La Estrategia Valenciana contra la Violencia Sexual, clave para romper el silencio de las víctimas

Tan sols un 8% de dones que han patit violència sexual fora de la parella el denuncia

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Tan solo un 8% de mujeres que han sufrido violencia sexual fuera de la pareja lo denuncia, y si se tienen en cuenta las denuncias realizadas por otra persona o institución, el porcentaje solo llega hasta el 11,1%. La violencia sexual, en la mayoría de los casos, permanece silenciada. No obstante, los datos son preocupantes. Tal y como ha detallado la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, "una de cada dos mujeres ha sufrido violencia por ser mujer, lo que supone 11.688.411 mujeres de 16 o más años; y, en concreto, una de cada cinco la ha sufrido en los últimos 12 meses, es decir, 4.048.273 mujeres de 16 o más años".

Para luchar contra la violencia sexual desde la raíz, la Generalitat Valenciana ha estado trabajando, en el seno del Pacto Valenciano contra la Violencia de Género y Machista, en el desarrollo de la Estrategia Valenciana contra la Violencia Sexual, un instrumento que tiene como objetivo caminar hacia el fin de este tipo de agresiones contra las mujeres y que, en la actualidad, se encuentra en fase de enmiendas.

Esta Estrategia no solo incluirá la elaboración de un protocolo único de actuación para coordinar todas las áreas de la Administración implicadas ante un caso de agresión sexual – Sanidad, Educación, Justicia e Igualdad y Políticas Inclusivas – sino que pondrá en marcha diferentes medidas encaminadas tanto a la protección de las víctimas, garantizando su reinserción, como a abordar la problemática desde la base, es decir, desde la educación.

De esta manera, como ha señalado Oltra, durante la presentación de la campaña del 25-N que, en esta ocasión, ha puesto el foco en denunciar cuatro tipos de delitos de violencia sexual como son el acoso, la agresión, la violación y la explotación, la Estrategia incorporará el "modelo Barnahaus, un servicio que agrupa, en un mismo espacio, personas profesionales especializadas y coordinadas que intervienen en estos casos de forma más amigable y eficaz".

Pero, además, se sumarán otras medidas como la ampliación de la educación afectiva y sexual en todas las etapas educativas o la obligatoriedad de extender la formación de los empleados y empleadas públicos, más allá de la violencia de género ejercida por una pareja o expareja, a otro tipo de agresiones contra las mujeres.

Por supuesto, otra de las patas que se abordará en el marco de la Estrategia Valenciana contra la Violencia Sexual es el desarrollo de un programa con itinerarios de acompañamiento sociolaboral y residencial para mujeres prostituidas porque, como ha explicado, "estas mujeres, que están viviendo en unas condiciones de vida todavía más precarizadas a causa de la pandemia, necesitan una actuación integral que vaya desde la información al asesoramiento en materia social, sanitaria, formativa y laboral, hasta la promoción de su autonomía a través de un itinerario con estrategias y redes de apoyo, que les facilite que puedan retomar una vida independiente en la que ellas elijan su propio camino".

Asimismo, ha recordado que ya se ha incorporado a la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos de la Generalitat para 2021 "una medida económica que incrementa en 300 euros mensuales la Renta Valenciana de Inclusión, para equipararla al SMI en los casos de las mujeres prostituidas que se encuentran en una situación de explotación sexual".

Finalmente, otra de las violencias sexuales en las que se trabajará será las que afectan a la población infantil. De acuerdo con la ONU, el grueso de las mujeres víctimas de la explotación sexual y de la ciberdelincuencia son menores de edad, y el 74% de las agresiones a menores edad se produce en el ámbito familiar o del entorno de la niña.

Desde el pasado mes de septiembre, en la Comunitat Valenciana se han producido tres violaciones en manada. Iniciativas como la Estrategia son fundamentales para romper el silencio de las víctimas y concienciar a la sociedad de señalar al agresor y no mirar hacia otro lado.

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