Cultura

El cine valenciano, un arte "invisible" para el gran público que aún no ha encontrado su propia voz

El pròxim 22 de novembre se celebraran els Premis de l’Audiovisual Valencià, uns guardons que homenatgen un cinema que gaudeix de poques ajudes i que continua sent invisible per al públic de masses

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Un rodaje en la plaza de la Virgen de València

El pasado miércoles, el Instituto Valenciano de Cultura y la Academia Valenciana del Audiovisual presentaron la segunda edición de los Premis de l'Audiovisual Valencià, la cual se celebrará el 22 de noviembre en el Auditorio de Castellón. Esta gala ayuda a que el cine valenciano se empodere, dando a conocerse entre el público de masas. Pero, si nos ponemos a pensar, ¿el cine valenciano realmente tiene tanta potencia como para celebrar unos premios en su honor?

Desde siempre, el cine de producción autóctona ha ocupado un lugar secundario en la Comunitat Valenciana. Durante años, los medios de comunicación españoles han hablado de cinematografías pertenecientes a comunidades de toda la geografía de nuestro país: la escuela andaluza, la vasca, la catalana, la gallega e incluso la madrileña. Pero, desgraciadamente, nunca se ha oído hablar sobre la cinematografía valenciana. La ficción valenciana no tiene una marca fuerte e incuestionable. Parece ser que, en pleno siglo XXI, el cine de "la terreta" aún esté buscando su propia voz.

LA MALDICIÓN DEL CINE VALENCIANO

Pablo Chiapella en una escena de "Viva la vida" que tiene lugar en el Mercat Central de València

Nacho Ruipérez, el ganador a la Mejor Película en la I edición de los Premis de l'Audiovisual Valencià por su largometraje "El desentierro", protagonizado por Leonardo Sbaraglia, Jan Cornet y Ana Torrent, fue el triunfador de la primera entrega de estos premios. Pero, desgraciadamente, no tuvo muy buenas críticas y, además, los datos de taquilla fueron insuficientes. Incluso en las mejores situaciones, el cine valenciano sigue sin captar a un público potencial.

Otras apuestas fuertes del cine valenciano fueron las producciones "Paella Today"-protagonizada por Pablo Rivero (Toni Alcántara en "Cuéntame cómo pasó")- o "Viva la vida" -protagonizada por Pablo Chiapella (Amador Rivas en "La que se avecina"), la segunda de ellas, dirigida por el hijo del director valenciano José Luis Berlanga. Estas dos comedias rodadas íntegramente en València tampoco consiguieron la aceptación de un gran público de masas. Pasaron desapercibidas.

FESTIVAL CINEMA DE LA TERRETA

Para luchar contra esta maldición que afecta directamente al audiovisual de nuestra comunidad, acompañada de la falta de ayudas institucionales a la cinematografía valenciana, algunos colectivos se han puesto manos a la obra para dar a conocer proyectos valencianos que no gozan de una gran repercusión, pero sí, de una gran calidad. Hablamos del Festival Cinema de la Terreta.

Martín y Julia Rey Matesanz, dos hermanos de la ciudad de València, se dieron cuenta hace unos cuatro años de que existen buenas películas producidas en la Comunidad Valenciana que se encuentran con problemas para llegar al público puesto que se exhiben poco en salas comerciales y a la gente le cuesta acceder a ellas. Así pues, hablaron con la Biblioteca Pública de València para que les cediera la explanada en la que, todos los mayos y junios desde 2016, tiene lugar el Cinema de la Terreta.

Este no es un festival en el que las películas entren a concurso, sino que sirve para difundir el cine de producción valenciana y para que el público que normalmente no tiene acceso a estas películas, lo tenga. Cada viernes de mayo a junio se proyecta en la explanada de la Biblioteca Pública un largo o corto de producción valenciana.

EL FUTURO DEL CINE VALENCIANO

'Mientras no se produzcan largometrajes y más de uno consiga un éxito importante, no se hablará de cine valenciano'

Expertos como Áurea Ortiz, profesora de Historia del Cine en la Universitat de València, han afirmado en varios seminarios que, en primer lugar, es necesario salir de la invisibilidad actual antes de ponerse a debatir sobre la etiqueta que le hace falta a la escuela cinematográfica valenciana. Según Ortiz, mientras no haya producción de largometrajes y más de uno consiga un éxito importante, no se hablará de cine valenciano. Hace falta un tejido industrial en el cine de nuestra comunidad, ya que solamente con unos premios no se puede dar a conocer a grandes magnitudes la ficción valenciana.

Aun así, si algo ha caracterizado el cine valenciano actual es la creatividad de nuestros realizadores, quienes luchan contra la falta de ayudas con una gran dosis de imaginación y vocación. El caso más famoso es el cineasta Paco Plaza, creador y director de la saga "Rec", esa película de terror grabada con una única cámara de mano y con un presupuesto muy bajo que tanto gustó a los españoles. Pero, además, también existen otros nombres menos conocidos.

Entre algunos directores valencianos que, pese a no recibir cuantiosas ayudas, han desarrollado ya un innegable estilo propio son Kiko Martínez (Nadie es perfecto) y Chema García Ibarra. El segundo, un cineasta y guionista ilicitano, ya se ha convertido en un multipremiado director con tan solo tres cortos y un mediometraje a sus espaldas. Por otra parte, el valenciano Lluís Quílez también consiguió una nominación en los Oscar por su cortometraje "Graffiti", rodado íntegramente en Chernobyl. Todos ellos son el futuro del cine valenciano, un cine que aún está en busca de su propia voz.