La Diputació de València ayudará a la Universitat a impulsar un nuevo Museo de Historia Natural y acercar todo el patrimonio científico que guarda, “con un especial énfasis en las poblaciones de la provincia”, a la sociedad valenciana. Esta implicación de la corporación que preside Jorge Rodríguez se materializa a través de un convenio que ha aprobado la Junta de Gobierno de noviembre, mediante el cual se establece una aportación de 100.000 euros a la Universitat de València para contribuir en la puesta en marcha de la nueva sede del museo. Disfrutar en tres dimensiones del vuelo del pterosaurio que habitó hace siglos las tierras valencianas y descubrir el meteorito de 40 kilos que un día fue a estrellarse en la Comunitat son solo algunos de los atractivos de un museo que necesita un nuevo espacio para exhibir las 23 colecciones de aves rapaces, plantas, algas, piedras preciosas y demás encantos naturales que ha ido recogiendo a lo largo de los años de poblaciones valencianas y coleccionistas privados. La Universitat ha iniciado la búsqueda de apoyo institucional para trasladar el Museo de Historia Natural a una nueva sede en la que poder dinamizarlo, y ahí entra la Diputació para contribuir a adecuar ese nuevo espacio, acercar todas esas colecciones a las comarcas y los colegios valencianos a través de exposiciones temporales y aportar nuevas herramientas digitales y de accesibilidad universal. El objetivo de esta dinamización del Museo de Historia Natural es “poner este espacio no solo a disposición de la comunidad universitaria, sino también de las valencianas y valencianos”, según coinciden el presidente de la Diputació, Jorge Rodríguez, y el vicerrector de Cultura de la Universitat, Antonio Ariño. Prueba de ello son los talleres formativos que convertirán el Museo de Historia Natural en un centro de referencia para el profesorado de Secundaria y un espacio de prácticas para sus alumnos. La Universitat cuenta con un fondo de más de 500.000 piezas que podrán exhibirse en este nuevo espacio expositivo a través de muestras permanentes y temporales, que coordinarán los integrantes del equipo de Ana García Forner, directora técnica del museo. Parte de este patrimonio científico y natural, como la colección de aves rapaces, se salvó del fuego en el que pereció el antiguo gabinete de Historia Natural de la Universitat, a causa del incendio del laboratorio de Química que tuvo lugar en 1932. Otras piezas pertenecen a colecciones privadas o han sido recogidas en las últimas décadas de hallazgos producidos en los municipios valencianos. Colaboración con las universidades Este proyecto se suma a otras iniciativas conjuntas de la Diputació y las universidades valencianas, como el programa ‘Bienestar, Formación y Territorio’, que acerca a los municipios a reconocidos profesionales del ámbito universitario que tratan, entre otros temas, la mediación en casos de violencia escolar, el acoso y el ciber-acoso, la economía social, el empleo en zonas rurales, los movimientos migratorios en las sociedades locales o las habilidades sociales. También la Universidad Politécnica trabaja junto a la Diputació en iniciativas como la Cátedra Divalterra, que analiza la situación de los polígonos y zonas industriales de las comarcas valencianas para priorizar las actuaciones de mejora necesarias y ayudar a los ayuntamientos a acometerlas, con el objetivo de atraer actividad económica y empleo.