La historia se sitúa en 'El Cabaret de los hombres perdidos'. Está a punto de cerrar. El ruido de una carrera alerta a los personajes que se hallan en el Cabaret. Un muchacho es perseguido, alcanzado, golpeado. Aun así, logra escabullirse y entrar en el Cabaret. Todavía no sabe que esa persecución le ha llevado a una nueva forma de vivir. Dentro le están esperando el Destino, un tatuador y Lullaby, que le curarán las heridas y escenificarán cómo puede ser su futuro. El muchacho quiere ser cantante, pero la oferta que recibe es diferente.
Tras el éxito que cosechó el 2016, La Rambleta recupera ‘El cabaret de los hombres perdidos’, bajo la dirección de Israel Reyes. Un espectáculo protagonizado por Cayetano Fernández, Leo Rivera, Supremme de Luxe y Armando Pita que sacudirá conciencias. La duda existencial, la hipocresía y el miedo vuelven al tablero en esta nueva apuesta donde la música retratará las emociones de los personajes y “perturbará los pensamientos de los espectadores”.
Hoy, en València Extra, hablamos con Supremme de Luxe, Lullaby en ‘El cabaret de los hombres perdidos’, que estará en La Rambleta del 26 de diciembre al 4 de enero.
Tras el éxito de 2016, ‘El cabaret de los hombres perdidos’ vuelve otra vez a Rambleta pero con un formato renovado, ¿qué cambios se han introducido?
Pues mira, yo soy una de las partes de la renovación, porque yo no estuve en 2016. Pero, además del reparto, el director Israel Reyes también ha hecho una readaptación del texto, porque el original es en francés. Había una primera adaptación, pero se ha actualizado. Además, ha habido una renovación en la escenografía y se ha incorporado más música. Antiguamente, se hacía con un pianista solo, y esta vez hay una banda con tres músicos en escena.
Creo que estos cambios contribuyen a engrandecer también el montaje, a que quede más compacto. El original está muy bien planteado, de ahí que fuera muy bien, porque estaba con un reparto muy solvente, y que lo sacaban muy bien adelante, pero yo creo que, ahora, se ha cuidado mucho más el envoltorio de la función.
En la presentación de la programación de la temporada de Rambleta, la anunciaron como una de las más divertidas y transgresoras de la temporada, ¿la definen bien?
Fíjate que el que digan que es tan transgresor me sigue sorprendiendo, pero bueno, creo que es transgresor en el aspecto que es como si pusiéramos un espejo al espectador, ¿no? Se plantean muchas cuestiones y se las pones ahí delante, y creo que lo que tiene de transgresor es que cada espectador lo recibe de una manera distinta y que te hace pensar. Nos hace replantearnos muchas cuestiones y eso siempre está bien.
Y, además, es un montaje divertido, es muy fluido, tiene un ritmo muy rápido, dentro de que no es una comedia al uso, tampoco es un drama al uso, y tampoco es un musical al uso. Pero es muy entretenido y muy divertido así que, sí, en eso estoy de acuerdo.
Claro, porque la música es el hilo conductor de la obra, pero no es un musical como los que estamos acostumbrados…
Efectivamente, la música es muy importante, pero la diferencia es que aquí... la música, la canción, forma parte de la acción y hace avanzar la historia. Hay veces que, en vez de usar la palabra en una escena, se usa una canción. Normalmente en musicales la canción tiene que ver con lo que se está hablando en ese momento, pero aquí, muchas veces, la canción hace que la historia siga su curso y te cuenta algo nuevo.
‘El cabaret de los hombres perdidos’ está enfocada a remover conciencias, ¿cómo se aborda esa reflexión?
La obra nos hace replantearnos cómo habitamos en este mundo, qué decisiones tomamos, por qué, qué nos lleva a hacer una cosa y no otra, qué importancia tienen los impulsos, la búsqueda de refugios, de espacios seguros… Bueno, todo esto, pero principalmente yo creo que es cuestionarnos un poco la importancia de las pequeñas decisiones, de ser conscientes de qué hacemos. La obra parte de un punto en el que a un personaje el destino le presenta su destino, entonces la pregunta es: tú, ¿qué harías si de repente entras a un sitio y te plantean un destino que igual no es lo que tú tienes pensado en un primer momento? ¿Qué harías? ¿Te dejarías llevar, te mantendrías firme, cómo sopesarías eso que te ofrecen? Todo este tipo de cuestiones.
