València ajusta los termostatos a 27 grados y apaga los edificios municipales a las 22 horas

El alcalde asegura que “respetaremos estrictamente y con entusiasmo” el decreto sobre medidas de ahorro energético que ha entrado hoy en vigor

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Fachada del Ayuntamiento de València de noche
Fachada del Ayuntamiento de València de noche

València cumplirá “estrictamente y con entusiasmo” el decreto de medidas de ahorro y eficiencia energética aprobado por el gobierno central, cuyas primeras medidas han entrado en vigor este miércoles, según ha indicado el alcalde, Joan Ribó. El Ayuntamiento ha ajustado los termostatos a 27 grados y apagará los edificios municipales desocupados a las 22 horas. Ribó ha manifestado que “no se trata solo de apagar monumentos”. Así, ha destacado el plan municipal, “responsable y global”, que ha permitido reducir el consumo energético del consistorio casi un tercio en seis años.

En total, el consistorio ha ahorrado más de 34 millones de kilovatios hora entre 2015 y 2021, lo que supone un descenso del 30,84 % en este período de tiempo. Además, la factura eléctrica ha disminuido en casi nueve millones de euros, un 46,74 % menos de lo que se pagaba hace siete años. El alcalde ha remarcado que estas cifras son consecuencia de “políticas transversales, que han situado a nuestra ciudad en la vanguardia de las políticas energéticas de Europa”.

Ribó ha subrayado que “estamos ante un cambio climático” frente al que “hay que tomar medidas”. Entre las acciones implantadas desde la Concejalía de Gestión de Recursos, ha destacado las mejoras de la eficiencia energética del alumbrado público (con casi cuatro millones de euros y un 55 % del consumo energético de ahorro), de las instalaciones municipales (con casi 3,7 millones de euros y un 34 % de consumo energético de ahorro), del alumbrado de semáforos y fuentes (con más de 1,3 millones de euros y un 53 % de consumo energético de ahorro), y de las escuelas (con un ahorro de más de un millón de euros y un 32 % del consumo energético).

El máximo responsable de la ciudad también se ha referido al trabajo de la Oficina Municipal de la Energía, dependiente de la Concejalía de Emergencia Climática y Transición Energética, que se abrió en 2019 en la calle José María Haro, en el barrio de Aiora. Este servicio “ha posibilitado replicar todas estas actuaciones en hogares familiares, en el ámbito privado de la ciudadanía, así como en pequeños comercios locales, que han conseguido importantes ahorros, tanto energéticos como económicos”. Entre enero y junio, se han atendido a 3.500 personas, interesadas en la instalación de placas solares, la rebaja de la factura de la luz y el gas o cómo conseguir el bono social.

A esto se deben sumar otras iniciativas para favorecer las energías renovables y la eficiencia energética, como la instalación y puesta en marcha de placas fotovoltaicas en edificios municipales (Tabacalera, algunos mercados, parques y plazas, el Servicio de Cementerios o el centro de juventud de Campoamor). También se ha impulsado la instalación de pérgolas fotovoltaicas en centros educativos, donde también se ha desarrollado el programa 50/50 para reducir el consumo energético y abordar las necesidades energéticas de cada colegio.

Asimismo, Joan Ribó se ha referido a las bonificaciones del IBI y el ICIO para instalaciones fotovoltaicas, la rehabilitación de 700 viviendas en los barrios de Tres Forques y Campanar, la creación de comunidades energéticas, los avances en movilidad sostenible, la renaturalización de la ciudad, la promoción de la alimentación de proximidad, la medición de la huella hídrica y de carbono que genera el turismo o la participación en proyectos de innovación como WEC (Wave Energy Converter) para generar energía eléctrica a partir de las olas del mar.

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