La beca comedor del fast food

Els diferents governs autonòmics han aplicat la beca menjador de diferent manera, des del menú telepizza de Madrid fins al val quinzenal del Govern valencià

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El cierre de los colegios con motivo del confinamiento que vive la sociedad española desde hace ya más de un mes ha convertido los hogares en los nuevos colegios y clases para los alumnos y alumnas de todas las edades, desde infantil hasta la universidad. No obstante, esto no es un camino de rosas, pues muchas familias afrontan diferentes problemas ante la situación de que sus niños y niñas no puedan ir a la escuela. Desde la brecha digital que sufren muchas familias con pocos recursos hasta la falta de recursos como por ejemplo en la alimentación básica de los más pequeños, estos son los problemas que puede suponer este confinamiento y este cambio de "la escuela de siempre".

Para muchas familias, el hecho de que sus hijos e hijas fueran a clase no solo era el motivo del proyecto educativo sino que la oferta de comedores y sus becas que se ofrecen en todos los colegios, suponía también, un dolor de cabeza menos, pues la falta de ingresos en ocasiones era un problema para llenar la cesta de la compra.

Además de no poder seguir las clases de forma telemática, ya que el 10% de los 8,2 millones de estudiantes afectados por el confinamiento no tiene Internet en casa, ahora, hay otra barrera importante: la alimentación.

En todo el estado, el 16% de los alumnos, de Infantil y Primaria, recibe la beca de comedor y desde que se decretó el estado de alarma, todas las comunidades han estado buscado diferentes fórmulas para que la comida llegue a sus casas. Con el fin de evitar la estigmatización de las familias y los desplazamientos, las medidas que se han adoptado han sido desde el envío de tarjetas de crédito con un importe cerrado en Cataluña o Baleares; un SMS en el móvil para canjear por compra en el supermercado en la Comunidad Valenciana o transferencias bancarias como en Aragón, País Vasco o Asturias. No obstante, hay medidas como la adoptada por el gobierno autonómico de Ayuso en la Comunidad de Madrid, a la que le han llovido las críticas por todos los lados, pues el gobierno de PP, Ciudadanos y Vox, ha decidido que la beca comedor de los niños y niñas de Madrid y alrededores sea confeccionada por las grandes cadenas de fast food Telepizza y Rodilla, sin atender a los criterios de nutrición.

Por otra parte, mientras se viven estos momentos de reclusión, las autoridades recuerdan "que es importante mantener pautas saludables de alimentación, lo que contribuye a mejorar las defensas de nuestro organismo", sin embargo, la Comunidad recurre a empresas con menús muy deficientes, poco equilibrados, que no cumplen los estándares de calidad nutricional, con exceso de procesados, grasas e hidratos refinados y apenas alimentos frescos. "Son menús destinados precisamente a un colectivo que de por sí arrastra los peores índices de obesidad infantil, tal como pusieron de manifiesto los estudios de Madrid Salud en 2017 y 2019", critican varias entidades madrileñas a la agencia europa press.

La realidad valenciana respecto a la beca comedor es completamente diferente, mientras en Madrid los niños y niñas reciben pizzas y fast food con alimentos para nada saludables, los y las estudiantes valencianos y valencianas reciben un cupón quincenal de 60 euros para comprar alimentos en los supermercados Charter o Consum. Esta medida adoptada por la Conselleria de Educación encabezada por Vicent Marzà ha sido entregada todas las familias de los 58.925 alumnos y alumnas beneficiarios del 100% de la ayuda de comedor por razón de renta y de los 29 centros de Educación Especial.

Por otra parte, otra de las medidas del Gobiero Díaz Ayuso, fuera de la beca comedor, que ha recibido muchas críticas ha sido la del repartimiento de las mascarillas para evitar nuevos contagios de la COVID-19. Mientras en el territorio valenciano las personas mayores de 65 años, con enfermedades oncológicas o enfermedades crónicas recibirán tres mascarillas gratis por persona con solo presentar su tarjeta SIP en su farmacia, en Cataluña cada persona solo podrá recibir una mascarilla, y en Madrid, de momento no se han pronunciado respecto al repartimiento de estas, lo que evidencia que los ciudadanos no obtendrán ninguna mascarilla de manera gratuita. De este modo, el Consell valenciano ha destinado un total de 3,6 millones de mascarillas de manera gratuita y el Govern catalán 1,5 millones de mascarillas.

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