La relación de Maite Ibáñez con la política es cuestión de militancia socialista. Desde 'siempre', sin embargo, era habitual en el mundo cultural valenciano; ha estado caso 20 años en el Centre Cultural la Nau. Ahora, asume el reto de llevar adelante cuatro concejalías: Educación, Cooperación al Desarrollo, Juventud y Acció Cultural.
Ibáñez se pone al frente de unas áreas mediáticas, que por sus caracterísitcas requerirán de una interlocución habitual con los medios. Algo que, asegura, tiene que acostumbrarse. Su experiencia le ha valido para conocer el 'bullicio' en la ciudad, su estructura, y ahora ha dedicado los primeros días de mantado para "ponerse al día" en la burocracia consistorial.
Una actividad que, espera, pueda llevar desde la "transversalidad", con un trabajo continuo con otras concejalías e, incluso, adminitraciones.
¿Qué tal estos primeros ‘menos de 100 días’ de gobierno?
Estos primeros días han sido intensos, pero positivos. Intensos porque ha sido el primer contacto con las cuatro concejalías que asumo, con los servicios y equipos, además de los espacios que voy a gestionar. Ha sido muy intenso por la cantidad de información que hay que procesar, y por la novedad en cuanto al tipo de comunicación a través del gobierno, que me es nuevo.Pero muy positivo, porque he visto que cuento con unos equipos muy buenos. Hay muchas cosas por hacer, pero una base sólida e importante de la anterior legislatura. Hay una tarea muy importante por desarrollar, pero bueno, este primer mes y medio escaso ha servido para situarnos; para ponernos al día y ver un poco la magnitud de los proyectos que llevamos. Y luego, para pensar otros que se pueden desarrollar.
Es tu primera experiencia de gobierno, aunque ya estabas relacionada con el mundo cultural.
Sí. Yo trabajaba en el Centre Cultural La Nau. Llevaba allí casi 20 años, con gestión cultural, exposiciones y demás. Entré en las listas porque era militante del Partido Socialista. Tras las elecciones, se buscó que mi perfil tuviera el bloque completo de cultura, que no pudo ser porque se ha seguido funcionando con el mestizaje del anterior gobierno.Me encargo de Acció Cultural, que son las 33 bibliotecas de la ciudad, más teatros municipales, festivales de escena y cualquier elemento que tenga que ver con cultura de forma transversal. Luego Juventud, Educación y Cooperación al Desarrollo. Todas son importantes, pero requieren además de cierta visibilidad por el tipo de políticas que desarrollan.
Llego nueva a la gestión municipal pero, de alguna manera, esas áreas las conozco. Por ejemplo, he trabajado con algunas ONG como Ciudadanos del Mediterráneo, Juventud y Educación es algo que, por su transversalidad, se trataba en La Nau… Quiero decir, aunque me resulte familiar, nunca has estado gestionando desde este lado. Conozco el contenido de la ciudad, pero la parte interna, la burocracia y el desarrollo de las actividades… Ha sido un poco la puesta al día este mes y medio.
Las concejalías que quedan a tu cargo son mediáticas, sobre todo Educación. ¿Estás acostumbrada a la relación con los medios de comunicación?
Bueno, no mucho. Aunque en el centro cultural La Nau ayudé con notas y ruedas de prensa… Cuestiones de comunicación he intentado siempre cuidarlas, pero en otro marco. Este es delicado.Educación es más mediática, sí, pero cuestiones de cooperación e inmigración también. Tienes que trabajar mucho la sensibilidad y cómo comunicar esa información. Es importante que los medios tengáis la información muy concreta, pero también trasladarla de una forma que no alarme. Es más, apostamos por la integración.
Respecto a la inmigración, ¿cuál es la realidad valenciana?
