La CV-36 encara su reapertura tras renovar 122.000 m² de firme y reconstruir los puentes sobre el barranco del Poyo. La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ha confirmado que está ejecutando los trabajos finales para la reapertura de la autovía CV-36, una de las principales vías de conexión entre la A-7 y la CV-410. Tras meses de obras motivadas por los graves daños causados por la DANA de octubre, el departamento autonómico afronta ahora la recta final de una intervención estratégica para restablecer la funcionalidad y seguridad de este eje viario.
En total, se renovarán más de 122.000 metros cuadrados de firme, para lo que se destinarán aproximadamente 9.000 toneladas de aglomerado asfáltico en caliente. Estas labores de pavimentación forman parte del último tramo de una obra de reconstrucción que también ha incluido la rehabilitación integral de los viaductos dañados sobre el barranco del Poyo, una zona clave que quedó prácticamente inutilizada por las riadas.
Reconstrucción tras los daños de la DANA
El origen de esta actuación está en los graves desperfectos que provocaron las intensas lluvias sobre la autovía. Las inundaciones anegaron casi todo el trazado de la CV-36 y afectaron especialmente al punto kilométrico 8+640, donde se ubican dos infraestructuras de paso sobre el barranco del Poyo. Uno de los puentes quedó completamente derrumbado, mientras que el otro colapsó parcialmente, lo que obligó a cortar el tráfico de forma inmediata.
La reconstrucción de ambos viaductos se ha llevado a cabo en distintas fases. Como medida provisional, se habilitó un desvío temporal que permitió la circulación mientras avanzaban los trabajos estructurales. Una vez restablecida la seguridad mínima, se reabrió uno de los puentes para el tráfico rodado, al tiempo que continuaban las obras en el segundo.
Además de la recuperación física de los puentes, la Conselleria ha incorporado tecnología avanzada con sensores de fibra óptica, lo que permitirá monitorizar en tiempo real el estado de las infraestructuras. Esta innovación ofrecerá datos constantes sobre deformaciones y desplazamientos, facilitando un mantenimiento más eficaz y anticipando posibles fallos estructurales.
Asfaltado nocturno por fases y desvíos provisionales
Para reducir las afecciones al tráfico, la Conselleria ha programado los trabajos de pavimentación en horario nocturno y organizados por fases y subtramos. Se han previsto cortes totales por secciones, acompañados de desvíos señalizados por la carretera de Mas del Jutge (antigua CV-411), tanto para la calzada sur como para la norte.
La primera fase afecta a la Calzada Sur, sentido A-7 hacia CV-410. Esta calzada se dividirá en tres subtramos, cada uno de los cuales será cortado totalmente al tráfico durante su intervención. En paralelo, el flujo de vehículos será redirigido por la CV-411 para garantizar la movilidad.
Una vez finalizada esta parte, las obras se trasladarán a la Calzada Norte, en sentido CV-410 hacia la A-7. En esta fase, también dividida en subtramos, se aplicará el mismo sistema de cortes y desvíos provisionales.
La última etapa se desarrollará en las calzadas Norte y Sur a la altura del punto kilométrico 8+900, donde se ubica el viaducto recientemente reconstruido. Aquí se implementarán desvíos de una calzada a otra para permitir el asfaltado sin necesidad de cortes completos.
Señalización y recomendaciones de seguridad
Durante todo el proceso, la Conselleria instalará señalización provisional para garantizar la seguridad de los conductores. Se recomienda extremar la precaución en los tramos afectados y seguir en todo momento las indicaciones de los dispositivos de tráfico mientras duren las actuaciones.
La reapertura total de la CV-36, tras meses de trabajos intensivos y planificación detallada, supondrá la recuperación completa de un corredor estratégico para la movilidad metropolitana, especialmente entre los municipios del área de influencia de Torrent y el acceso a la A-7.
Con esta intervención, que combina recuperación estructural, tecnología y planificación de tráfico, la Generalitat Valenciana avanza en la recuperación de infraestructuras afectadas por fenómenos climáticos extremos, asegurando una movilidad más segura y resiliente ante futuros episodios adversos.