- La huerta valenciana se blinda ante la especulación
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Hace casi un año que Les Corts Valencianes aprobaron la Ley de l’Horta Valenciana que, entre otras medidas, preveía la creación del Consell de l’Horta, con el objetivo de regular los usos y las actividades en esta gran infraestructura verde, dependiendo del grado de protección de cada área, o la revitalización del suelo agrario, declarado infrautilizado. En definitiva, una ley que avanzaba en la protección y defensa de nuestra huerta, pero también en la dignificación del trabajo del agricultor.
Una demanda ciudadana, que se venía exigiendo desde 2011 por diferentes colectivos como Per l’Horta, y que, casi un año después, se han despejado todas las dudas de constitucionalidad que tanto el Partido Popular, como Ciudadanos habían planteado. De esta manera, el Gobierno de Pedro Sánchez ha dado luz verde a la Ley de l’Horta Valenciana, a través del acuerdo de la Comisión Bilateral Gobierno-Generalitat.
En este sentido, la diputada de Compromís en Les Corts, Graciela Ferrer, ha manifestado su “satisfacción por este acuerdo positivo”, que demuestra que “la Ley de l’Horta se ajusta al orden constitucional y a la normativa básica estatal y, por tanto, no cabe ningún recurso de inconstitucionalidad sobre su contenido, tal y como querían interponer el PPCV y Cs sobre la ley aprobada en el parlamento valenciano”.
Así, después de “ese intento frustrado de judicializar la Ley de l’Horta, el Partido Popular y Ciudadanos tienen que elegir qué quieren ser y hacer de mayores: trabajar por los valencianos y valencianas o seguir jugando a poner recursos de inconstitucionalidad porque no tienen argumentos para contrarrestar la tarea hecha desde el Govern del Botànic. Mientras el PPCV y Cs intentan obstaculizar las leyes valencianas, el Govern continúa poniendo a las personas en el centro de la política”, ha matizado Ferrer.
La Ley de l’Horta Valenciana no solo blinda la huerta frente a la especulación, sino que marca las líneas para trabajar en la recuperación y dinamización de una de las señas de identidad valenciana, como es la huerta, y en la dignificación del trabajo de los agricultores. Sin duda, un paso esencial para que “miles de familias puedan dedicarse y vivir dignamente de la agricultura”.