Mollà advierte a Planas de la "amenaza" del 'greening' y pide soltar parásitos para hacer frente a la plaga

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Cítricos valencianos
Cítricos valencianos

La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, advierte en una carta al ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, del "grave riesgo" que supone el 'greening' o 'HLB' y defiende la necesidad de autorizar la suelta del parásito que frenaría la expansión de la enfermedad.

El 'greening' o 'HLB' es "la plaga de cítricos más grave y devastadora que se conoce". De hecho, es la responsable del recorte del 70% de la producción en Florida y arrasaría en 15 años con la citricultura española, según un informe del Comité de Gestión de Cítricos (CGC), advierte la Conselleria en un comunicado.

Ante esta amenaza, Mollà solicitó a Planas el pasado mes de julio autorizar la suelta del Tamarixia dry, "parasitoide que ha demostrado su eficacia para frenar la expansión del insecto que contagia la enfermedad a los cítricos", de acuerdo a las investigaciones desarrolladas por el Instituto Valenciano de Investigación Agrarias (IVIA) y su homólogo canario.

"El vector transmisor, que ya fue detectado en el norte del España, ha franqueado Lisboa y continúa su avance hacia el sur de Portugal, de manera que podría entrar en Huelva en un corto periodo de tiempo", alerta la consellera en la carta.

Asimismo, "desmonta" las razones de Planas sobre elevar la autorización a la Unión Europea, ya que el artículo 44 de la Ley de Sanidad Vegetal indica que corresponde al Ministerio la potestad de autorizar los organismos exóticos de control biológico.

En este contexto, exige al ministro que dé luz verde a la suelta de estos parásitos, pues "permitirían redoblar los esfuerzos para impedir la entrada de una plaga que comportaría un desastre económico y medioambiental, y que actualmente carece de medios de control o de cura. "Cada vez que una nueva plaga se introduce en Europa supone un coste de cientos de millones de euros que recae directamente en nuestros agricultores", ha lamentado.

Mollà ha aprovechado la misiva para incidir en la necesidad de extremar los controles en los puertos de entrada de cítricos procedentes de terceros países, tras la detección de cinco partidas infectadas. Un riesgo que "se ve agravado por la flexibilidad en otros puertos europeos como el de Rotterdam, donde la inspección es realizada por una entidad dependiente de los importadores, con la falta de garantías que ello implica".

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