La realidad es la de todos los lugares; nos encontramos con una situación que no es algo puntual. No es que llegue al Aquarius o recibamos al Open Arms, sino que hay una serie de refugiados políticos que llegan directamente por el aeropuerto. Hay que tener en cuenta que, ahora mismo, la imagen del mediterráneo es una imagen brutal, pero no es solo eso. Bajo mi punto de vista, esto se va a integrar de manera natural.Me reuní hace poco con el Secretario Autonómico de Inmigración, porque es muy importante trazar un marco de competencias locales, de generalitat y también desde el Gobierno Central, porque no son hay que dar respuestas puntuales. En València tenemos un Centro de Acogida de Inmigrantes, el CAI, que es, de alguna manera, la primera recepción que tienen los migrantes cuando llegan a la ciudad. Se les asiste e intenta darles acogida, aunque a veces sufrimos saturación de plazas.
Lo importante es, ahora, tener una previsión para cuando llegue el invierno. Hay que coordinarse para poder solventar la situación. Pero hay que entender que esto va a ser continuo; hay que integrarlo. Al tratar con el Secretario, me habló que quizás pueda trabajarse la despoblación con la migración, en comarcas que necesitan también acoger a personas. Es importante crear un marco de actuación para cada Administración, porque no es la recepción del Aquarius, que fue fantástica, es un día a día en el que llegan desde personas solas hasta menores no acompañados o familias enteras que huyen de un conflicto bélico. Es algo que nos compete a todos.
Educación trae novedades; nuevos centros, algunos todavía con barracones y batallas políticas. ¿Cuál es el principal reto de esta concejalía?
Educación, la parte más global y firme, se desarrolla desde Conselleria. Para mi el reto es, igual que he hecho en otra áreas, tener una colaboración y coordinación con Conselleria. Es fundamental. A la hora de gestionar compartimos algún tipo de gestión, pero el grueso de muchas cosas lo llevan ellos. Por eso, es importante estar en ese ejercicio de toma de decisiones.A nivel municipal, contamos con el reto tanto de los contenidos como de los contenientes. Ahora mismo inauguramos el curso académico en el Colegio 103, que antes estaba en barracones. Pero además también los hemos visitado los centros municipales, hemos revisado las mejoras a realizar. También queremos centrarnos en el desarrollo de las escuelas de cero a tres años, que forma parte de los objetivos de esta legislatura.
También queremos trabajar en la propia naturaleza de la educación. Ya en la anterior legislatura se puso en marcha lo que eran los proyectos educativos, que son un complemento curricular, dentro del aula, que tiene que ver con temas de igualdad, de ecología, la agenda 20 30, proyectos con residencias artísticas... Es importante seguir por esa línea, porque el trabajo va más allá del aula. Es muy importante conectar la ciudad por ahí.
Otro testigo que recogemos, es que València está dentro de la red de ciudades educadoras. Y ahora, a nivel nacional, nos gustaría general algún tipo de encuentro para generar el desarrollo de la educación desde un punto de vista más allá del aula, donde colaboran docentes, AMPAs y familias.
Has hablado de las escoletes. En la anterior legislatura de municipalizaron tres. ¿Se pretende hacer lo mismo según acaben los contratos con las empresas?
A ver, es una decisión que tenemos que revisar, pero la idea es esa. En principio, aunque ahora no te puedo dar firmemente la respuesta, es la línea a seguir. Aunque hay que revisar cada caso.En la anterior legislatura María Oliver, de València en Comú, retomó la elaboración de unos informes sobre el estado de la educación en la ciudad, que el PP de Barberà no había realizado en 21 años. ¿Se seguirán realizando?
Tenemos que revisar en qué fase están para ver el material que podemos aprovechar. También, a causa de estar agosto de por medio, está pendiente la reunión con los técnicos de la Universidad que se encargaron de desarrollarlo. A partir de ahí, veremos las líneas a seguir. Pero primero queremos ver las bases, en qué fase está, y reunirnos con las personas implicadas.
También llevas Juventud, quizás la menos ‘visible’ de las cuatro. ¿Que hay que aportar desde esta concejalía?