Y, ¿qué es lo que te cautivó de este proyecto?
Pues mira, primero que yo ya lo conocía de la vez anterior y ya me gustaba mucho el texto y el planteamiento; luego me lo planteó Israel Reyes, el director, que yo he trabajado con él en Canarias, presentando la Gala Drag de Las Palmas y, bueno, trabajar con Israel ya me daba seguridad de profesionalidad y de trabajo bien hecho; y luego también me dijeron que mantenían a los actores del reparto original, a tres de ellos, y bueno, yo conozco el trabajo de mis compañeros, soy también ahora su compañero, pero yo era muy admirador de ellos. Entonces, la historia me interesaba, me gustaba quién iba a dirigir y me encantaba el reparto, poder compartir con estas personas… Fue como un todo, me apetecía mucho y, a mí, ya por ser teatro, me tira siempre; cualquier propuesta de teatro yo siempre la miro con más interés y cariño que otra cosa, porque yo soy artista por planteamiento de escena. Ahora hago más tele, quizá, pero a mí lo que me mueve y lo que me va a seguir moviendo es el teatro.
¿Qué papel juega tu personaje en esta obra?
No puedo contar mucho, pero Lullaby es ese cuidado y ese refugio; esa zona segura que muchas veces buscamos en gente. Hay veces que lo encontramos en gente que no nos esperamos, no tiene por qué ser tu mejor amigo, y de hecho, muchas veces, nos pasa que en momentos crudos aparece una mano por ahí o alguien que siempre está por detrás y que te intenta sostener. Entonces creo que juega un poco esa parte con el protagonista y con la historia que le sucede al protagonista.
¿Por qué hay que ir a ver ‘El cabaret de los hombres perdidos’?
La primera razón porque somos una oferta de teatro adulto en Navidad, que eso es un bien escaso porque la oferta ahora es como muy familiar. Además, habrá mucha gente que vuelva a Valencia por Navidad y compartir un espectáculo siempre es una buena opción. Y porque creo que es un espectáculo en el que te ríes, lloras, y sobre todo, te hace pasar por un sinfín de emociones y te hace pensar, pero pensar dentro de un entorno lúdico.
Además, regalamos tatuajes para los primeros días. Entonces, oye, si vienes al teatro, disfrutas y además te vas con un tatuaje que te querías hacer… Mira qué bien, ya te llevas la experiencia completa.
¿Cómo surgió esta iniciativa de unir teatro con tatuajes?
Hay un personaje que es el tatuador, dentro de la obra, que es muy importante, y no te puedo decir más porque si no desvelo, pero te podría decir que los tatuajes son incluso un personaje más dentro de la obra, son muy importantes, tanto el hecho de tatuar como el tatuaje en si. Entonces, tiene todo el sentido del mundo que esto ocurra en esta función.
Ya por último, ¿cómo van los nervios del estreno?
Pues ahí estamos, con más nervios de los habituales, porque es verdad que los estrenos son una cosa horrorosa… Hicimos ya un pre-estreno en Altea, la semana pasada, entonces bueno, ya hemos hecho la función con público, con los músicos, con todo lo que tiene que estar, o sea, ya hemos pasado por ahí y bien, pero todavía queda ajustar cosas, pero más personales, es una cosa como más interna de los primeros días. Pero pueden pasar muchas más cosas ajenas a lo que es la interpretación en si. Es un espacio nuevo, la técnica es nueva, pero bueno sabemos que si pasa algo, nosotros lo podemos solventar, pero es verdad que hay nervios.
De todas maneras, son nervios raros. Son nervios de pensar en lo que puede pasar, pero también son nervios porque tienes muchas ganas de hacerlo. Llevamos meses preparándolo y ya tenemos ganas de mostrarlo, de ponernos delante de la gente que, al fin y al cabo, es el sentido del teatro. Estamos con muchas ganas, nos apetece un montón y estamos todos muy comprometidos con este espectáculo.
Por último, Supremme de Luxe aconseja a quienes estén pensando ir a disfrutar de ‘El cabaret de los hombres perdidos’ en Teatro La Rambleta que compren ya las entradas: “se están vendiendo muy bien, así que no lo dejéis para el último momento. No queremos tener el disgusto de que se quede gente fuera, sino que queremos que nos vea todo el mundo que quiera”.