La Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, dirigido por Mónica Oltra, ha anunciado recientemente un cambio de protocolo de actuación en las residencias de la tercera edad de la Comunidad Valenciana. Este protocolo, que modifica parcialmente las medidas de control en los centros de mayores, se ha modificado con la intención de paliar los efectos que el coronavirus pueda tener en estos lugares donde se encuentra la parte de la población más sensible y con mayor riesgo a sufrir patologías por covid-19. Estas modificaciones se han producido en el momento actual dado el aumento de contagios que se están produciendo en las últimas semanas. Hemos hablado con una trabajadora de una residencia de mayores cuyo nombre no podemos citar.
Algunas de las variaciones que actualizan el plan de actuación en las residencias de personas mayores, centros de día y los Centros de Atención Preventiva a las Personas Mayores (CEAM/CIM), han llamado la atención sobre de las familias de los residentes y de los trabajadores. Y es que en el contexto actual de la crisis sanitaria por coronavirus, las residencias continúan en la Fase 3 y algunos de los cambios introducidos podrían afectar de forma directa a la salud de los residentes tanto física como psicológicamente.
Una de las nuevas normas que más preocupan es el anuncio de que "si la situación epidemiológica del entorno local del centro lo requiere y según un informe de la autoridad competente, se podrán suspender las visitas y adoptar las medidas oportunas para garantizar el control de la enfermedad y también las salidas de los residentes" según publica Moncloa. Estas salidas, que se permitían desde la fase 2, han supuesto en muchos casos una mejoría en el estado anímico de los residentes. Además, en la fase más dura del estado de alarma, cuando se prohibieron las visitas, muchos de ellos lo pasaron muy mal, llegando incluso a "experimentar sensación de abandono y gran soledad"."Para los residentes es muy duro no recibir visitas porque ya lo vivieron desde marzo y les afecta muchísimo, pero yo, que estoy trabajando aquí día a día, nos damos cuenta de que los contagios se producen mayoritariamente por los contactos exteriores. No es justo que los trabajadores extrememos las precauciones si luego en las salidas no las mantienen", dice la trabajadora.
No obstante, desde Consellería han explicado que serían las propias residencias las que redactarían el informe y, por tanto, los que decidirían cuándo sería conveniente dejar de recibir las visitas por el bien del paciente. Jose María Toro, de la patronal Aerte, ha querido destacar que "estas visitas son un elemento positivo para mantener la vinculación de los residentes con los familiares y que se llevan a cabo en un ámbito de seguridad mucho mayor que en las salidas".
"Algunas personas mayores han renunciado a irse de vacaciones con la familia por no volver a estar aislados"
En cuanto a las personas que se reincorporen en la residencia, tanto trabajadores que vuelven de vacaciones, o ingresos que vuelven después de disfrutar del permiso de salida o directamente, nuevos ingresos, no tendrán que realizarse ninguna prueba PCR. De hecho, los residentes que entren tendrán que estar aislados durante 14 días, aunque no tengan síntomas. Tan solo si se realiza una PCR a los 10 días de iniciar el aislamiento y su resultado es negativo, se podrá levantar la separación. El reingreso se llevará a cabo en una habitación individual con baño de uso exclusivo, en la que permanecerá durante este periodo. Este hecho ha alarmado a los familiares, pues les preocupa cómo puede afectar en el estado anímico estar solos durante tanto tiempo. "Hasta este momento se hacían dos pruebas PCR, una al entrar y otra al acabar el aislamiento. Ahora, se hará una PCR a los 10 días cosa que no nos parece alarmante porque el aislamiento lo iban a realizar igual", explica la trabajadora anónima.
Por su parte Toro se ha pronunciado en cuanto a la eliminación de la PCR al entrar al centro: "nos parece muy arriesgado". "Me preocupa porque puede significar que entre gente asintomática y a pesar del aislamiento se puede poner en riesgo a las personas", ha dicho.
No obstante, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, informaba, ayer, que ha trasladado a la patronal de las residencias de mayores que pueden hacer todas las pruebas PCR que consideren a las personas que reingresen en los centros. "La Conselleria no va a decir nada".
La entrevistada ha querido explicar lo duro que es para los ingresados tener que estar aislados: "muchos de ellos han preferido no irse de vacaciones con sus familias por el hecho de no tener que estar aislados durante 14 días. Psicológicamente es muy fuerte para ellos y están dispuestos incluso a renunciar a unas vacaciones con sus seres queridos por no volver a pasar un confinamiento". "En marzo, cuando habían muchos constipados y no podíamos identificar si era Covid-19 o no, muchos de los internos estuvieron aislados. Rotundamente no quieren volver a pasar por eso", aclara.