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Cada año, en el mundo, se utilizan 500 mil millones de bolsas de plástico; se compran 1 millón de botellas de plástico por minuto; y, lo más preocupante, 8 millones de toneladas de plástico acaban en el mar. Los expertos nos ponen en sobre aviso: “a este ritmo, en el año 2050, habrá más plásticos que peces en el mar”.
De hecho, la contaminación producida por el plástico es una de las principales preocupaciones. Tanto es así que la ONU ha querido centrar el Día Internacional del Medio Ambiente, que se celebra, hoy, 5 de junio, poniendo el foco de atención sobre esta problemática con el lema “Un planeta sin contaminación por plásticos”.
Y, en esta misma línea, el grupo Zero Waste lanzaba, a principio de semana, una campaña de boicot al plástico, a la que se han sumado miles de consumidores, pero también importantes empresas como Mercavalencia que, a través de su cuenta de Twitter, animaban a decir “No al plástico”.
València Extra ha hablado con el concejal de Comercio del Ayuntamiento de València en funciones, Carlos Galiana, que ha definido como “barbaridad” lo que está ocurriendo: “Hemos llegado a un punto en que se está vendiendo, en los supermercados, la fruta cortada envuelta en plástico, y la fruta ya tiene un envoltorio natural que es la piel. No nos damos cuenta de lo grave que es la situación, pero tenemos que ser conscientes de que hay que empezar a eliminar el plástico”. En este sentido, ha explicado la intención de que los mercados municipales se unan a esta transición, que ya han empezado otras empresas como Mercadona, “para que se pasen al papel”.
Sin embargo, otro de los puntos destacados en la lucha contra el cambio climático es la alimentación. València ya cuenta con el Centro Mundial para la Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS), que trabajará en la investigación y construcción de nuevos sistemas de alimentación sostenible, pero también en hacer cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, marcados por la ONU, y que están basados en poner fin a la pobreza, la protección del medio ambiente o el hambre cero, entre otros.
Por eso, Galiana insiste en que, durante la próxima legislatura, “tenemos que trabajar más en la alimentación. Hemos sentado las bases del mercado municipal, pero hay que hacer más”. Y, quizá, la idea de que los supermercados donen los excedentes no parece tan descabellada. Aun así, no hay nada decidido al respecto. “No hay ningún proyecto, ni tenemos establecido un protocolo, ni tenemos un estudio que especifique cuántos alimentos se desperdician, pero lo que está claro es que algo hay que hacer”, ha concluido.