La juventud: el colectivo más perjudicado de la pandemia según un estudio

L’estudi “L’impacte de la COVID-19 i la nova normalitat en la joventut valenciana” realitzat per l’Institut Valencià de la Joventut (IVAJ) ha calculat el grau d’afectació de la situació pandèmica en la vida dels joves

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impacte joventut valenciana pandemia IVAJ
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El estudio "El impacto de la COVID-19 y la nueva normalidad en la juventud valenciana" nace de la encuesta que se realizó en julio de 2020 a jóvenes, de 12 a 30 años, residentes en la Comunitat Valenciana. El cuestionario está distribuido en bloques temáticos que intentan aproximarse a la realidad que han vivido las personas jóvenes durante el confinamiento, sus preocupaciones y expectativas.

La juventud es el colectivo demográfico más afectado por la crisis económica y social provocada por la pandemia. El estudio intenta calcular el grado de afectación de la COVID-19 en diferentes ámbitos de la vida de las personas jóvenes durante el confinamiento y la posterior "nueva normalidad".

El informe final ofrece datos sobre salud mental, emancipación y ocupación. También la preocupación de la gente joven ante el contagio o la criminalización de este grupo de edad a los medios de comunicación son otras cuestiones tratadas en el estudio.

¿Qué piensan los jóvenes sobre la gestión de la pandemia?

La juventud critica la incoherencia de algunas de las medidas de prevención y considera que las medidas implementadas son insuficientes y, en ocasiones, poco estrictas. Por ejemplo, destacan el transporte público como un foco de contagio (aglomeraciones de gente, escasa ventilación, imposibilidad de mantener la distancia física, etc.) y cuestionan la ampliación a diez personas, más tarde limitada a seis, reunidas simultáneamente en las fiestas navideñas. A los y las jóvenes los preocupa la venida de una tercera ola en el mes de enero y un posible nuevo confinamiento domiciliario generalizado.

Las personas jóvenes cuestionan la gestión que se ha hecho de la pandemia, a pesar de ser muy conscientes de la crisis económica derivada de la pandemia, puesto que muchos de ellos lo han sufrido en primera persona, están en desacuerdo al favorecer medidas económicas en detrimento de medidas para controlar la crisis sanitaria. En el binomio economía-salud la juventud prioriza la salud.

Las personas jóvenes perciben que hay una estigmatización de la juventud en esta nueva normalidad. La juventud critica que se los criminaliza socialmente por el hecho de ser jóvenes. Continuamente se generalizan las conductas irresponsables e inconscientes de unos pocos a la totalidad del colectivo para desprestigiarlo socialmente y dibujar un enemigo común. Están en desacuerdo con la asociación del binomio juventud e irresponsabilidad. Consideran que el cumplimiento de las normas no tiene que ver con la edad de la persona sino con la concienciación sobre el riesgo de contagio de la Covid-19 y su responsabilidad individual y colectiva. Defienden que los jóvenes son más responsables que otros grupos de edad y esto se demuestra en su forma de actuar y en el cumplimiento mayoritario de las normas de prevención.

Archivo València Extra.

La juventud valenciana apuesta para cambiar la imagen que se refleja del colectivo joven  a los medios de comunicación. En esta nueva definición destacan su formación, su adaptabilidad, su responsabilidad individual y colectiva, su conciencia, su empatía y su integridad, no solo como a los jóvenes de hoy sino también como a los adultos de mañana. Piensan que hay que hacer discursos que incluyan a los varios colectivos sociales y evitar los estereotipos y prejuicios sociales. Piensan que para afrontar la pandemia se necesita un discurso intergeneracional e intercultural.

La juventud valenciana es responsable y empática, los preocupa contagiarse de Covid 19 no para sufrir la enfermedad sino para convertirse en transmisores del virus y poder contagiar a personas de su entorno más inmediato. Los preocupa principalmente poder contagiar la Covid-19 a personas mayores o a personas con patologías previas. Por este motivo, muchos jóvenes han reducido su círculo de contactos, evitan asistir a lugares con mucha afluencia de gente o limitan su contacto con personas mayores de su entorno.

Los y las jóvenes valencianas prefieren la docencia presencial y si no hay clases presenciales, prefieren la modalidad mixta (presencial y virtual). La mayoría tienen un mal recuerdo de la virtualidad, tanto en el ámbito académico como en el social. Perciben que en la docencia virtual y semi presencial la calidad de la enseñanza es inferior, se reducen los contenidos y las relaciones sociales con compañeros y compañeras. Los centros educativos y las comunidades educativas han tenido que adaptarse a la nueva realidad y este hecho ha generado el establecimiento de normas que han cambiado no solo la apariencia de los centros sino también hábitos y comportamientos de profesorado y alumnado.

Arxiu. EuropaPress

Los efectos de la pandemia en el futuro de los jóvenes: una incertidumbre

La juventud considera que el impacto de la pandemia se materializará en una crisis económica y laboral de gran envergadura, que afectará la juventud de una manera incisiva. Puesto que la destrucción de trabajo dificulta la inserción laboral, la obtención de un trabajo estable, el desarrollo profesional, la estabilidad económica y la emancipación de la juventud. Consideran que su transición hacia la vida adulta será complicada y ven la necesidad de aplazar sus proyectos de vida. Así mismo afirman que los problemas de la juventud en este ámbito no son nuevos, pero se han agraviado.

La juventud valenciana participante en el estudio considera que las políticas públicas para mitigar las embestidas y los efectos de la pandemia no solo no van orientadas hacia la juventud sino que ni siquiera contempla las problemáticas específicas de la población joven.

En cuanto a las expectativas de la juventud nos encontramos tres escenarios: un futuro mejor, un futuro parecido al presente y un futuro peor. Algunos ven el futuro con optimismo y piensan que la pandemia pasará y podrán poner en marcha sus proyectos de vida (de aquí a cinco años). Otros consideran que la pandemia y sus efectos permanecerán los próximos años por lo cual no ven ninguna mejora. Y por último, un tercer escenario que plantea un futuro muy negro para la juventud derivado de la actual crisis económica, con el retraso del desarrollo profesional y el consiguiente aplazamiento de la emancipación.

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