Del 17 de septiembre al 15 de noviembre, la Casa de Cultura Marqués González de Quirós de Gandia muestra la variedad de usos que las sociedades del pasado dieron a los productos de procedencia marina con una exposición producida por el Museu de Prehistòria de València (MUPREVA). ‘La Prehistòria i la Mar. Recursos marins en el passat’ "ha visitado Zarra y Ráfol de Salem y ahora llega a Gandia pero con la particularidad de que cuenta con las aportaciones de la ciudad, lo que la hace mucho más atractiva", ha señalado el diputado de Cultura, Paco Teruel.
Así, a partir de las piezas del Museo Arqueológico de Gandia y con la colaboración del departamento de Cultura y Fiestas de la localidad, la muestra irá acompañada también de visitas guiadas, charlas sobre los principales yacimientos litorales de nuestro territorio, además de otras actividades, con el fin de acoger a un importante volumen de visitantes, tal como se ha informado en la presentación de la muestra. El acto ha contado también con la participación del alcalde, José Manuel Prieto, la concejala de Cultura, Balbina Sendra; la directora del Museu de Prehistòria de València, Mª Jesús de Pedro; la comisaria de la exposición y conservadora del MUPREVA, Begoña Soler; y el arqueólogo municipal, Joan Negre.
"La Diputació de València -continúa Teruel- a través del Museu de Prehistòria de València, apuesta por promover y visibilizar el patrimonio histórico de la provincia, e iniciativas como las que hoy presentamos vienen a reafirmar este objetivo". En este sentido, el responsable de Cultura de la Diputació ha incidido en que "el trabajo y la colaboración de la institución provincial con los municipios de la provincia es fundamental para impulsar sinergias culturales que ofrezcan a los ciudadanos propuestas de interés que permitan conocer más de nuestro pasado".
Por su parte, el alcalde José Manuel Prieto ha subrayado que esta exposición "refuerza la capitalidad cultural de la ciudad y su trayectoria en la organización de muestras de primer nivel", recordando muestras anteriores dedicadas a Sorolla, Benlliure o Àlex Alemany. Prieto ha destacado también que la ciudad ofrece un amplio patrimonio arqueológico a través del Museo Arqueológico de Gandia (MAGa), y de yacimientos como Sanxo Llop o la Cueva del Parpalló, que evidencian prácticas como el aprovechamiento de recursos marinos o costumbres funerarias mucho antes de nuestros días.
Últimas investigaciones
‘La Prehistòria i la Mar. Recursos marins en el passat’ está enmarcada en el programa de exposiciones itinerantes del MUPREVA, que tiene como objetivo mostrar de manera didáctica las últimas investigaciones zooarqueológicas realizadas en el sector central del litoral mediterráneo peninsular sobre el aprovechamiento de recursos marinos.
En esta ocasión, de manera excepcional, se presentan restos originales procedentes de yacimientos arqueológicos del ámbito de la Safor y, especialmente de Gandia, que cubren una cronología de entre 30.000 y 3.000 años. A partir de estos restos se hace patente como los recursos marinos fueron aprovechados por las comunidades prehistóricas de formas muy diversas: alimentación, útiles, instrumentos musicales, ornamentos personales e incluso rituales de entierro.
En el Golfo de València, la información sobre el uso alimentario de productos marinos durante el Paleolítico Superior es escasa. Los yacimientos costeros de entonces se encuentran actualmente bajo el agua por la inundación de las plataformas costeras a causa de la subida del nivel del mar al acabar el periodo glaciar. Posteriormente, se constata el consumo de varias especies de moluscos como berberechos, lapas y caracolillos, y de pescados como doradas, rayas, lisas y corvinas, entre otros tipos. Estos productos del mar llegaron en ocasiones a yacimientos del interior situados a más de 40 kilómetros de la costa, lo que muestra el uso de sistemas de conservación, como el secado al sol o el ahumado.
Asimismo, las conchas se aprovecharon para la decoración cerámica, como recipientes o como alisadores y raspadores. También se confeccionaban cucharas, cucharones, agujas e instrumentos musicales (trompas). Los grandes huesos de cetáceos (costilla y vértebras) fueron utilizados como mesas de trabajo o yunques. También se empleaban conchas de numerosas especies de moluscos para la fabricación de adornos personales mediante su perforación.
Muchos de los adornos tenían un valor simbólico añadido, pero también hay otros que se asocian con el mundo funerario, como conchas no perforadas ni manipuladas documentadas en cuevas de enterramiento de hace unos 5.000 años, las cuales formarían parte del ritual funerario y que pueden considerarse como amuletos-ofrendas funerarias y, excepcionalmente, como ofrenda alimentaria.
Un caso excepcional es la presencia de un delfín mular depositado en un entierro humano de carácter secundario ubicado en una fosa junto la desembocadura del Serpis. Se trata de un hecho único y extraordinario ya que se conocen depósitos de animales terrestres como perros, vacunos, caprinos y cerdos, pero nunca se había encontrado un cetáceo en contexto funerario.