Los funcionarios de prisiones han dicho basta. Cansados de unas condiciones laborales que ni garantizan su seguridad, ni la de los internos, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) convocaba, junto con el resto de organizaciones sindicales del sector, seis jornadas de huelga general para exigir al Gobierno de Pedro Sánchez que cumpla con lo prometido, y desbloquee el conflicto laboral al que está sometido este colectivo desde hace más de un año.
Más de 24.000 funcionarios de prisiones de toda España estaban llamados a unirse a esta primera jornada de huelga que finalizaba anoche, a las 22:00 horas, con un gran éxito de participación. Así, en Picassent, según el Delegado de CSIF en la Comunidad Valenciana, Jorge Vilas, “la participación fue del 99%, a excepción de los compañeros que tuvieron que garantizar el servicio mínimo”. Alrededor de 3.000 trabajadores se concentraron en la entrada de la cárcel de Picassent, de manera pacífica, para protestar ante la falta de negociación del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
“Todavía está a tiempo de sentarse a negociar”, reiteraban desde CSIF, antes de dar comienzo a esta primera huelga. Sin embargo, todo apunta a que se seguirá adelante con la segunda jornada de huelga, que está prevista para este viernes, 26 de octubre, a partir de las 22:00 horas. Los paros volverán a arrancar en los relevos del turno de noche y, de nuevo, será de 24 horas. Una huelga que, como la primera, afectará al régimen habitual de comunicaciones de los internos con el exterior – vis a vis o visitas – así como a las actividades socio-culturales habituales.
"La escasez de personal nos impide garantizar nuestra seguridad y la de los internos"
Y es que los funcionarios de prisiones no pueden más. “Sufrimos más de una agresión al día por parte de los internos; hay más de 3.000 vacantes que, además de impedirnos la posibilidad de pedir permisos o vacaciones, nos imposibilita garantizar tanto nuestra seguridad, como la de los internos; tenemos problemas con el área sanitaria, ya que, por ejemplo, hemos estado todo el verano con tres médicos – uno por la mañana, otro por la tarde y otro por la noche – para 2.500 internos; y, además, si no disponemos de psicólogos, educadores, psiquiatras… no podemos realizar nuestra labor, que no es otra que reeducar y reinsertar a los internos”, explica, a València Extra, Jorge Vilas.
Por todos estos motivos, los funcionarios de prisiones exigen al Gobierno de Pedro Sánchez que “cumpla con las promesas que nos hacía cuando estaba en la oposición, pero que, ahora, dice que no podrá cumplir hasta 2019”. Y es que ha sido la falta de negociación lo que ha desencadenado la convocatoria de estas seis jornadas de huelga, que están programadas para el 26 de octubre y los días 6, 8, 13 y 15 de noviembre.
Pero, ¿Qué es lo que reclaman? Que se cubran las más de 3.000 vacantes que no solo les impiden llevar a cabo su función, sino que han provocado un aumento de las agresiones a los funcionarios por la escasez de personal, así como un aumento de la retribución salarial, de la misma manera que se llevará a cabo con la Policía Nacional y la Guardia Civil. De acuerdo con el comunicado emitido por CSIF, “el Ministerio de Interior ofreció una subida media de 375 euros lineales al conjunto de la plantilla de Prisiones, que se haría efectiva a lo largo de 2019, 2020 y 2021. Si bien, esta oferta ha sido retirada porque la partida económica no ha sido autorizada”.
"No descartamos convocar una huelga indefinida. La negociación tiene que llegar sí o sí"
Asimismo, Jorge Vilas añade que “cuando ya estaba elaborado el borrador, que incluía mejoras en nuestras condiciones laborales, se retiró de la mesa sin ningún tipo de explicación”. Por el momento, la huelga del viernes sigue convocada y los funcionarios lo tienen más que claro. De agotar estas seis concentraciones previstas sin ningún tipo de solución “las movilizaciones se endurecerán. No descartamos convocar una huelga indefinida. La negociación tiene que llegar sí o sí”.