València se acerca a 2020 con grandes cambios en el transporte metropolitano

Busos llançadora a polígons industrials, integració de Renfe en el bitllet de transport o carsharing, entre les possibles novetats

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Metro, bici, autobús, vehículos eléctricos... Hay abiertos muchos frentes que cerrar en 2020 -y más adelante-, que transformarán el Transporte Metropolitano de València. Si desde 2017 los grandes cambios han venido con la ampliación y uso de los carriles bici, con un creciente protagonismo de la EMT, ahora habrá un foco compartido con el resto de transportes.

La semana pasada el Conseller de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España, se reunión con el Alcalde de València, Joan Ribó, para abordar dos realidades del transporte urbano; tanto el 'interno' como el que conecta la ciudad con el exterior. En esta reunión ambos políticos hablaron de una necesaria remodelación de la Estación de Autobuses, pero también de un aspecto en 'boca' de muchos desde hace años, que ahora se acerca a la realidad; el título único de transporte para EMT, Metrovalencia y Renfe Cercanías.

Si bien la integración real y tarifaria es un proceso largo que puede no estar listo hasta 2022 ó 2023, sí habrá antes una mejora. El año que viene se iniciará la primera fase; una tarjeta única en la que poder meter cualquier tipo de billete de cualquier transporte, donde pueda convivir una TuiN y un bono de Cercanías Renfe.

En una rueda de prensa de la Concejalía de Movilidad, en una conversación informal, se habló de la idoneidad de integrar también en este tipo de tarjeta Valenbisi. Si bien es algo que no ha trascendido desde ninguna fuente política, el servicio de bicicletas públicas verá crecer el año que viene casi dos kilómetros más el entramado de carriles bici.

El pasado 29 de noviembre la Junta de Gobierno Local sacó a licitación los dos nuevos carriles. Uno que recorrerá la continuación de dos 'Grandes Vías', con Ramón y Cajal y Fernando el Católico, y otro en la Avenida del Instituto Obrero. 1.700 y 1.100 metros respectivamente.

Aunque la movilidad dentro del casco urbano es la más 'visible', también afecta en gran medida a la calidad de vida de las personas y del aire la de la periferia. Desde València y otras poblaciones de la zona se realizan muchos desplazamientos para ir a los puestos de trabajo, en grandes Polígonos Industriales. Unos desplazamientos que, con la configuración actual del transporte público, obliga en muchas ocasiones a utilizar el vehículo privado.

Por ello, la Generalitat anunció un proyecto piloto que comenzará en 2020. Unos autobuses lanzadera, de transporte interurbano, conectarán València con diferentes polígonos industriales, con una proyección inicial de 34.500 usuarios. Un programa piloto de un año de duración que podrá abrir la puerta, en un futuro, a crear nuevas líneas semejantes. Fuente del Jarro, L'Oliveral o el Parque Tecnológico de València son algunos de los primeros contemplados.

También el carsharing, que llevaba atascado desde las elecciones municipales, puede llegar el próximo año. Desde la empresa Cargreen señalaron, a través de su web, que se aproxima el momento de 'desembarcar' la flota; el Ayuntamiento eximirá de pagar la zona azul a los vehículos eléctricos. Esta primera experiencia de carsharing se utilizaría, por el Ayuntamiento de València, para ver su uso y compatibilidad con el Cap i Casal.

Más allá de 2020

De aquí al fin de la legislatura, en 2023, hay previstos grandes cambios en el transporte metropolitano de València. Para 2021 llegará una de las transformaciones más reivindicadas por los vecinos de Natzaret: la conexión con Metrovalencia entre el centro histórico y el barrio marítimo, con paso por la Ciutat de les Arts i les Ciències.

Una nueva línea de metro que, como mucho dos años después de su finalización, debería poder usarse con la tarjeta única de transporte 'real': una especie de tarjeta monedero que poder utilizar en cualquier transporte público y que, por zonas, cueste lo mismo.

También de aquí a 2022 mejorará el servicio de la EMT; además del rediseño de algunas líneas e incorporación de nuevas, 200 buses se incorporarán a la flota gracias a fondos europeos.

Aún con estos proyectos sobre el papel, tanto desde la Generalitat como desde el Ayuntamiento recuerdan que la "infrafinanciación" también llega al transporte metropolitano de las distintas ciudades valencianas. En la última partida, esta misma semana, el Gobierno Central envió para València 10 millones, frente a los más de 100 para Barcelona y Madrid.

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