Opinión

Ribó ha colapsado el tráfico de Valencia

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El rechazo del alcalde Joan Ribó y de sus socios de gobierno del Partido Socialista y de Podemos, con la abstención incomprensible de Ciudadanos, al proyecto de ampliación de la V-21 es una aberración más de un gobierno municipal que está haciendo un gran daño al progreso, a la movilidad y a la seguridad de los valencianos.

Ningún alcalde que desee lo mejor para su ciudad paralizaría un proyecto de casi 30 millones de euros para mejorar un acceso por el que a diario pasan más de 70.000 personas, que cuenta con todos los informes mediombientales favorables, y que incrementaría notablemente la fluidez y la seguridad vial de los usuarios de esta infraestructura.

Paralizar a ampliación de la V-21 retrasaría el proyecto 10 años. Me pregunto: ¿Qué razones tiene los socialistas y Ribó para oponerse ahora a estas obras tan importantes para Valencia cuando no hace ni un año estaban a favor?

La respuesta es que están presos y son cómplices de un partido antisistema como Podemos, que le trae al pairo el bienestar de los valencianos, que tienen una concepción de la sociedad arcaica, y que si estuviera en sus manos, pararía todos los proyectos que puedan traer a Valencia nuevas inversiones y modernidad. Lo hemos visto con la Marina, con el parque Central, y con la Universidad Europea entre otros.

El alcalde Ribó y la portavoz socialista, Sandra Gómez, además de oponerse en el Pleno a esta ampliación de la V-21 sin motivo alguno, cuando llegue el verano próximo y vuelvan a repetirse los atascos de tráfico en este acceso, tendrán que dar la cara ante los miles y miles de valencianos que entran y salen por esta vía.

Ribó ha convertido el tráfico en un problema grave esta ciudad, cuando todo el mundo coincidía que Valencia era una de las grandes urbes españolas como la circulación más segura y fluida de España. Ahora, con su oposición a la ampliación de la V- 21, pretenden extender los atascos al área metropolitana. No se conforma con  complicar la vida a los vecinos de Valencia, sino que también quieren que el resto de ciudadanos sufran sus despropósitos y excesos.

El argumento para oponerse a la ampliación de la V-21 de que quieren proteger 40.000 m2 de huerta es insostenible. Porque si es este el motivo para oponerse, por qué han aprobado mantener la revisión del PGOU en la que recalifican más de 600.000m2 de huerta de La Punta, un espacio, el de la ZAL del puerto, que Ribó se hartó de decir que si llegaba a ser alcalde revertería para que volverían los cultivos a esta parte de la ciudad.

Lo que también es injustificado es la abstención de Ciudadanos. Deberían explicar a los valencianos el porqué de esta posición.

El ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, confirmaba recientemente la inversión de los casi 30 millones de euros en el ampliación de la V-21. El tripartito está todavía a tiempo de rectificar y facilitar que el proyecto se lleve adelante lo antes posible.

Eusebio MonzóPortavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valencia

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