Placas solares en las azoteas para el autoconsumo, una idea que empieza a coger forma

Ribó posa damunt de la taula estudiar de quina manera les comunitats de veïns podran instal·lar plaques solars en els terrats per a utilitzar-lo en els serveis comuns.

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“En el Ayuntamiento tenemos, desde hace tiempo, la idea de potenciar una línea de trabajo para que las comunidades de vecinos puedan instalar en las azoteas un sistema de energía fotovoltaica para utilizarlo en los servicios comunes”. Con estas palabras, el Alcalde de València, Joan Ribó, anunciaba el impulso que desde el Consistorio se va a llevar a cabo, en esta legislatura, con el objetivo de fomentar el autoconsumo energético y construir, así, una ciudad más sostenible.

Para ello, no solo ha tendido lazos con el vicepresidente segundo del Consell y conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, que se mostró favorable a trabajar conjuntamente para llevar a cabo esta iniciativa, sino también con el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafael Climent, que resaltaba el decreto del 5 de octubre que “abre la posibilidad de autoconsumo compartido”, es decir, que posibilita que las comunidades de vecinos puedan instalar “placas fotovoltaicas que, además, contribuyen a verter menos CO2 en la atmósfera al tiempo que se obtiene un importante ahorro económico”.

València Extra ha hablado con Carlos Álvarez, profesor experto en la matera de la Universitat Politècnica de València (UPV), que se ha mostrado cauto con la iniciativa. “Todo lo que sea instalar placas solares me parece muy bien, pero la regulación de autoconsumo es bastante restrictiva. Está más pensado para grandes empresas”. Por eso, añade, “todo lo que fuera en la línea de hacer más permisiva esta regulación sería perfecto porque creo que en la actualidad, dada la situación legal, es complicado”.

Un punto de vista que, al parecer, también comparte Ribó, ya que, como él mismo explicaba, “hay que realizar un estudio de las reglamentaciones y facilitar, desde un punto de vista administrativo, los mecanismos para llevarlo a cabo, así como llegar a un acuerdo con las diferentes empresas de suministros de carácter fotovoltaico y de agua caliente, y también realizar el estudio de qué tipo de ayudas implementar”. En definitiva, se trata de ofrecer todas las facilidades para poder instalar placas fotovoltaicas en las terrazas para el autoconsumo.

En este sentido, el profesor Carlos Álvarez sí que ha hecho hincapié en los beneficios que supondría la instalación de placas solares en las azoteas. “El ahorro económico es importante, ya que una instalación de este tipo se podría amortizar en 3-4 años. Además, como la electricidad se generaría al lado de donde se consume no haría falta la utilización de redes, y el coste sería menor”. Aun así, sí que ha resaltado la necesidad de estudiar, también, una solución para el almacenamiento energético “que podría hacerse a nivel de comunidad porque la electricidad se genera cuando hay sol, pero se consume cuando se consume. Por eso, un almacenamiento energético sería fundamental para aprovechar más la energía”.

Ha llegado el momento de que València siga el ejemplo de otros países europeos, como Alemania donde, como explica Carlos Álvarez, “pese a tener mucho menos sol que nosotros, tienen diez veces más potencia fotovoltaica instalada en las ciudades, debido a la gran promoción que hubo”. Y añade que estamos en el momento perfecto. “Ha bajado muchos los costes, y es el momento de replantear la situación porque estamos en un escenario muy favorable”.

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