El Valencia Basket saltó a la pista del WiZink Center con la lección aprendida de lo ocurrido hace dos días. Los pequeños detalles iban a marcar la diferencia y los de Pedro Martínez eran muy conscientes de la importancia de adjudicarse el partido. Cuarto a cuarto, el conjunto taronja fue vaciándose para contener al Real Madrid. El primer cuarto fue de total dominio taronja, el cuarto siguió mandando en el marcador pero los de Pablo Laso fueron reaccionando. En el tercer cuarto el Valencia Basket aguantó el arreón blanco para en los últimos y decisivos 10 minutos sentenciar un encuentro que le permite soñar, le proporciona el factor cancha y permite escribir con letras de oro una nueva página en la historia del club.
El segundo cuarto el Valencia Basket volvió a salir con la misma intensidad pero el Real Madrid iba cogiendo velocidad para ir poco a poco recortando en el marcador. El primer balón que tocó Taylor acabó siendo un triple que les acercaba a tan solo tres puntos (25-28). Sin embargo, los valencianos no se pusieron nerviosos y fueron capaces de mantener la ventaja durante todo el cuarto que llegó a ser de 8 puntos (25-33, minuto 12). Pese a las buenas defensas, el sacar hasta en cuatro ocasiones un 2+1 y convertirlas, el hecho de lograr que el el Madrid perdiera seis balones más que ellos no logró el golpe mortal al encuentro pues los de Pablo Laso fueron poco a poco gracias a Felipe Reyes y Sergio Llull y consiguieron llegar al descanso solo dos abajo (41-43).
El último cuarto empezó igualado con el triple de Diot (64-64) y presagiaba la lucha de poder que iban a vivir ambos conjuntos. El conjunto taronja había aprendido la lección en el último partido. Había pulido los detalles en defensa y en la recuperación de balones y rebotes. Sabía que darle la mínima oportunidad al Madrid era penalizado. Mantenía su filosofia de ir cuarto a cuarto y le estaba funcionando. Faltaba rematar la faena en estos últimos diez minutos de infarto que se iban a vivir en el WiZink Center. Los de Pablo Laso seguían tirando mano de su capitan y del incombustible Llull. Pero esta vez Bojan Dubljevic salió para revolucionar el partido.
Empataron la eliminatoria, recuperaron el factor cancha y regalaron a la afición taronja la posibilidad de soñar con el primer título de Liga de la historia del club. Pase lo que pase en la Fonteta el conjunto que dirige Pedro Martínez está escribiendo la página del 30 aniversario con letras de oro. Ahora toca escribir una más, el próximo miércoles 14 a partir de las 20:30 horas en la Fonteta.