La XIII edición de Abierto València, que se celebra del 26 de septiembre al 3 de octubre, consolida a València como capital del arte contemporáneo. Jorge López, galerista y miembro de LAVAC, destaca el impulso internacional del festival, el aumento de los premios y la apuesta por abrir las galerías a toda la ciudadanía.
Este año celebráis la 13ª edición de Abierto València. ¿Qué novedades trae respecto a anteriores ediciones?
Coincide con la llegada de una nueva presidenta a LaVAC y hemos querido reforzar la dimensión internacional del evento. El jurado contará con perfiles de primer nivel como Agustín Pérez Rubio, ex comisario de la Bienal de Venecia por España, Lourdes Ramos, directora del MOLAA de San Francisco o Guillermo Solana, director del Museo Thyssen-Bornemisza. Además, ampliamos las visitas guiadas —que ya han agotado plazas en esta última edición de ARCO Gallery Walks— con recorridos especiales por fundaciones, el Museo de la Ciudad y la Sala del Tossal. Y este año los premios aumentan su dotación: de 3.000 pasan a 5.000 y 5.500 euros, lo que permitirá adquirir obras de mayor envergadura y mejorar el patrimonio artístico de la Comunitat.
¿A qué público se dirige Abierto València?
El público es muy amplio: desde coleccionistas internacionales hasta estudiantes de arte y, sobre todo, la ciudadanía. Queremos que se entienda que las galerías no son espacios elitistas, sino gratuitos y abiertos todo el año. Abierto València concentra esa apertura en un mismo momento: todas las galerías inauguran a la vez y la ciudad se convierte en una gran fiesta del arte contemporáneo.
¿Qué retos afrontan actualmente las galerías de arte contemporáneo en València?
Nuestro papel es descubrir, acompañar y consolidar la carrera de artistas, muchas veces desde sus inicios hasta su reconocimiento internacional. Es una labor ardua y costosa. Competimos en un contexto desigual: en España el IVA cultural aplicado al arte es del 21%, mientras que en Italia es del 5% o en Francia del 7%. Eso nos resta competitividad. Necesitamos más apoyo institucional y fiscal para poder internacionalizar a nuestros artistas y reforzar nuestro papel como embajadores culturales.
Mirando atrás, ¿cuál dirías que ha sido el gran hito de Abierto València?
Haber mantenido unidas entre 15 y 20 galerías durante trece años, con esfuerzo y casi sin ayudas, ya es un logro enorme. También contar con coleccionistas que nos apoyan edición tras edición, como Hortensia Herrero. Todo esto ha tejido una red cultural sólida que hoy sitúa a València en el mapa internacional del arte.
Este año organizáis una clausura especial. ¿En qué consistirá?
Será una cena benéfica a favor de la Fundació Assut en el Museo de Bellas Artes de València y organizada por la Fundación Mainel, con un precio accesible de 40 euros. Lo recaudado se destinará a la recuperación de la Albufera tras la reciente catástrofe medioambiental. Queremos que el arte no solo transforme miradas, sino que también ayude de manera tangible a nuestro entorno.
Abierto València también apuesta por unir disciplinas. ¿Qué nos espera en esta edición?
Contaremos con música contemporánea de la mano del festival ENSEMS del IVC y con un cóctel especial en el Centre del Carme. Buscamos colaborar con instituciones culturales de la ciudad para que la programación tenga un alcance mayor y se genere un tejido cultural sólido. València tiene todo para ser una gran ciudad del arte: solo falta que nos lo terminemos de creer.
¿Qué le dirías a alguien que nunca ha entrado en una galería?
Que pierda el miedo. Entrar a una galería es gratuito y siempre habrá alguien dispuesto a explicar lo que no se entienda. Aquí se ven obras que probablemente acabarán en museos internacionales. El arte contemporáneo no es un lujo, es cultura y pensamiento, una manera distinta de mirar el mundo. Y eso es algo que enriquece a toda la sociedad.