Activada la alerta sanitaria al detectarse ocho posibles casos de viruela del mono en Madrid

Los pacientes están pendientes de pruebas genéticas que confirmen o descarten el diagnóstico

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Sanitaria en el Hospital Ribera Salud
Sanitaria en el Hospital Ribera Salud

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han activado la alerta sanitaria por viruela del mono tras identificar la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid ocho posibles casos en la capital. Actualmente, los pacientes se encuentran realizándose pruebas en coordinación con el Centro Nacional de Microbiología, que confirmarán o descartarán en unos días si padecen esta inusual enfermedad. Según fuentes de Consejería de Sanidad, se encuentran bien y evolucionan favorablemente, aunque la enfermedad puede requerir el ingreso hospitalario. 

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha aclarado hoy en València durante la I Cumbre Internacional de Gestión de Pandemias que, aunque es improbable que la viruela del mono vaya a generar una transmisión importante, no se puede descartar, y que por ello están ya trabajando y estudiando todas las hipótesis. 

La alerta sanitaria ha surgido después de la confirmación en Reino Unido de siete pacientes con viruela del mono o “monkeypox” entre el 6 y el 15 de mayo. Las autoridades sanitarias están investigando el origen de la transmisión. En Portugal también se identificaron tres casos de la enfermedad el día 17 mayo, y hay dos más pendientes de confirmación y 15 en observación. 

La viruela del mono es una enfermedad zoonótica (que se transmite de animales a humanos) muy relacionada con el virus de la viruela en humanos (infección natural ya erradicada), pero con efectos mucho más leves. La transmisión de la enfermedad de animales a humanos se produce a través de líquidos corporales (gotas salivales o respiratorias) o tras el contacto con el exudado de la herida. La transmisión entre humanos es más complicada y se piensa que puede ocurrir a través de grandes gotas respiratorias. 

Los primeros casos en humanos se detectaron en los años 70 en la República Democrática del Congo, aunque también se han identificado brotes en otros países de África occidental y central, así como en Estados Unidos, Israel o Singapur, siempre por casos importados. 

Los síntomas más comunes de esta enfermedad son fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, fatiga o inflamación de los ganglios linfáticos. Unos días más tarde aparecen habitualmente en la cara una erupción cutánea o exantema, que se suele extender más tarde al resto del cuerpo. La enfermedad, por norma general, es leve y los pacientes se recuperan en pocas semanas, aunque bien es cierto que algunos pueden desarrollar una enfermedad grave. No existe vacuna o tratamiento específico. 

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