhoon Chan, su emisaria que con congoja observa cómo los jugadores se sumergen en el nerviosismo.

El singapurense no se sienta en el estadio hace ocho meses, tiempo suficiente para concluir que lo que suceda con el Valencia no es una prioridad en sus viajes de negocios. Cuando Ayestarán partió, el cuarto técnico desvinculado por Lim, tampoco fue necesario que el máximo accionista de Meriton viajara. Ahora tampoco.

Su actitud es inédita si pensamos en los grandes equipos de Europa. En Stanford Bridge se ve constantemente a Roman Abramóvich (esta última semana junto a Andrea Pirlo y Lampard), el magnate ruso que además de ser el dueño del Chelsea desde 2003 posee una gran fortuna. Su rostro es ampliamente reconocido por los blues.

El Manchester City de Pep Guardiola vive un caso parecido. Mansour Al Nahyan, el jeque de los celestes, propietario además del NYC y del Oklahoma de basket, parece estar muy ocupado pero le gusta ir al estadio.

El excéntrico multimillonario, político y también jinete todavía tiene una obsesión con Messi y quiere llevárselo a como dé lugar a Inglaterra en los próximos mercados de fichajes, entre muchas otras cosas que se dicen de su persona; alegre y elegante, constantemente es fotografiado en el Etihad Stadium junto a otras personalidades, en el mismo lugar que la afición.

¿Y a nivel local? En 2014, el jeque Al-Than, dueño del Málaga, fue criticado porque no pisó La Rosaleda durante casi dos años. Hoy se ha acercado al club andaluz e incluso utiliza su cuenta de Twitter para criticar arbitrajes, como en el polémico 1-1 contra el Granada en la última jornada.

El empresario chino Jiang Lizhang, por otro lado, se hizo con el club nazarí en junio, por lo que aún no ha tenido tiempo para mostrarse y esconderse. Sin contar, por supuesto, la situación paupérrima de este conjunto en Liga.

Peter Lim tiene donde mirar ejemplos para cambiar su comportamiento y detener los susurros sobre su persona. O, derechamente, mirar desde Singapur cómo el Valencia se avergüenza más y más de su presente.

Etiquetas: