El alcalde de València Joan Ribó y la vicealcaldesa Sandra Gómez han presentado esta mañana en el ayuntamiento las bases para el Concurso de Proyectos Internacional del Parque de Desembocadura, que constituirá la fase final de ajardinamiento y renaturalización de los Jardines del Túria. Con una superfície de 253.441 m², se convertirá, cuando esté terminado, en el parque urbano más grande de Europa, tal y como ha afirmado el alcalde durante la rueda de prensa. Para la primera fase de las obras el Ayuntamiento destinará 16.723.453€, y para el proyecto total 35 millones.
Sandra Gómez ha insistido en la importancia de llevar a cabo este proyecto, que daría por concluido el trabajo que inició en los años 80 Ricard Pérez Casado, el exalcalde socialista que puso en marcha el ajardinamiento del antiguo cauce del río Turia, a pesar de la negativa de la oposición, que optaba por convertir el antiguo cauce en una autopista.
Ahora, que desde el Ayuntamiento se está llevando una política que quiere convertir València en una ciudad que “camina por sus plazas y respira por sus parques”, en palabras de la vicealcaldesa, es el momento perfecto para acabar con el trabajo que se empezó hace ya tantos años. Además, el proyecto es también positivo porque integraría la ciudad con el puerto a través de una fachada marítima verde, en contraposición a lo que se ve actualmente que son las infraestructuras portuarias.
En esta línea, tanto Gómez como Ribó han querido remarcar y agradecer la colaboración de la Autoridad Portuaria de València (APV), que ha cedido unas 9 hectáreas del puerto a la ciudad para la construcción del parque, y, además, van a participar en el proyecto con una aportación de 13,5 millones de euros.
La superfície que formará parte del Parque de Desembocadura ha sido dividida para la ejecución del mismo en cuatro áreas. La primera área (A-I) corresponde a la zona de Nazaret, parte de la cual integrada en el puerto, la segunda (A-II) a la zona del Puente de los Astilleros, la tercera (A-III) comprende el área del PAI del Grao y la cuarta (A-IV) la zona del Oceanogràfic.
La ejecución del proyecto se llevará a cabo en dos fases. La primera de ellas, a la que se destinarán 16.723.453€, engoblará las obras en las áreas I y II, es decir, las comprendidas entre el barrio de Nazaret y el puerto hasta el Puente de los Astilleros. La ejecución de las mismas tendrá una duración de 24 meses.
Selección de proyectos
Antes de llegar a este punto, un jurado compuesto por el Ayuntamiento de València, el Colegio de Ingenieros, el Colegio Territorial de Arquitectos, la Conselleria de Territorios, la Autoridad Portuaria y la Federación de Vecinos, y que contará con la colaboración de una persona experta en enfoque de género y en consultores de la UV y la UPV, tendrá que escoger de entre todas las propuestas inscritas.
Las empresas interesadas y que consideren tengan un proyecto interesante podrán inscribirse durante una primera fase que durará 30 días. Una vez inscritas, empezará una segunda fase de 60 días en la que tendrán que presentar las propuestas y el jurado tendrá que elegir las cinco mejores en base a su calidad arquitectónica y paisajística, la integración en el entorno y la fachada marítima, su adecuación al programa de usos, sus valores ambientales y de gestión y la viabilidad económica y de mantenimiento. Los equipos de trabajo, por su parte, tendrán que contar con expertos de diseño de instalaciones, materia hidráulica, planificación de obras, enfoque de género y materia mediomabiental.
El Ayuntamiento proporcionará 12.100€ a los cinco equipos seleccionados para que maticen sus respectivas propuestas en 45 días, además de dos accésits de 6.050€ para premiar la dedicación y el esfuerzo de los equipos que hayan quedado en sexto y séptimo lugar. Finalmente, al ganador del concurso se le encargará el proyecto y la dirección de obra de la A-I y A-II, con un contrato máximo de 1 millón de euros.
Polémica entre Oltra y Bravo
Al final de la rueda de prensa, el alcalde Joan Ribó ha sido preguntado por la polémica surgida a raíz de las palabras de la consellera de Justícia Gabriela Bravo dirigidas a Mónica Oltra. Bravo declaró en los micrófonos de la cadena COPE que, si hubiera una sentencia judical que comprometiera la credibilidad de su institución se plantearía dejar el cargo.
Ribó ha sido breve, y ha contestado que “si tuviera que dar un ejemplo de lealtad institucional, sin duda, no pondría a la consellera Bravo”. Unas palabras que reafirman el apoyo de Ribó a la vicepresidenta de la Generalitat.
Por su parte, Sandra Gómez ha apuntado que se trata de unas palabras que expresan una “opinión personal de la consellera”, y que si ella tuviera que poner un ejemplo de lealtad institucional, ella pondría al PSPV-PSOE. "En todos los problemas que ha habido judicialmente que ha afectado a algún dirigente de Compromís, el PSPV, tanto en el Ayuntamiento como en la Generalitat, ha apostado por el acuerdo, el consenso y la estabilidad", ha manifestado la vicealcaldesa.