Pasará la Semana Santa y de golpe estaremos en mayo. Y será en este mes donde, este año sí, por favor, de una vez, se tendrá que establecer un diálogo entre todas las fuerzas parlamentarias presentes a Las Cortes para dotarnos de unos presupuestos de la Generalitat de 2018. Conscientes de qué posición ocupa cada cual, pero con la participación de todas si se quiere reaccionar y enviar un clamor unánime ante el desprecio absoluto por parte del Estado desde hace décadas, pero con un repunte este año en cuánto se han hecho públicos los capítulos de inversiones del Estado en la Comunidad Valenciana.
Conscientes de que al Partido Popular de la Comunidad Valenciana le ha durado 24 horas el suflé del posicionamiento contra los PGE 2017, pasando a alabarlos sólo Rajoy ha tocado la corneta. Conscientes que no podemos confiar en un PSOE en el Estado – todavía con Gestora - que pongo demasiadas trabas por la aprobación de las cuentas estatales. Conscientes que Compromís convive en un Gobierno valenciano donde cualquier voz más alta del normal se interpreta como gesto que tensiona el Consejo. Conscientes que Ciudadanos confunde muy a menudo cualquier reivindicación ante las injusticias que sufrimos valencianas y valencianos, también sus votantes. Unos pedirán reuniones urgentes con Rajoy. Otros dirán que tratarán de mejorar los presupuestos con enmiendas. Me sé de unos pocos que mirarán en Barcelona para fijar su posición. Los últimos tendrán cuidado de no molestar.
Y de nuevo todas las miradas se pondrán Podemos, que tendremos que ser la clave para elaborar unos presupuestos ambiciosos y de rebeldía frente a los recortes del Estado. Porque no vinimos a la política a agachar la cabeza y aceptar este año unos presupuestos prácticamente cerrados y con poco margen de maniobra. No tendríamos que permitir que volviera a pasar este año.
Si somos ese socio necesario, si de verdad lo cree así el Consejo. queremos un diálogo que empiezo cuando antes mejor. Queremos conocer en un primer momento los disparos fundamentales que caracterizarán los presupuestos: si nos rebelaremos contra los techos de gasto, cuál será la distribución por Consejerías, si asumiremos infraestructuras ante el abandono del Estado, si llegará ese cambio de modelo económico que nos tenía que hacer más independientes de la voluntad de los que tienen hoy la sartén por el mango, si nos pondremos de lo lindo con el cumplimiento del Acuerdo del Botánico...
Queremos trabajar también este verano, y volvernos a ver en septiembre para continuar dialogante. Se tiene que hacer un trabajo cuidadoso si queremos sacar este país adelante y nosotros queremos decir la nuestra desde el inicio del proceso de configuración de los presupuestos. De otra manera, quien sabe, tal vez no podamos asumir unas cuentas en los que no se nos ha invitado a trabajar. empezamos a hablar en mayo.