Reflexiona el jugador de fútbol, pero también la persona que habita en su interior. Bardhi desnuda sentimientos mientras redunda en su condición de futbolista profesional. “Me siento muy feliz formando parte de este equipo”. Y traslada emociones en cada frase que construye mientras acentúa todo aquello que está ocurriendo a su alrededor con el balón como principal protagonista. Son tiempos de cambios superlativos, de descubrir nuevas emociones y desconocidos escenarios, de exteriorizar sensaciones, de ir alzando una nueva identidad con la camiseta azulgrana pegada a su piel. El atacante macedonio hace balance tres meses después de comprometerse con la sociedad del barrio de Orriols. Enis pone en orden sus pensamientos.
“Tenía otras ofertas, pero la más importante era la del Levante porque podía jugar en una de las mejores ligas del mundo. Y me siento cada vez mejor. Siento que estoy mejorando. Soy muy joven, tengo 22 años, y sé que pueda dar mucho más de mí. Me siento agradecido a los entrenadores y al Levante porque me están ayudando de la mejor manera posible”, relata advirtiendo la dimensión que significa, desde un prisma personal, competir en LaLiga Santander con la casaca levantinista. Y no hay dudas al respecto. Todas las experiencias desarrolladas en este intervalo temporal validan la decisión adoptada durante el pasado verano.
Su discurso destila humanidad. Si algún componente enfatiza es la honestidad y la lealtad como forma incorruptible de manifestarse y de caminar por la vida. El fútbol puede quedar en un plano de inferioridad si no hay complicidad y química. En ese sentido destaca la unión del plantel que conforma el Levante. A su juicio, es una cuestión fundamental para alcanzar la felicidad. “Hay una atmósfera muy buena en el vestuario y eso es lo que necesito y lo que me hace sentir feliz aquí. A veces no es realmente importante el lugar, sino lo que realmente es importante es el grupo porque no es positivo un mal ambiente. Así que este es mi trabajo conocer mejor cada día a mis compañeros”.
Bardhi tiene palabras de reconocimiento hacia la figura de Muñiz. Del preparador elogia sus conocimientos tácticos, pero también los valores humanos que traslada. Cumple esa dualidad que trata de expresar. “Es muy buen entrenador, pero ante todo me gusta porque es muy buena persona y creo que eso es lo más importante. Puedes ser un gran jugador, pero si no eres también una buena persona tal vez no le caigas bien a la gente. Muñiz tienen una personalidad y un carácter muy bueno igual que todos los chicos que hay en el equipo”. Desde un prisma deportivo, no hay diques de contención para el crecimiento individual siempre mostrando la versión más colectiva de su perfil. “Estoy contento con mi temporada, pero quiero más. Cuando marco, cuando hago las cosas bien siempre intento ir a más. Así que espero demostrar más en los próximos partidos para intentar ayudar al equipo”.
Enis esconde un cañón entre sus botas. Hay encantamiento cuando afrontas las faltas en las proximidades del área rival. Lo ha demostrado con hechos en la epifanía del ejercicio liguero. Hay una experiencia íntima que transporta al futbolista y le permite imaginar y sentir la resolución. El enigma no es irresoluble. Desde la repetición se alcanza la excelencia. “El secreto es… mucha gente me lo pregunta y siempre digo lo mismo. Siempre he entrenado mi tiro desde que era muy pequeño y he entrenado mucho los lanzamientos de falta, pero nunca he lanzado también como ahora. He mejorado con el tiempo. Ahora siento el gol, siento la falta. Creo que es una de las claves también. Pero es un duro trabajo y con esfuerzo cualquiera puede lanzar así”.
Bardhi dejó su estela con la Selección en el postrer partido disputado ante Liechtenstein. El atacante, que lidera el proceso de renovación de la joven República balcánica, estrenó su currículum anotador. Fue un momento repleto de magia. “El gol en Macedonia fue especial para mí porque llevaba diez partidos con la Selección Absoluta. Estamos mejorando. Somos muchos jugadores procedentes de la Selección Sub’21 y tenemos que preparar esta nueva generación. Será un período un poco largo, pero lo estamos haciendo bien. Macedonia está cambiando y está empezando a crecer”.