“La Atención Primaria está desbordada y más débil que en marzo”

Parlem amb Mª Ángeles Medina, presidenta de SoVaMFiC, sobre la situació actual de l’Atenció Primària i de com s’afronta aquesta tercera ona

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La tercera ola de la pandemia azota con fuerza a la Comunitat Valenciana. En las últimas semanas, la incidencia del coronavirus no solo ha alcanzado cifras alarmantes, superando las del mes de marzo, sino que los ingresos hospitalarios y las muertes siguen creciendo. Ante esta situación, desde la Generalitat Valenciana se han decretado nuevas restricciones que estarán en vigor hasta el 31 de enero. Pero, ¿cómo está viviendo está situación el personal sanitario que se encuentra en primera línea de batalla? Hablamos con Mª Ángeles Medina, presidenta de la Societat Valenciana de Medicina Familiar i Comunitària.

¿Cuál es la situación actual de la Atención Primaria para afrontar esta tercera ola de la pandemia?

Estamos desbordados, incluso se podría decir que estamos igual que cuando se decretó el primer estado de alarma. Ahora necesitamos, de nuevo, cambios estructurales en la citación, agendas… es como un déjà-vu. Consideramos que no se han tomado las medidas de contención a tiempo y, en estos momentos, estamos en plena escalada y, además, sin control. Asimismo, a diferencia de la primera ola, ahora no solo vienen meses de frío en los que los virus respiratorios tienen mayor virulencia, sino que ha coincidido con el proceso de vacunación. Entonces, son muchas tareas que provocan que la respuesta sanitaria hacia la ciudadanía se retrase.

¿Se han puesto en marcha alguna de las medidas que anunció la Conselleria de Sanidad para desaturar el sistema y mejorar la telemedicina?

No podemos decir que no se ha hecho nada, pero ha sido tímidamente. No contamos con los recursos necesarios para poder decir que la Atención Primaria está más fuerte que en marzo, porque no es así. Es más, estamos más débiles. A pesar de que algunas medidas ya se han iniciado, no se ha llegado a desplegar la inversión tecnológica que se nos prometió hace ya unos meses. Los ordenadores, tablets, webcams, etc. han llegado a algunos centros, como la pedrea, pero no ha sido suficiente para reforzar la Atención Primaria. Además, no hay suficientes rastreadores para esta avalancha de casos que se están produciendo; no hay más médicos ni más enfermeras… Seguimos con la falta de financiación que venimos reclamando para tener una sólida Atención Primaria, y ahora, aunque se pusieran en marcha todas las medidas prometidas, llegan tarde.

¿Qué hace falta?

Hace falta liderazgo y reinventarnos. Tenemos que ser realistas porque pese a que se ha intentado pagar horas extras por la ampliación voluntaria de la jornada, es tal el cansancio que acumulamos al final de la jornada que muy pocos médicos se han prestado a hacerlas. Por eso, creemos que es esencial que dejemos de hacer gestiones que no aportan ningún valor, como la gestión de bajas o el resto de burocracia que actualmente hacemos, y que se contrate a personal administrativo o TCAES (auxiliares de enfermería) para esas tareas, liberando al personal sanitario para que pueda centrarse en la atención al paciente. Nosotros como sociedad científica nos ofrecemos a formarles para que puedan realizar el rastreo.

Además, hace falta un plan de vacunación urgente y rápido para acabar cuanto antes con la primera dosis, y poner ya la segunda porque la vacuna salva vidas. Estamos perdiendo tiempo en protegernos. Ahora, es cierto que se han puesto las pilas y esperamos que este ritmo continúe.

Hablando del proceso de vacunación, ya se ha comenzado a vacunar al personal de los centros de salud, ¿qué valoración hacéis?

En cuanto a la prevención y a la protección del personal sanitario, hacemos una valoración positiva porque hay que recordar a todos los profesionales que han fallecido y todas las bajas que se han producido por contagio. De hecho, la Comunitat Valenciana fue la comunidad autónoma donde más contagios se produjeron entre el personal sanitario. Entonces, sentirnos protegidos también nos hace estar más tranquilos para atender a nuestros pacientes y, sobre todo, nos permitirá recuperar con cierta normalidad la atención domiciliaria y la atención presencial en consulta.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha afirmado que lo peor llegará en estas semanas, ¿cómo lo afronta el personal sanitario teniendo en cuenta todo lo que ya ha pasado?

Ser médico de familia y comunitario significa siempre navegar en la incertidumbre y, además, hemos aprendido a perseverar y a trabajar día a día. Cuando miramos al horizonte y vemos la terrible oleada que nos queda por pasar en los meses de enero y febrero, que va a ser muy duro a consecuencia de la movilidad y de las celebraciones navideñas, tenemos que conservar las fuerzas y afrontarlo día tras día.

Pero, además, como sociedad científica y como miembros del Foro de Médicos de Atención Primaria, seguiremos denunciando y reclamando mejoras. No bajamos la guardia ni damos esta lucha por perdida. Vamos a seguir reclamando a la Conselleria de Sanidad las reuniones y la relevancia que nos debe, porque no se nos ha tenido en cuenta y porque es necesario una reforma de la Atención Primaria.

¿Cuál sería el primer paso para acometer la reforma de la Atención Primaria?

Una Dirección General de Atención Primaria con presupuesto exclusivo. Al final, se resume todo en liderazgo y dinero. Y dentro de ese liderazgo, contar con expertos y profesionales para reinventar la Atención Primaria. Es importante contar con su opinión, y no tanto con la de los políticos.

Y, antes de terminar, ¿cómo está afectado esta situación a la atención al paciente?

Intentamos no dejar a nadie atrás y hacemos todo lo posible para llegar a todos, pero el tiempo no es infinito y se están produciendo demoras sobre las demoras. Desde hace diez días, la mayoría de veces no acabamos las consultas, y los pacientes lo deben de saber. A veces, les llamamos un miércoles o un jueves cuando su cita estaba agendada el lunes. Por supuesto, ponemos todo nuestro esfuerzo para que la atención llegue a todos, pero el coronavirus nos come. Una llamada de un caso positivo nos puede llevar 30 - 40 minutos que, al final, se multiplica por toda la familia porque, en estos momentos, tenemos familias enteras contagiadas, y cuando le preguntamos por sus contactos, nos dicen 20 – 30 contactos.

Por este motivo, es necesario que la población se conciencie y se autoconfine. La responsabilidad de cuidarse y cuidar a los demás es importante, porque los recursos no son ilimitados y cada persona cuenta, y mucho.

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