Así, globalmente, la juventud necesita visibilidad. Hemos detectado que los centros de juventud en la ciudad se tienen que activar. Y también hay que tener en cuenta que hablamos de una franja de juventud que llega, prácticamente, hasta los 30 años.De manera clásica, estamos más pendientes de una franja de edad que participan más directamente de las actividades, pero luego hay otra que tiene necesidades vinculadas con el empleo, la vivienda, la emancipación… Algo que hemos visto en los últimos informes del Consejo de la Juventud. Queremos trabajar con esa franja, no dejarlos olvidados. Y sobre todo, a nivel de ciudad, es importante que se conozcan esos centros de juventud, que se dinamicen las actividades.
En mi caso, considero que la Concejalía de Juventud es un valor a tratar mucho más. Se ha trabajado, pero creo que hay que hacer más desarrollo. Tenemos a nivel artístico, literatura, música… Unos valores en una franja de jóvenes que despuntan que hay que trabajar.
Tenemos un Plan de Juventud hasta 2023, aprobado por los partidos que gobernaban y oposición, que nos servirá un poco de guia para los próximos cuatro años. Fue muy interesante, especial a nivel participativo; es un resultado muy completo con voces de la juventud, técnicos…
Desde esta concejalía, ¿se tratan temas como el acceso a la vivienda?
Más que tratarlos directamente, se hace consulta. Como Concejalía no tenemos esas competencias, pero se elaboran mesas de trabajo, por ejemplo con vivienda o innovación. Hay, por ejemplo, contacto con València Activa.Yo, las concejalías, intento hacerlas transversales. Hay competencias que van a ser 100% mías, pero otras en las que a lo mejor podamos establecer alguna mesa de trabajo o consultas.
Has comentado la oposición. En el Ayuntamiento hay un nuevo actor, Vox. ¿Se ha notado en el día a día del Consistorio?
Realmente llevamos poco tiempo, pero no. Es un poco… El ruido mediático que causa la entrada de este grupo, pero a efectos reales de gobierno no los hemos notado. Únicamente los titulares que ya han salido, como el precepto de que no pueden casar. Son detalles. A nivel de volumen y de gestión, no se nota nada excepto el ruido mediático. Nosotros seguiremos con nuestro trabajo e identidad progresistas.En el trabajo habitual de tus concejalías, ¿tienes que relacionarte con otras de forma habitual?
Sí. Tengo tendencia a hacer el trabajo transversal siempre que se puede. Incluso entre las cuatro que llevo. Por ejemplo, el cierre del Palau de la Música, ha hecho que se cedan los teatros municipales, que requiere esa interacción. También con València Activa, Urbanismo con Acció Cultural… Por ejemplo, una de mis propuestas es integrar a València en la Red de Ciudades Creativas de la Unesco. Para eso es necesario tener una interlocución con el Concejal de Turismo que ya hay.También con temas como inmigración hay que trabajar con otras áreas como Comercio, Protección Ciudadana… Las competencias que tenemos los concejales no son islas. Es necesario que tengamos una interacción no solamente informativa, sino en el desarrollo de actividades.
València acaba de recibir su segunda ‘capitalidad mundial’, esta vez la del Diseño. ¿Hay mucho trabajo que hacer de cara a 2022?
Sí. Esta misma semana tengo una reunión con Marisa Gallent (Presidenta de la Associació València Capital del Disseny) para empezar a poner las bases. Tenemos claro todo el desarrollo de los diseñadores y empresas que han participado en la candidatura. Porque esto no es algo que salga ahora, el diseño valenciano lleva una historia industrial, de las universidades…La cuestión es no dejarlo en esos espacios y transferir esa marca de Capital Mundial del Diseño. En efecto, tenemos mucho trabajo para desarrollar de cara a 2022… Y para después de 2022, porque no lo vamos a dirigir sólo a esos años. Ahora tenemos una reunión para diseñar, nunca mejor dicho, un calendario de acciones de cara a ello. De momento ellos aún están de celebraciones: el 10 de octubre tienen que ir a la India, a Bangalore, a recoger el testigo. Será a partir de entonces, que se asiente todo, que veamos bien cómo iniciar las acciones.