Opinión

Política de gestos y parálisis

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La inactividad en la gestión municipal del tripartito del alcalde Ribó es muy patente, aunque traten de ocultarla bajo su política de gestos. Ribó no ha creado ni un solo equipamiento nuevo en los barrios de Valencia, pero lo más grave es que tampoco se está preocupando por mantener la red de dotaciones públicas creadas por el gobierno del Partido Popular.

Es alarmante que en lo que llevamos de año 2017 no se haya invertido prácticamente ni un euro en los colegios municipales, ni en jardines, ni en equipamientos deportivos, ni en la reforma de mercados municipales, ni en las alcaldías pedáneas…No es normal que delegaciones como Vivienda, Comercio, Policía Local y Bomberos, Cultura Festiva, Devesa-Albufera, Educación, Deportes…tengan niveles de inversión por debajo del 15% cuando estamos ya en junio.

Ribó siempre dijo que los gobiernos del PP se preocupaban más del centro de Valencia que del resto de la ciudad, lo que era absolutamente falso, como lo demuestra que en los 24 años de alcaldesa de Rita Barberá se construyeron más de 1.000 dotaciones públicas en los 87 barrios y pedanías de la ciudad. Sin embargo, Ribó sí que ha centrado una gran parte de las intervenciones del Ayuntamiento en el centro, con peatonalizaciones o con la construcción del anillo de carril bici.

El tripartito ha llegado al gobierno y ha olvidado sus anteriores preocupaciones, las que reivindicaban cuando estaban en la oposición: ¿Qué hay de aquello de” rescatar personas” o de “Valencia está bruta”? Ha provocado descontentos en el seno de la Federación de Asociaciones de vecinos, en el mundo de las Fallas, de la Semana Santa Marinera, de los clubes deportivos, que han visto reducidas sus ayudas, de los promotores culturales…

El Cabanyal, dos años después sigue igual: paralizado. Su interés porborrar todo lo que hizo el PP les ha llevado a dejar a este barrio en un limbo jurídico, desconociendo las normas urbanísticas a las que se deben acoger los vecinos o promotores que quieran invertir en el barrio. Las inversiones que se anuncian en el Cabanyal-Canyamelar de reasfaltado, reurbanización de calles, ejecución de colectores, etc…, son obras proyectadas e impulsadas por el PP que han tenido paralizadas y que se financian con cargo al Plan Confianza, no es nada nuevo.Dos años perdidos para El Cabanyal, y de esta situación es corresponsable el Grupo Ciudadanos, que se unió al tripartito suscribiendo un pacto con ellos, que en definitiva, se ha traducido en paralizar e hipotecar el futuro de este barrio.

Además, Ribó ha engañado a los vecinos de La Punta y de Nazaret y a los propietarios de los suelos que fueron legalmente expropiados para construir la ZAL del puerto. Les prometió la reversión de los terrenos y su vuelta a suelo agrícola y nada de eso ha conseguido, sino que ha aceptado el convenio que le ofrece el puerto, que consiste en mantener la Zona de Actividades Logísticas

Esto son varios ejemplos de la política de gestos que practica el tripartito. Ha bastado sólo dos años de gobierno para que los valencianos vean cuáles son sus prioridades. Un tiempo en el que no se han dedicado a “rescatar persones”, (salvo el rescate que sí protagonizó el Sr. Ribó al pagar la hipoteca que el Centro Excursionista tenía con Bankia.)

Por el contrario, sí que les ha dado tiempo a dar los primeros pasos hacia un adoctrinamiento que, para nada está en la voluntad de la mayoría de la sociedad valenciana: banderas republicanas en el balcón, señales rotuladas sólo en valenciano, cambiar el nombre de Valencia, han impuesto la condición del idioma en la contratación municipal, están discriminando a los alumnos de universidades privadas, cuando sus títulos son totalmente oficiales y deberían tener los mismos derechos…

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