La beca municipal de arqueología cataloga más de 400 piezas de 46 excavaciones de València

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Beca arqueologia
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La beca municipal de arqueología 2020, que se ha convocado por primera vez después de 12 años y ha finalizado este mes de julio, ha analizado más de 400 objetos realizados en materias duras animales —huesos, astas, cuernos, marfiles y caparazones de tortuga— de 46 excavaciones de la ciudad. Más de la mitad —251— proceden de la época romana, fundamentalmente agujas de coser, alfileres para el cabello o instrumentos para escribir sobre tablillas de cera. De la época islámica sobresalen piezas de los siglos VIII y XIII, como escápulas de bóvidos con alfabetos empleadas para el aprendizaje de la escritura árabe, flautas realizadas sobre huesos de aves rapaces o metatarsos de bovinos utilizados como yunques para afilar instrumentos metálicos.La concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello, ha indicado que "los resultados de esta investigación han permitido destacar el trabajo sobre materias duras animales a lo largo de la historia de nuestra ciudad". Se trata de "materiales normalmente marginados que acaban olvidados en las cajas de restos de las intervenciones arqueológicas". La edila ha puesto en valor esta beca, que "ha posibilitado mirar nuestra historia desde nuevos puntos de vista y metodologías, redescubriendo nuevos matices sobre en qué empleaban su tiempo las gentes de Valentia, Balansiya o València. De la importancia de la música en la vida y en la muerte, de la escritura, de los adornos, de la artesanía, del tejido, del juego en la vida cotidiana, del cuidado personal y de la belleza… de todo ello son pequeños testimonios los objetos analizados". En ese sentido, "la comprensión del pasado de la ciudad y de sus habitantes se enriquece con nuevas miradas y estudios y con el impulso más que necesario a la investigación arqueológica y cultural".De las más de 400 piezas analizadas gracias a la beca municipal de arqueología, 146 provienen de la Almoina, "el proyecto que mayor número de materiales ha proporcionado, de cronologías romanas, visigodas e islámicas", según ha explicado Tello. Si bien los elementos estudiados son predominantemente de época romana, concretamente republicana y alto imperial, "cabe remarcar la interesante presencia de objetos de todas las fases de vida de la ciudad": 31 visigodos, 94 islámicos, 25 medievales y 25 datados en la Edad Moderna y Contemporánea, como pequeños cepillos de hueso, botones o mangos de cuchillos.De época romana predominan las agujas de coser, los alfileres decorados para la sujeción del cabello y los stili, instrumentos para escribir sobre tablillas de cera, muy similares a los lapiceros actuales. También se han recuperado tres caparazones de tortuga en enterramientos de la plaza Marqués de Busianos, que parecen corresponder a cajas de resonancia de instrumentos musicales tipo lira. En cuanto a la época islámica, se han identificado "piezas muy interesantes relacionadas con este universo cultural" presentes en la ciudad entre los siglos VIII y XIII, entre ellas escápulas de bóvidos con alfabetos empleadas como modelo de aprendizaje de la escritura y la caligrafía árabes, flautas realizadas sobre huesos de aves rapaces o metatarsos y metacarpos de caballos y bovinos utilizados como yunques sobre los que afilar instrumentos metálicos."Se ha podido comprobar", ha añadido la titular de Patrimonio y Recursos Culturales, "cómo estas artesanías, a menudo olvidadas, tuvieron un papel notable dentro de la cotidianidad de la ciudad, documentando no solo objetos terminados, sino evidencias de su manufactura y, por ende, espacios de trabajo, talleres, de diferentes cronologías". La regidora se ha referido a la intervención en la calle Salvador 21 y la calle Llibertat 2-8, en la ocupación romana alto y bajoimperial, o a los niveles del siglo XI de la Almoina. Así, "las evidencias de huesos, cuernos y astas trabajados identificados tras la revisión de todas las cajas de fauna de la primera campaña de excavación en la Almoina reflejan la existencia de un taller localizado en el primitivo zoco andalusí". Esto supone "un hallazgo de gran relevancia, ya que existen pocos talleres de materias óseas de esta cronología documentados en la península y es el primero constatado para la ciudad". También en la parte externa del Palacio del Real, de estratos datados entre los siglos XIX y XX, se ha estudiado un conjunto de más de 500 fragmentos de huesos sobre los que se realizaron extracciones circulares para elaborar pequeños botones y cuentas de rosarios.

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