Una voz y unos recuerdos viajan y divagan por la memoria. Maena, la niña invisible como así la llaman el resto de niños, pasa sus días en una cueva. Su casa debe ser así pues sufre con la luz, tiene frecuentes dolores de cabeza, vómitos, nauseas, repentinas pérdidas de visión... Lo que hoy en día se conoce como la enfermedad ocular del Glaucoma, a mitad del siglo XX (época en la que está ambientada la historia) no había sido descubierta. Su padre la tiene 'encerrada' para evitarle sufrimiento y, a través de diferentes objetos, le va mostrando el mundo exterior.
Maena, título de la película, sigue el espíritu de Contando estrellas (que versa sobre la mastocitosis) y Se vende varita mágica (que trata sobre el lupus). Con estos films, la Asociación Peloki busca ayudar a los demás, pues es uno de los pilares de su fundación, dar visibilidad a enfermedades raras o diversos problemas de la vida cotidiana siempre desde la cultura. "De hecho, varios de los socios de Peloki sufren de la enfermedad por lo que desde la gala que se llevo acabo hace un tiempo a favor de la AGAF (Asociación Glaucoma Amigos y Familiares) se nos ocurrió rodar una película sobre la enfermedad para darla a conocer", explican desde Peloki.