La Comunidad Valenciana rebosa historia, cultura y tradición. Y con la llegada del verano, son muchos los pueblos que celebran sus fiestas populares y patronales. Sin embargo, siempre hay algunas celebraciones que destacan por su originalidad, su origen o por el buen ambiente que se respira. Por eso, en València Extra, hacemos un recorrido por las cinco mejores fiestas de los pueblos que no te puedes perder este verano.
Los Moros y Cristianos
Como no, los Moros y Cristianos forman parte de nuestra cultura, y multitud de pueblos de la Comunidad Valenciana reservan unos días para celebrar estos impactantes desfiles, que han sido declarados de Interés Turístico Nacional. Sin embargo, las localidades más destacadas donde disfrutar de esta festividad tan genuina son Vila Joiosa, que tienen lugar del 24 al 31 de julio, y Ontinyent del 19 de agosto al 9 de septiembre.Los Moros y Cristianos conmemoran las batallas entre musulmanes y cristianos que se produjeron en el siglo XIII. Además, lo singular de esta festividad es tanto el vestuario que utilizan los participantes, como la forma de desfilar, acompañados por la música de las bandas, que te hace viajar al pasado.
La Tomatina de Bunyol
Sin duda, se trata de uno de los eventos más conocidos y multitudinarios de la Comunidad Valenciana. Miles de personas se concentran, cada año, dispuestos a dar comienzo a una de las batallas más divertidas de la historia. Como manda la tradición, la Tomatina de Bunyol se celebra el último miércoles de agosto. Así, este año, tendrá lugar el próximo 29 de agosto.La famosa Tomatina arranca alrededor de las nueve de la mañana en la plaza del pueblo, donde el Consistorio reparte bollos a todos los participantes. Sin embargo, es a las 11:00 horas cuando arranca la auténtica batalla campal, pero a tomatazos. ¿Te lo vas a perder?
La Cordà de Paterna
La madrugada del último domingo de agosto, y para poner el broche de oro a las Fiestas Mayores de Paterna, esta localidad celebra uno de los espectáculos pirotécnicos más sorprendentes. La Cordà, que surgió de manera espontánea, puede llegar a tener alrededor de 25 minutos de duración, dependiendo de la cantidad de cohetes que se disparen.Así, los tiradores, dirigidos por el ‘Coeter Major’, pueden llegar a quemar 55.000 cohetes aproximadamente, ya que la cifra ha ido aumentado año tras año, y con una intensidad de 2.000 cohetes por minuto. Los participantes se visten con ropa que les cubre todo el cuerpo para evitar quemaduras. Sin embargo, también se puede disfrutar como espectador de este homenaje a la pólvora.