Los valencianos hemos estado los últimos días de junio “amb l’ai al cor” pendientes de cómo evolucionaba el incendio de la Sierra Calderona. Siempre es una pena que se queme el monte; pero cuando lo ves y lo sientes tan cerca, la tristeza se convierte también en preocupación e impotencia.Los vecinos de nuestros pueblos no hablaban de otra cosa, es normal, no era para menos.
Una vez controlado el fuego urgen dos acciones: por una parte, evaluar daños y por otra, analizar qué hemos de mejorar en la prevención de incendios. Siempre se ha dicho que se apagan en invierno, que si la montaña se mantiene limpia yno se acumula material combustible, las llamas no se propagan con tanta facilidad. Parece de cajón.
Hemos de reconocer que las condiciones meteorológicas no ayudaron, soplaba viento de poniente; pero, claro, no podemos confiar en que vaya a lloverjusto el día que se declare un incendio. Nuestra obligación es acondicionar el terreno y estar preparados; disponer de los medios necesarios; implementar las medidas de limpieza que hagan falta para que en caso de incendio, se contenga la propagación y se facilite la extinción.
La Diputación de Valencia destina a la lucha contra el fuego 40 millones, de los cuales 16 son para la prevención. La realidad que se impone evidencia que el presupuesto es escaso o está mal gestionado. En Ciudadanos (Cs) consideramos que si invertimos más en prevención, los costes de extinción y las ayudas a la reparación de daños se reducirían en gran medida. No quisiera desaprovechar este espacio para agradecer la labor de las Brigadas forestales de Divalterra, de los bomberos de la Generalitat y de todos aquellos, también voluntarios, que han participado en las tareas de extinción. Su arriesgado e incansable trabajo ha evitado que se quemen más hectáreas del rico pulmón de nuestra provincia. La Calderona es, por su biodiversidad, uno de los espacios más emblemáticos de la Comunidad Valenciana y para los que la tenemos cerca, nuestra montaña.
Por todo ello, para Ciudadanos la prevención de incendios es una prioridad y estoy trabajando por que también lo sea para la Diputación. En este sentido, estoy preparandodiferentes iniciativas para que se aumenten los medios y los recursos. Desde el punto de vista de la regeneración de la montaña, hemos de velar por que se produzca con todas las garantías que salvaguarden nuestra fauna y flora autóctonas.
Lamentablemente, una vez más, constatamos que “más vale prevenir que curar”. No será fácil curar nuestra montaña y volver a disfrutar en las 1.200 hectáreas arrasadas por el fuego. Permítanme que hoy matice nuestro sabio refrán y me quede con que más vale prevenir que apagar.