El Ayuntamiento de València asegura que la sanción de 40.000 euros que le ha impuesto Inspección de Trabajo "no está en ningún caso relacionada" con el accidente mortal que tuvo lugar el verano del año pasado en los Jardines de Viveros, donde un trabajador falleció durante el montaje de las gradas para los conciertos, como ha dado a conocer el portavoz del grupo municipal del PP, Eusebio Monzó.
Desde el equipo de Joan Ribó sostienen que "las declaraciones de Monzó son inciertas y sus falsedades son fácilmente desmentibles" y subrayan que "la sanción NO está en ningún caso relacionada con el accidente laboral sufrido a las gradas contratadas por los promotores musicales".
Según las mismas fuentes, "este hecho no aparece ni siquiera en el acta de inspección ni en la resolución", puesto que "Inspección de Trabajo diferenció de entrada los conceptos y emitió actas separadas al tratarse de hecho de agentes de contratación diferentes".
Respecto a la organización de los conciertos de Viveros, desde el consistorio explican que el Ayuntamiento contrató el escenario y los elementos relacionados. Por tanto, "son los promotores quién contrataron y fueron autorizados a instalar una grada complementaria en la cual se produjo el triste accidente".
"La sanción se produce únicamente por una divergencia técnica de interpretaciones sobre un hecho administrativo", afirman, ya que "los técnicos municipales entienden que la contratación de montajes, como el del escenario, es una prestación de servicios, y así se calificó su contratación legalmente".
Mientras tanto, "la Inspección de Trabajo considera que se trata de una obra de construcción". Según el Ayuntamiento, esta diferencia de catalogación técnica del contrato lleva asociadas "implicaciones diferentes en materia de protección de riesgos laborales".