El alcalde de València, Joan Ribó, ha reiterado hoy el papel que tienen las ciudades a la hora de luchar contra el cambio climático y ha asegurado que «todas las personas que están gestionando cualquier administración tienen la obligación de pensar en las consecuencias del cambio climático y luchar contra él». «Tenemos que aumentar la resiliencia en cualquier proyecto, a la hora de hacer un parque, un corredor o un acceso portuario», ha defendido.
El alcalde Joan Ribó ha realizado esta declaración con motivo de la presentación del libro Thierra, la alteración humana de un planeta, del biólogo y experto en sostenibilidad ambiental Ricardo Almenar. Este acto se ha celebrado en la sala del Museo de Ciencias Naturales que alberga la exposición conmemorativa del 250 aniversario del científico Alexander Von Humboldt, el primero que predijo las consecuencias del proceso de cambio climático causado por la acción del hombre.
Joan Ribó ha elogiado el ejemplar de Ricardo Almenar que reúne aportaciones científicas que, desde el siglo XIX, «confirman que el cambio climático planetario emerge hoy como uno de los mayores problemas que ha de encarar la humanidad, presente y venidera». Se trata del primer volumen de la serie monografías divulgativas sobre el cambio climático que ha impulsado la Delegación de Energías Renovables y Cambio Climático «con el fin de documentar con rigor y desde el conocimiento objetivo independiente un proceso en curso de notoria complejidad y muy diversa expresión».
En palabras del alcalde, que ha acudido a la presentación acompañado de diversos miembros del equipo de gobierno, el cambio climático, tal como consta en el prólogo del libro, «no es una mera hipótesis, por lo que obliga a nuestra sociedad en particular a contribuir a moderarlo dentro de lo posible y a adaptarse a él en la medida en que no se consiga -o no plenamente- lo anterior».
Joan Ribó ha reflexionado sobre «la perturbación climática global en la que se ve inmersa nuestra biosfera, que se expresa con eventos extremos que se suceden con mayor intensidad y recurrencia por los cinco continentes». «De hecho -ha recordado- asistimos a devastadores incendios en Australia al tiempo que se producen inundaciones en Indonesia o sequías pertinaces en el continente africano. En todos los casos no solo conllevan enormes pérdidas en bienes o infraestructuras, sino que se cobran vidas humanas, en mayor número cuanto más vulnerable es la región en la que se producen». Y cada vez tenemos más avisos, como el del temporal Glòria o el cambio de estación del florecimiento de los naranjos», ha lamentado tras repetir «que hay que hacer cambios y que la lucha contra el cambio climático tiene que estar presente y un gobierno progresista tiene que seguir las normas estatales y europeas al respecto».
Finalmente, el alcalde ha destacado que el libro explica la angustia de las personas ante la contaminación de la atmósfera que se ha registrado en diferentes momentos históricos y ha comparado el grito del pintor noruego Edvard Munch con las llamadas de atención que hoy en día hace la joven sueca Greta Thunberg para salvar el planeta.
En este sentido, el autor del libro, Ricardo Almenar, ha resaltado «la importancia de defender aquello que se siente». «La historia tiene enseñanzas que pueden ser aprovechables en el presente, si desarrollamos el sentimiento de vínculo con la naturaleza», ha indicado tras resaltar que «sólo, si realmente estamos vinculados emocionalmente al planeta, si lo consideramos nuestro hogar, podremos superar el cambio global i esta emergencia climática».
En el acto también ha participado el concejal de Energías Renovables y Cambio Climático, Alejandro Ramón, quien ha aprovechado la ocasión para explicar algunes de las medidas adoptadas por esta delegación «para promover la lucha contra los efectos de la perturbación climática y fomentar la transición energética de nuestra ciudad». Entre estas medidas se encuentra, por ejemplo, el nuevo servicio gratuito para ayudar a reducir el consumo eléctrico de la ciudadanía que ha permitido descender entre 200 y 300 euros la factura de la luz de estas personas».