El día que se congelaron las Fallas

Fa un any el President Puig va anunciar la suspensió de les Falles i la Magdalena per la pandèmia de la Covid-19

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fallas 2020
fallas 2020

Olor a pólvora,buñuelos de calabaza en cada esquina, claveles de todos los colores en la Plaza de la Virgen, música de bandas en cada esquina y por supuesto, monumentos grandes y pequeños en cada barrio; todo ello y mucho más resume lo que se vive en Valencia cada marzo: Las Fallas, una fiesta declarada patrimonio inmaterial de la humanidad.

A pesar de este reconocimiento, ni las Fallas pudieron contra una pandemia mundial. Hoy se cumple un año de ese día que lo cambió todo. Fue precisamente al escuchar estas palabras: "los responsables del Ministerio de Sanidad nos han trasladado una instrucción clara: la conveniencia de no celebrar los actos festivos de las Fallas y la Magdalena en las fechas previstas, porque, en estos momentos, debemos minimizar elementos de riesgo para el contagio, como son las aglomeraciones humanas o los desplazamientos masivos de personas procedentes de otras zonas".

Así lo anunció el President Ximo Puig con unas palabras que nos dejaron congelados a todos. Apenas el coronavirus había llegado a nuestras vidas y como más tarde vivimos, lo cambió todo. Pero el sector festivo contra todo pronóstico dio una lección una vez más a la sociedad. Monumentos en las casas de falleros, música en los balcones también gracias a una iniciativa impulsada por Eugeni Alemany y mucho más demostraron que los falleros fueron y son responsables ante la crisis sanitaria que actualmente vivimos.

La resiliencia es una palabra que no nos hemos cansado de decir porque los valencianos la conocemos bien. Resiliencia, resistencia pero también apoyo. Han pasado 365 días de ese anuncio y uno de nuestros principales motores económicos se encuentra en coma. Las fallas abarcan muchos gremios singulares de nuestra tierra: los artistas falleros, la indumentaria valenciana, los pirotécnicos, las bandas de música, entre otros muchos. Justo hace una semana, los pirotécnicos se concentraron en la Plaza del Ayuntamiento asfixiados ante los 365 sin disparar pólvora.

Aquí las instituciones deben demostrar más que nunca ese apoyo porque corremos el riesgo de perder no solo la fiesta sino unos gremios artesanos de nuestra tierra. La Generalitat Valenciana y la Diputación han mantenido reuniones y han emprendido alguna acción. El pasado verano la propia Diputación disparó unos castillos para ayudar al sector. Pero personalmente echó en falta una actitud más activa de una institución: El ayuntamiento de València.

Lamento recordar que ese 10 de marzo el propio alcalde de València no se encontraba en esa reunión que supuso la cancelación histórica de las Fallas. La cultura festiva del Ayuntamiento de València ha programado ayudas a las comisiones falleras para pagar monumentos pero hay muchos sectores más que representan la fiesta. En la última semana, desde el cap i casal se ha anunciado. Más vale tarde que nunca para reaccionar dado que las fallas necesitan más que nunca un compromiso por parte de todos.

Marzo para los valencianos es un mes especial donde celebramos la llegada de la primavera y que supone un auténtico tsunami de turistas que llegan a nuestra ciudad. Hoy lamentablemente no podemos esperarlos por la pandemia mundial. Sus calles se mantienen tranquilas, no se escuchan petardos y no vemos por las esquinas puestos de venta ambulante de buñuelos. Este marzo además acabamos de empezar a respirar de una tercera ola durísima en la Comunitat donde hemos tenido las restricciones más duras de toda España.

Hoy ha pasado un año: sin Crida, sin mascletas, sin pasacalle, sin ofrenda a nuestra patrona. Los valencianos esperaremos tiempos mejores pero nuestra industria, nuestro gran motor económico no debe morir, nunca nos perdonaremos perder una industria tan singular y 100% valenciana como son Las Fallas. El 10 de marzo de 2020 se congelaron pero seremos responsables de su muerte si los organismos públicos no los apoyan como toca.

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